Editorial| Tesla a México, la mejor noticia de la temporada
Tesla a México, la mejor noticia de la temporada
No se puede negar que algunos memes sobre el presidente Andrés Manuel López Obrador son geniales, otros horribles, y no falta el ganado a pulso por sus propias expresiones como el “fuchi caca”.
Esta semana circuló el de Tesla, que “aceptó” que se instalara en Nuevo León, porque entendió que fabrica autos, no es autolavado.
Hace ocho días, en esa pose de mandamás y dueño de México, el Presidente anunció que no autorizaría la instalación de la armadora en esa entidad, por la escasez de agua. Su primera apuesta fue Chiapas, a donde se irá a radicar a partir de septiembre del año próximo; le siguió el estado de Hidalgo por su cercanía con el AIFA.
“Si no hay agua, no, no habría posibilidad. Sencillamente no se entregan permisos para eso, o sea, no es factible (Nuevo León). No podemos seguir con la misma política”.
El riesgo de que la multimillonaria inversión del grupo de Elon Musk y los 35 mil empleos directos e indirectos que representa, por un Presidente que no entendía el valor de la oportunidad en el momento de mayor necesidad, fue real.
Esta semana le tuvieron que explicar con palitos y manzanitas, lo que Tesla hará donde lo había planeado desde un principio.
Martha Delgado, subsecretaria de Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Cancillería, detalló que Musk entregó soluciones al tema del agua, que resultaron muy convenientes, “y al presidente López Obrador le parecieron sumamente atractivas”.
Por eso es rico el dueño de Twitter y de Starlink. Todo lo planea, como el uso de agua tratada para el enfriamiento de sus torres, el riego de áreas verdes, sus procesos de pintura; usar el sistema de ósmosis inversa en tratamiento de agua para la pintura de los vehículos.
La funcionaria destacó que Elon Musk no pidió ningún incentivo para ‘amarrar’ la inversión. Sin embargo, destacó que se deben buscar contrapesos para hacer atractiva la inversión tanto de Tesla como de cualquier otra empresa que decida venir a nuestro país.
“La experiencia de negociación con Tesla en el último año nos dio ‘muchísima luz’. Esta es una empresa que pidió casi nulos incentivos para instalar la planta automotriz. Sin embargo, para instalar la planta de baterías eléctricas que queremos que se instale en la zona central de México, necesitamos tener claro qué incentivos tenemos”, dijo Delgado.
En los negocios, como en la política, se trata de ganar ganar, pensar con la cabeza y no con el hígado; entender el beneficio mutuo. Musk no es un alma caritativa y aprovechará las ventajas en mano de obra y la frontera con Estados Unidos, para la producción de sus autos eléctricos. Pero México también gana con la generación de empleos y las empresas proveedoras de partes que se puedan abrir en nuestro territorio.
Una buena noticia la llegada confirmada de Tesla. Pero por poquito, el presidente López Obrador mete la pata.