Opinión| Comienza el festival siniestro de las corcholatas de la 4T
Después de los resultados de la elección por la gubernatura del estado de México, López Obrador interpretó correctamente el mensaje político por parte de los electores consistente en que una buena parte de los mismos no están por la continuidad de la 4T
Por: José María Carmona
Después de los resultados de la elección por la gubernatura del estado de México, López Obrador interpretó correctamente el mensaje político por parte de los electores consistente en que una buena parte de los mismos no están por la continuidad de la 4T en el ya adelantado proceso electoral del 2024.
No es necesario mencionar de la votación obtenida por Morena y el bajo porcentaje de apoyo electoral obtenido por su ex candidata Delfina Gómez en medio de una batalla sin cuartel por parte de las corcholatas por la nominación a la presidencia de la república; estos hechos obligaron a citar por parte de Amlo a una reunión en un café a cuadra y media de palacio nacional como se conoce y seguramente les leyó la cartilla pero no la “moral” y al mismo tiempo les entregó el instructivo político para elegir a la corcholata presidencial.
Como se sabe después de ese “cafecito” todos y todas las aspirantes a la candidatura presidencial por parte de Morena salieron alineados con el presidente.
Y se fueron a la reunión a puerta cerrada como verdaderos hampones hacer ajustes de cuentas políticas llegando a un acuerdo ampliamente conocido de cómo va hacer la elección de la nominación del candidato o candidata presidencial de Morena para el 2024, pero antes se tuvieron que pagar la factura a los partidos Verde y del Trabajo para a Gerardo Fernández Noroña y Manuel Velazco, por los votos a favor de Morena.
Sin embargo, estos hechos políticos deben interpretarse de manera correcta como lo hizo López Obrador y cuya explicación es que Morena ya no representa a un amplio sector del electorado, particularmente de la clase media que está golpeada por los efectos económicos causados por la pandemia, la crisis económica y financiera, el alto proceso inflacionario y el deterioro de las condiciones de vida y trabajo, según varios estudios y encuestas este sector representa el 30 por ciento del electorado que no está dispuesto a votar por el candidato o candidata de Morena, ni tampoco por la alianza opositora. El mismo abarca también una importante parte de trabajadores y sectores populares, aunque hay que mencionar que el deterioro de aceptación por Morena está amortiguado por los programas sociales, es decir por las migajas entregadas a los sectores empobrecidos y por los aumentos salariales de los dos últimos años, pero esto es un tema para otro análisis posterior.
También hay que poner en la balanza el problema de la inseguridad, el dominio por parte del crimen organizado de casi todo el territorio nacional y el problema tanto de los feminicidios como la violación ampliamente documentada de los derechos humanos por parte de los militares.
Todos los anteriores factores juegan en contra del proyecto de la Cuarta Transformación y sus corcholatas, independientemente del desgaste del ejercicio del poder por parte de López Obrador, a pesar de que durante el primer semestre del año 2023 se registraron indicadores positivos en la actividad económica y financiera del país.
Hay que agregar los proyectos estratégicos en el sur del país donde los inversionistas nacionales y extranjeros obtendrán jugosas ganancias a cambio de miserables salarios, bajo la supervisión de los militares.
Pero la cuestión de fondo es en esta entrega la profunda crisis política que vive Morena y que necesita de partidos satélites como el del Trabajo y el Verde para poder continuar con el proyecto de la Cuarta Transformación ahora según esto con continuidad.
Esta crisis política de Morena es parte importante de la crisis del sistema de partidos en el país por todos los elementos económicos y sociales antes expuestos, donde por lo menos la mitad del electorado no se siente representado por ninguna fuerza política del país, lo que significa que las aspiraciones y sueños de estos ciudadanos no caben en las boletas electorales del 2024. Y no es necesario mencionar a la descuartizada oposición llamada “Va por México”.
Así de esa manera comienza el festival macabro y siniestro de las corcholatas de la 4T en medio de desapariciones, violencia, violación de los derechos humanos por parte de los militares y el país está en medio de un charco de sangre ante la clase política corrupta e indolente que durara diez meses. Solo falta saber ¿Quién pagará este macabro festival? Y la respuesta es que posiblemente una parte estará financiada por el crimen organizado. ¿o no?