Como si no fuera suficiente con la narcoguerra en Sinaloa, las protestas por la reforma Judicial y la desconfianza de los mercados financieros, los pleitos innecesarios con España y Estados Unidos, principales socios comerciales, el presidente saliente Andrés Manuel López Obrador, todavía le encarga a su sucesora, Claudia Sheinbaum, que siga investigando la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Ayer se cumplieron 10 años de la trágica noche de Iguala, Guerrero. Andrés Manuel prometió a las madres y padres de los jóvenes estudiantes que se conocería “lo que realmente sucedió, que se sepa dónde están y se castigue a los responsables… Mi compromiso es no fallarles”.
Y les falló.
En una multitudinaria marcha fueron recordados. Sus rostros en lonas, por enésima vez exhibidos. Por la noche las familias regresaron a su estado con la esperanza de que la próxima Presidenta encuentre los restos.
Una década de espera y la “verdad histórica” del gobierno de Enrique Peña Nieto, sigue siendo la única: 43 normalistas de Ayotzinapa fueron levantados y ejecutados por el cártel de “Guerrero Unidos”, e incinerados en el basurero de Cocula, por presuntamente tratarse de integrantes de un grupo contrario, denominados «Los Rojos».
Las investigaciones de la Comisión para la Verdad, que encabezó por más de cinco años Alejandro Encinas, lo único que arrojó fue que el autobús secuestrado por los chicos para movilizarse, traía droga. Y el ex colaborador de López Obrador aseguró que en la masacre intervino el Ejército.
Palacio Nacional rechazó la conclusión. “Fueron algunos militares” pero no fue el Estado.
Para el abogado de los padres de los 43, Vidulfo Rosales, hubo avances pero a partir de 2022 cuando la investigación tocó al Ejército, hubo un declive y hoy se encuentra en un bache. »Hay una desesperanza, una molestia, en virtud de que no se cumplió lo que el Presidente ofreció en un principio», ha declarado.
Las familias recibieron una última carta de Andrés Manuel en la que les expresó que a pesar de que concluye su gestión, la investigación no se cerrará y les expresó su confianza de que Sheinbaum Pardo pueda finalmente esclarecer el caso.
Vaya encargo. Dedicar otros seis años de recursos y tiempo. ¿Comenzar de cero o partir de lo que concluyó la Comisión de la Verdad? Lo que implica aceptar que el Ejército participó en la masacre. Como esperan las madres y padres de los normalistas.
Entonces podrán seguir en paz.