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Patente notarial ¿o patente de corso?
* El caso de Guadalupe Díaz Carranza
* El Tribunal Sheinbaum
Por: Francisco Rodríguez
Cuando en México hablamos de inseguridad, generalmente pensamos en violencia, atracos, asesinatos, secuestros y toda esa serie de calamidades que nos mantienen a la expectativa, cuidándonos del prójimo, enrejando nuestros negocios y hasta dejando de salir por las noches… aun a sabiendas de que podemos ser víctimas de cualquiera de esos delitos a plena luz del día.
Pocos pensamos, en cambio, en la inseguridad jurídica que lamentablemente también se presenta a diario en el seno de nuestra sociedad y que, entre otros efectos, ha tenido el de ahuyentar las inversiones, ha cerrado fuentes de empleo y ha dejado en la quiebra a quienes –cada vez son menos– se atreven a abrir una pequeña tienda, taller, prácticamente cualquier negocio.
Pienso ahora, en quienes para emprender, para adquirir un inmueble, para escriturar formalmente un documento, han caído en manos de personajes como Guadalupe Díaz Carranza quien, para obtener la patente de notario público, falsificó su acta de nacimiento y, a partir de ello, incrementó su edad y mintió sobre el lugar en el que fue parida: ya no en Tlaxcala, sino en Oaxaca.
En realidad, ella tenía 28 años de edad cuando se hizo notaria y no 35 años como lo marca la Ley. Tampoco tenía cinco años de residencia en la entidad donde obtuvo la patente.
¿Qué seguridad jurídica tienen quienes tramitaron documentos en la notaría 83 de la llamada Vieja Antequera y que le fue otorgada a partir de un acto falaz?
¿Son válidas las escrituras en las que ella estampó su firma y el sello notarial?
¿Cuántas transacciones han dejado de tener validez a partir de que Díaz Carranza falsificó el documento originario de lo que, todo indica, fue apenas el inicio de una serie de ilegalidades que, incluso, la hacen reo de sospecha del llamado Cártel del Despojo que mantiene en vilo a la sociedad oaxaqueña?
Sánchez Cordero y Adán (Augusto), embarrados
Díaz Carranza ha adquirido notoriedad en fechas recientes, a partir de su ambición por presidir a partir del próximo sábado 12 de noviembre del bicentenario Colegio Nacional del Notariado Mexicano en el cual, hasta ahora, ocupa el cargo de tesorera encargada de administrar los casi 150 millones de pesos que ingresan anualmente a las arcas de este organismo colegiado.
Cuenta para ello, no sólo con el apoyo abierto del actual presidente al que aspira a suceder, lo mismo que del decanato del gremio, incluso presume tener también el aval de los notarios Olga Sánchez Cordero y de Adán (Augusto) López, que ahora ocupan puestos clave en la fallida Cuarta Transformación de Andrés Manuel López Obrador.
¿Le conviene a la 4T estar ligada a la señora Díaz Carranza?
La notaria 83 de Oaxaca, empero, ha confundido la patente notarial, la de la fe pública — aquella que se otorga a través de la figura del notario y cuyos efectos jurídicos se traducen tanto en presunciones de veracidad e integridad como en juicios de legalidad, capacidad y legitimación, que permiten operar en el tráfico jurídico respecto de cualquier operador, según define la ley respectiva– con una patente de corso que, por ejemplo, le ha permitido no entregar cuentas de los recursos que manejo hasta el mes de marzo en su calidad de presidente del notariado oaxaqueño.
Y así, todo indica, también busca no rendir cuentas de los multimillonarios recursos que manejó como tesorera del Colegio Nacional del Notariado Mexicano.
El Cartel del Despojo
Sin embargo, los delitos contra Guadalupe Díaz Carranza o Blanca Guadalupe Díaz Carranza, originaria de Tlaxcala o de Oaxaca, de mayor o menor edad, no se circunscriben sólo a las leyes oaxaqueñas o federales de orden penal y administrativo, sino que hay mucho más. También está vinculada al llamado Cártel del Despojo.
Vea usted si no es así cuando el pasado 15 de septiembre, el subsecretario de Seguridad Pública del gobierno federal, Ricardo Mejía Berdeja, informó en la conferencia mañanera en Palacio Nacional que hay 213 carpetas de investigación por el delito de despojo en Oaxaca, que están relacionadas con la falsificación de instrumentos notariales y que en ese modus operandi han intervenido grupos criminales, gestores o supuestos líderes, en colusión con servidores públicos y notarios, para alterar escrituras y las inscripciones registrales.
Por supuesto, la Notaría 83 con sede en Oaxaca brota en las carpetas de investigación del llamado Cártel del Despojo, el cual incurre en violencia física, apoderamiento de inmuebles, uso de la extorsión, la amenaza, responsabilidad en daños y privación ilegal de la libertad e incluso privación de la vida. El final llega cuando el grupo criminal obtiene recursos a través de la venta del bien.
Según la narración del subsecretario Ricardo Mejía, los involucrados ubican una propiedad que les resulta atractiva por la plusvalía, por la ubicación, y a partir de la colusión con notarios simulan actos jurídicos.
Los casos más sonados al respecto fueron los de Ivón y Victoria Eugenia Gómez Rodríguez, nietas del botánico ítalo-mexicano Casiano Conzatti, quienes denunciaron en años anteriores que tres individuos, haciéndose pasar por nietos de la familia Conzatti, pretendían despojar de dos inmuebles a su abuela Victoria Conzatti, de 103 años de edad.
En una de las 213 carpetas de investigación, según el subsecretario Mejía Berdeja, hay consignación de hechos relacionados con los homicidios del magistrado Enrique Pacheco, la diputada Ivonne Gallegos y Carlos Eduardo López, un militante de Morena en Juchitán.
Huelga concluir que la inmensa mayoría de los notarios de todo el país están en contra de la candidatura de Díaz Carranza, quien en unas cuantas semanas ha manchado con lodo y hasta con sangre a un gremio y hasta con sangre al honorable gremio notarial.
Indicios
Y en un de repente, Claudia Sheinbaum Pardo se invistió de feminista. Sí. La misma fruncionaria pública que cercó los edificios aledaños a la Plaza de la Constitución para evitar que las mujeres que protestan en contra de los ya muchísimos feminicidios, se acercaran siquiera a los palacios circunvecinos al Zócalo… la misma “científica” que ha soslayado o volteado hacia otro lado cuando en la capital nacional se han presentado cada vez más casos de mujeres asesinadas por el sólo hecho de ser mujeres… la misma que hace un par de días se autoerigió en Tribunal donde fungió, al mismo tiempo, como parte acusadora y jueza en contra del morelense Uriel Carmona, fiscal del vecino estado de Morelos. Porque sin tener conocimiento de la autopsia practicada al cadáver de Ariadna N, victimada en un inmueble de la calle Campeche en CDMX y cuyo cuerpo ya sin vida fue encontrado a la vera de la autopista que conduce a Cuernavaca, suplantó a las autoridades judiciales para lanzar epítetos de los cuales ojalá no tenga que arrepentirse. ¿Fue de verdad un acto solidario con esta mujer asesinada? ¿O de solidaridad con el futbolista ya casi casi cuatrotero Cuauhtémoc Blanco y con su pandilla que en mala hora dizque gobiernan a los morelenses? Porque es bien sabido que el fiscal Carmona les tiene en la mira por diversos delitos supuestamente perpetrados en contra del patrimonio de los pagaimpuestos de la entidad que lleva el apellido del Siervo de la Nación. ¿Es eso lo que le aconsejan a la “consentida” de AMLO sus carísimos asesores extranjeros? * * * Y por hoy es todo. Gracias por acompañarme leyendo estas líneas. Y ya sabe usted que, como siempre, le deseo ¡buenas gracias y muchos, muchos días!
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