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Conocer para prevenir en Morelia

Por: Rosalinda Cabrera Cruz

Morelia cuenta por fin con un Atlas de Riesgo actualizado, el que fue ya publicado en el Periódico Oficial del Estado (POE) el pasado 6 de septiembre. En el documento, dado a conocer a la sociedad, se identifican las principales zonas de la capital michoacana con riesgos geológicos, hidrometereológicos y varios más.

Durante encuentro con medios de comunicación, la secretaria de Desarrollo Urbano y Movilidad de Morelia, Joanna Moreno Manzo, destacó que por primera vez la capital michoacana contará oficialmente con un atlas de riesgo que permita a las autoridades identificar zonas de riesgo y así poder actuar e implementar políticas de prevención.

Los ejes identificados para este fin son sanitario-ecológicos, como tiraderos a cielo abierto y clandestinos; geológico, como fallas, caídas y derrumbes, hundimientos y agrietamientos, microzonificación sísmica, vulcanismo; hidrometereológico, como inundaciones, sequías, ciclones tropicales, lluvias extremas, ondas gélidas y ondas cálidas; químico-tecnológico; como incendios, explosiones o fugas y derrames; y socio-organizativos, como acciones de tránsito.

La funcionaria municipal mencionó que para la realización de este atlas se revisó cuáles son los ríos, caudales, deslizamientos de laderas y las fallas geológicas que atraviesan la ciudad. Así como cuáles son las colonias con mayor probabilidad de presentar inundaciones.

El costo de la elaboración del proyecto fue de un millón 700 mil pesos, aporte a cargo del presupuesto municipal y en él se identificaron al menos 276 colonias donde se presentan inundaciones, en 300 colonias derrumbes, en 80 colonias hundimientos, y en 198 colonias se identificó alguna falla geológica.

En el proyecto estuvieran implicadas distintas áreas municipales, como el Instituto Municipal de Planeación (IMPLAN), las secretarías de Obra Pública, Servicios Públicos y Movilidad y Orden Urbano, OOAPAS, y la Coordinación de Protección Civil y Bomberos municipal, en colaboración con especialistas de la Unidad de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Son zonas de riesgo, no escenario catastrófico.

Para el Atlas de Riesgo 2023 de Morelia se invirtió un año y medio de actualización y mejora, y en el mismo no se ve un escenario catastrófico en la que esté construida la ciudad; la capital del estado se encuentra asentada en un valle, región compleja con infinidad de zonas de riesgo cuyo conocimiento puede ayudar a la planeación de una mejor urbe, dejó en claro la titular de la secretaría de Urbanismo y Movilidad capitalino.

Durante la presentación del documento que actualizó el Instituto Municipal de Planeación de Morelia con el acompañamiento del departamento de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Moreno Manzo, dio a conocer el estatus geológico, hidrometeorológico, químico-tecnológico, astronómico, socio organizativo y sanitario ecológico que fueron identificados y plasmados en el Atlas que estaba acotado y no se había actualizado desde 2011.

Se precisó que esta es una ciudad con cerca de 13 fallas geológicas, que pasan por 198 colonias, afectando las viviendas de 45 mil 867 personas y 13 mil 116 lotes baldíos; 276 colonias con severos problemas de inundación donde el 15 por ciento de los morelianos habita; un aproximado de 80 colonias con problemas de hundimientos que afectan a 700 personas y sus viviendas, así como a 190 terrenos; 32 tiraderos clandestinos de basura, y una microzonificación sísmica que va de los 0.4 a los 3.2 grados de oscilación.

A pesar de los datos, y el significado del atlas como un sistema que identifica perturbaciones, peligros y vulnerabilidades, Moreno sostuvo que la responsabilidad en primera instancia de cualquier riesgo recae en la federación, luego en el estado y por último en los gobiernos municipales, en este caso de Morelia.

El hecho de elaborar un Atlas tan específico como el presentado es que los riesgos queden expuestos, alerten y la corresponsabilidad sea trasladada a las dependencias que correspondan, por ello, insistió en que no es una catástrofe lo que expone el documento sino una oportunidad de evitar en lo futuro, asentamientos humanos donde la gente quede expuesta y a merced de los acontecimientos naturales.

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