InvestigacionesMarzo 2023
Tendencia

Entre un frente frío y el infierno

Y el frente frío número 39 vino a hacer el milagrito para la mayoría de las entidades del país que han sufrido durante las últimas semanas una infernal ola de calor

Por: Rosalinda Cabrera Cruz

Y el frente frío número 39 vino a hacer el milagrito para la mayoría de las entidades del país que han sufrido durante las últimas semanas una infernal ola de calor que subió los termómetros a temperaturas de alrededor de 40 grados centígrados (entre ellos a Michoacán); sin embargo, las lluvias fuertes y el granizo no ahuyentarán el calor ni la persistente sequía que mantienen a menos del 40 por ciento de su capacidad a las presas tanto del país como de la entidad.

La entrada del frente frío 39 (y de los ya en puerta 40 y 41, que pegarán durante el primer puente del año a todo el territorio mexicano) llevarán a varias entidades del país a padecer de fuertes rachas de viento, descargas eléctricas y granizadas, acompañadas de lluvias intensas en Baja California, Chiapas, Ciudad de México, estado de México, Guanajuato, Hidalgo, Oaxaca, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Tlaxcala y Veracruz, así como en Campeche, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Morelos, Quintana Roo, Sonora, Tabasco, Tamaulipas y Yucatán, de acuerdo con los reportes más recientes de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

A través de la cuenta de Twitter de la dependencia, se hizo la advertencia de que podrían presentarse descargas eléctricas y granizadas en las zonas antes mencionadas; por lo que podrían generar deslaves y el nivel de ríos y arroyos se podría incrementar, ocasionando desbordamientos e inundaciones.

Pero las lluvias e incremento de las precipitaciones no serán nada más que un paliativo antes del regreso de las altas temperaturas, que han desertificado una gran parte del territorio nacional y que han causado que, en algunas ciudades como México y Monterrey no cuenten con el vital líquido ni para las necesidades primordiales.

En la antesala del infierno

Según el último reporte del “Monitor de Sequía de México”, de la Conagua, a estas alturas del año Michoacán tiene 111 municipios con algún tipo de sequía. La dependencia considera cuatro categorías para este fenómeno: moderada (D1), sequía severa (D2), sequía extrema (D3) y sequía excepcional (D4); cabe mencionar que en nueve municipios ya se ubican en D4, por lo que se prevén más afectaciones. Actualmente, el 53 por ciento del territorio michoacano se encuentra en sequía moderada, el 32 por ciento en severa, el 7 por ciento normal y el 8 por ciento en extrema.

Por lo anterior, el gobierno del estado anunció en febrero pasado la inversión de 620 millones de pesos en obras para mitigar los efectos de la sequía, según precisó el director de la Comisión Estatal del Agua y Gestión de Cuencas (CEAC), Roberto Arias Reyes, durante una de las mañaneras estatales de febrero.

Coincidiendo con la Conagua, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) dio a conocer que Michoacán se encuentra entre los cuatro estados del país donde se prevén más afectaciones por el calor, y con una mayor intensidad en los municipios de Aguililla, Apatzingán, Arteaga, Buenavista, La Huacana, Múgica, Parácuaro, Tepalcatepec y Tumbiscatío.

El clima extremo es explicado por los especialistas señalando que durante la segunda quincena de febrero de 2023, el posicionamiento de un sistema de alta presión a niveles medio de la atmósfera, favoreció el predominio de ambiente cálido y seco en gran parte del territorio nacional, ocasionando el incremento de áreas con sequía en el noreste, norte, occidente y centro del país, como ocurrió en Michoacán, donde se registraron 46 municipios con sequía severa, de los cuales estuvieron en sequía extrema.

La ola de calor en ascenso no es ajena a Michoacán, pues en estas fechas del año pasado (2022), el Monitor de Sequía en México registró 64 municipios en sequía, 28 de ellos en sequía severa, mientras que en el resto del país, durante la segunda quincena de abril de 2022 se registraron anomalías positivas de precipitación mayores a 40 mm en el noreste y la Península de Yucatán, las lluvias por arriba del promedio también se presentaron en algunas zonas del centro del país, así como en Coahuila, Zacatecas y Jalisco, debido a la entrada de humedad del Golfo de México y al paso de los frentes fríos 43, 44 y 45, tal como ahora está ocurriendo con los frentes fríos 39, 40 y 41.

La rebatinga por el agua

El director de la Conagua a nivel federal, Germán Martínez Santoyo, advirtió que las presas que abastecen de agua al Valle de México “están en una condición crítica de almacenamiento”; es decir, ya se trasluce la preocupación por la megalópolis, que surte sus necesidades de agua usando la de los estados vecinos, mencionando entre ellos a Michoacán.

En conferencia de prensa, el funcionario explicó que la Ciudad de México se abastece de agua por medio del sistema Cutzamala, el cual, a su vez, es alimentada a través de tres presas: Valle de Bravo, El Bosque (en Michoacán) y Villa Victoria.

Estas tres presas -ubicadas cerca de la cuenca del río Cutzamala- tienen una capacidad total de 800 millones de metros cúbicos; sin embargo, actualmente cuentan con un almacenamiento de 386.87 millones de metros cúbicos, es decir, el 49.9 por ciento.

Pese a las recientes y atípicas lluvias de este fin de semana, la sequía desde anormal hasta extrema crece en el país y azota a casi 82 por ciento del territorio nacional, incluso a la cuenca del Sistema Cutzamala, entre los estados de México y Michoacán, que abastece la tercera parte del agua que consume el valle de México.

La Conagua ha hecho hincapié en que el almacenamiento promedio de las presas del Cutzamala es de 53.3 por ciento, pero que hoy está en 23.4 por ciento menos que el promedio histórico y con una reducción de 1.2 por ciento en una semana. La presa Villa Victoria está a 44 por ciento, mientras el promedio es de 71 por ciento; El Bosque se ubica en 58.4, esto es, 4.2 por ciento menos del promedio, y Valle de Bravo está a 55.2 por ciento, un 31.4 por ciento por abajo del promedio.

La Conagua informó que al 31 de enero aumentaron las áreas con sequía en la cuenca del Cutzamala, ya que la moderada llegó a 52.1 por ciento y la severa pasó a 30.5 por ciento del territorio, cuando dos semanas antes estaba en 8.8 por ciento, por lo que es de esperarse que el poco líquido que hay se canalice para el consumo (aunque racionado) de las más de 20 millones de personas que viven en el valle de México.

Por lo que se refiere a Michoacán, se ha anticipado que el 2023 presentará los mismos niveles de bajas precipitaciones acumuladas, lo cual se sumará a la tendencia de estrés hídrico que viven tanto Michoacán como el centro y norte de México. Alejandro Méndez López titular de la secretaría de Medio Ambiente (Secma) de la entidad, reconoce que el panorama para este año es difícil en términos de disponibilidad del agua.

Recordó que durante 2022 y 2021 la captación de agua en la cuenca del norte del estado de Michoacán apenas alcanzó un 50 por ciento de la media histórica en cuanto a lluvias se refiere. De los 950 milímetros que se esperaban para toda la temporada apenas cayeron 500 para las últimas semanas.

Panoramas como este han llevado a que los estados captadores de agua (y que destinan el líquido a entidades más grandes) ya tomen sus previsiones, de tal modo que la Conagua dio inicio a operativos de abasto de agua en cuatro estados.

Por citar algunos ejemplos, en Tamaulipas el pasado 27 de febrero se anunció el inicio de un programa para estimular lluvias en la entidad, aunque vale la pena señalar que el frente frío 39 les echó una mano. Por su parte, a través de un comunicado, la Comisión detalló que, con el fin de apoyar a la población y a los usuarios de riego agrícola afectados por la sequía, en coordinación con autoridades estatales y municipales, las Brigadas de Protección a la Infraestructura y Atención de Emergencias (PIAE), implementan cinco operativos de abasto de agua potable en Guanajuato, Jalisco, San Luis Potosí y Sonora, así como dos de auxilio al riego agrícola en Querétaro y Tamaulipas.

Por otro lado, en la capital de San Luis Potosí se mantienen dos operativos, mediante los cuales, al Hospital General del ISSSTE y a diversas colonias se les han dotado de más de 740 mil litros de agua potable.

En varias entidades, sobre todo del norte del país y en la capital del país, no se han detenido las estrategias de entrega de agua mediante pipas en incluso ya iniciaron la extracción de agua de estados vecinos para llevar a la ciudad de México, como muestra el bombeo de agua en el Distrito de Riego 023 San Juan del Río, Querétaro, donde se han extraído más de 409 mil metros cúbicos (m³) de agua en beneficio de 126 hectáreas de cultivo de la capital del país.

¿Y qué pasa con Michoacán?

Recientemente, durante oportuna visita de la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum a Michoacán (con fines políticos y para garantizar el agua para el territorio que gobierna), recordó que en el periodo de sequía que se espera en la capital los próximos meses de marzo a mayo del año en curso, habrá cooperación con los gobiernos del estado de México y de Michoacán para combatir la problemática y garantizar el abastecimiento del agua.

Durante conferencia de prensa, la funcionaria señaló que la sequía prevista se debe al cambio climático que no ha permitido mantener los niveles del Sistema Cutzamala, por lo que al no haberse recuperado el agua de las lluvias de 2022, ahora sólo se reportan niveles medios en los sistemas de almacenamiento.

La mandataria capitalina detalló que en este periodo sólo se recibirán 8 metros cúbicos por segundo de agua, es decir, 24 por ciento menos de lo que se recibía en 2019, y subrayó que la situación sería más crítica de no haberse previsto diversas medidas en la ciudad, de lo contrario la escasez de agua registrada sería peor. Entre los acuerdos contemplados recordó la construcción de infraestructura que aumentará la capacidad de los caudales.

Pero lo más importante para garantizar el suministro de agua será la comunicación y la coordinación metropolitana, así como formalizar y trabajar intensamente con el gabinete permanente entre la Conagua, el estado de México, Michoacán, la Ciudad de México y la Comisión Federal de Electricidad para coordinar todos estos esfuerzos en la sequía que están viviendo, apuntó Sheinbaum.

Añadió que las tres entidades se coordinarán para iniciar el próximo 31 de marzo la recuperación de caudales en el Bosque Colorines, con las que se espera incrementar el volumen de almacenamiento en las presas y sobre todo el caudal de la Zona Metropolitana.

Es importante destacar que las dos presas más importantes del sistema Cutzamala son la presa El Bosque y la presa Tuxpan. La primera fue construida en los años 1951 a 1954 por la Comisión Federal de Electricidad y la Conagua. Se ubica al sur de la ciudad de Zitácuaro, sobre la carretera Benito Juárez, y limita con el municipio de Jungapeo.

Se encuentra a una altitud de 1730 msnm y su profundidad es aproximadamente de 40 metros. Es la segunda presa más importante del Sistema Cutzamala en Michoacán (después de la presa Tuxpan) y alimenta la presa Colorines (Valle de Bravo), en el estado de México.

En el caso de la Presa Tuxpan, la más importante del Sistema Cutzamala, se trata de una presa alimentada 100 por ciento por el agua proveniente de los bosques de la Mariposa Monarca. No es una presa de almacenamiento sino derivadora, las que generalmente no retienen agua en un reservorio; en cambio, el agua se desvía hacia un curso de agua artificial, en este caso hacia el Sistema Cutzamala.

En estos bosques, pertenecientes a los municipios de Senguio, Angangueo y Ocampo, existen, además de las tres cabeceras municipales: 63 localidades rurales de Senguio, 22 de Angangueo y 44 de Ocampo, para un total de 129 comunidades rurales, mismas, que junto con las cabeceras municipales, hacen un total de 55 mil 499 habitantes (19 mil 833 de Senguio, 10 mil 892 de Angangueo, y 24 mil 774 de Ocampo), los que en tiempos de sequía y ante las demandas hídricas de la Ciudad de México, hoy sufren los estragos de quedarse sin el vital líquido.

La advertencia para CDMX fue clara por parte de académicos de la UNAM: dada la baja en lluvias en la zona de las tres presas que conforman al Sistema Cutzamala, la Ciudad de México y todo el valle de la Zona Metropolitana tendrán condiciones de sequía en los próximos 3 meses, mismos en los que el caudal de agua del Cutzamala se pronostica será menor hasta en un 26 por ciento.

Y por si fuera poco, llega La Niña

Desde luego que los primeros indicios de tormentas y precipitaciones de esta semana no quieren decir que la sequía vaya a ser contenida y que Conagua no se verá en la necesidad de decretar un inicio de emergencia como lo hizo a mediados del 2022, pero sí es un buen inicio.

A nivel macro, México atraviesa por condiciones de sequía en gran parte asociadas al fenómeno de La Niña, que implica el enfriamiento anómalo de la superficie del Océano Pacífico y cuya presentación este año consolida una racha de tres años en los que se ha hecho presente.

La Niña antes se ha asociado a condiciones extremas con nevadas en el norte de América, sequía en el norte de México y abundantes huracanes para las costas del país. El patrón en México sigue siendo claro: se espera que los niveles de sequía permanezcan para primavera, según el doctor Alejandro Jaramillo, del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Para el 12 de marzo pasado, las situaciones eran así de extremas: con más de 40 grados en zonas en San Luis Potosí, Hidalgo, Veracruz, Michoacán, Guerrero y Morelos; el 13 de marzo, los estados con zonas con temperaturas de más de 40 grados fueron Michoacán, Guerrero, Morelos, Campeche y Yucatán. Actualmente, México ya tiene 24 estados con temperaturas arriba de 30°C y cuatro con más de 40°C y así, la brutal temporada de calor apenas va comenzando.

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