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Opinión| Ocupación y empleo  en México

Ocupación y empleo  en México

Por: José María Carmona

Uno de los problemas estructurales del país es el empleo y por consiguiente la población ocupada en el mismo  que de acuerdo a los indicadores de ocupación y empleo publicados por el INEGI, la estructura del mercado laboral presenta para el año 2022 las siguientes características:

La población ocupada es de 57 millones  612 mil personas que representan el cien por ciento de la población ocupada. El 67 por ciento de este número de personas  son trabajadores/as subordinados y remunerados;  el 4.9 por ciento  de las personas  son empleadores, el 22.9 son trabajadores por cuenta propia y el 4.6 por ciento son trabajadores no remunerados.

Por lo que se refiere a la actividad económica por sectores, en el sector primario laboran el 11.8 por ciento-que es agricultura, ganadería selvicultura, caza y pesca-, en el secundario el 25.3 por ciento de las personas ocupadas que comprenden la industria extractiva,  electricidad,  la industria manufacturera y la construcción.

La población ocupada en el sector terciario que se refiere a los servicios representa el 62 por ciento  de la población  ocupada en esta actividad económica y que comprende principalmente el comercio, servicios  financieros y corporativos  así como profesionales entre otros.

La población ocupada percibe los siguientes niveles de ingreso, hasta un salario mínimo el 32.5 por ciento, mientras los ingresos de más de 1 hasta  2 salarios mínimos representan el 34.1 por ciento  y los que perciben más de 5 salarios mínimos  tan solo representan el 1.4 por ciento de la población  ocupada, mientras los que no reciben ningún ingreso representan el 5.9 por ciento, además los no especificados representan el 13 por ciento de la población ocupada.

En cuanto a la jornada laboral, el 47.4 por ciento de la población ocupada, trabajó 35 a 48 horas semanales y más de 48 horas a la semana el 26 por ciento de la misma.

Por tamaño de las unidades o  establecimientos  económicos  en el ámbito agropecuario  trabajan  el 11.8  por ciento de la población ocupada mientras que en los establecimientos no agropecuarios  el 83.1 de la misma.

Los micronegocios representan  el 40.5  por ciento de los establecimientos, los pequeños representan el 15 por ciento, mientras que los grandes establecimientos  representan el 9.5 por ciento.

-De acuerdo a esta información, se puede sacar algunas conclusiones entre las cuales destacan que la población ocupada en su mayoría está ubicada en las actividades económicas de carácter urbano, es decir, en los sectores de la transformación y los servicios.

Que también laboran la mayor parte en micronegocios  o pequeñas unidades económicas, mientras que la tercera parte de la población ocupada trabaja en pequeños negocios  y el resto en grandes.

En cuanto a los ingresos el 66.6 por ciento de la población ocupada gana entre 1  a  2 salarios mínimos  que equivalen en promedio a una remuneración salarial de 7 mil pesos.

Otra característica fundamental es que los trabajadores/as laboran más de 48 horas  a la semana, lo que se corresponde a la pérdida del poder adquisitivo de los salarios lo que implica  que los trabajadores tienen que laborar más tiempo para que su ingreso les alcance para cubrir sus necesidades básicas como son alimentación, vestido, transporte, salud y vivienda entre otras.

Al mismo tiempo, las actividades económicas en las que laboran los trabajadores/as se localizan  en establecimientos urbanos  en su mayoría.

De esta manera la ocupación  y el empleo de acuerdo a los datos proporcionados por el INEGI confirman que la estructura del mercado laboral en el país es resultado de las políticas económicas neoliberales o mejor dicho monetaristas donde se ha priorizado la estabilización financiera sobre el crecimiento económico dando lugar también a la concentración del ingreso, y que solo un poco más del 1 por ciento de la población ocupada del país recibe más de 5 salarios mínimos.

Así también se tiene, otros fenómenos como la pobreza laboral o la precarización del trabajo donde la quinta parte  de la población ocupada trabaja por su cuenta y la mitad  de la población económicamente activa no trabaja.

Otro dato que llama la atención es que 9 millones de trabajadores solamente realizan actividades productivas y se encuentran en el sector industrial y son los que aportan el valor agregado al conjunto de la economía del país.

Por lo tanto, el problema de la ocupación y el empleo  en México en el mediano plazo seguirá siendo uno de los más importantes problemas estructurales  del país. Aparte de las nuevas condiciones materiales donde trabaja la fuerza laboral y que muchos de los trabajadores formales no cuentan con la estabilidad en el trabajo ni tampoco con las prestaciones mínimas de ley.

Pero el cambio de la estructura del mercado laboral está determinado en parte por la dinámica productiva y también por un cambio en la política económica.

Hoy los trabajadoras/es mexicanos  perciben una remuneración salarial de hambre  y miseria en las peores condiciones de trabajo, con jornadas laborales agotadoras como producto de un modelo económico que privilegia la especulación financiera a cambio de la inversión productiva y que la inversión pública en los últimos años  ha disminuido.  Esta situación empeorará por el aumento de la inflación y la carestía de la vida que tendrán que pagar los trabajadores. 

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