Agosto 2023Investigaciones
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Jalisco Nueva Generación presente en Chile

Hace casi 3 años, en diciembre de 2020, en Chile fue creada sin ningún contratiempo la sociedad Mexstone, supuestamente para importar elementos decorativos para los hogares; cuatro meses después ya enviaba desde México su primer cargamento de piedras para decoración de viviendas.

Por: Rosalinda Cabrera Cruz/ Enviada

Chillán, región de Ñuble, Chile, 23 de agosto de 2023.- Hace casi 3 años, en diciembre de 2020, en Chile fue creada sin ningún contratiempo la sociedad Mexstone, supuestamente para importar elementos decorativos para los hogares; cuatro meses después ya enviaba desde México su primer cargamento de piedras para decoración de viviendas.

Sin embargo, apenas en su segundo embarque, detenido en el puerto de Manzanillo, México, se encontró oculto un cargamento de mil 700 kilos de marihuana. La operación reveló, junto con la droga, la extrema debilidad de los controles chilenos para la detección de sustancias prohibidas.

Se pudo establecer que estaban involucrados una oficina de abogados de Las Condes (región de Chile), una reconocida empresa de transportes, un agente aduanero y dos compañías de almacenamiento, las cuales trabajaron para Mexstone y que aseveraron que nunca conocieron la verdadera identidad de los dueños de la compañía.

La red de introducción de droga de México a Chile salió a la luz pública después de una investigación realizada por CIPER, medio digital de comunicación chileno dedicado al periodismo de investigación, que funciona actualmente como organización sin ánimo de lucro, quienes expusieron el involucramiento de una serie de sociedades fantasmas con raíces en Guadalajara, Jalisco, México.

CJNG, con actividad internacional remota

Conforme a documentos manejados por CIPER, y posteriormente usados por otros medios de comunicación chilenos, el 4 de agosto de 2021 la secretaría de Marina Armada de México retuvo en el puerto de Manzanillo un cargamento de casi 2 toneladas de marihuana a punto de partir con rumbo a Valparaíso, Chile.

La droga estaba oculta en un compartimento secreto al interior de pallets cargados con piedras de cantería para la decoración de viviendas. Ese decomiso no hizo noticia en Chile, pero, a casi un año de esa operación, CIPER logró desentrañar que detrás de ella se escondía una intrincada estructura de sociedades fantasmas, una de ellas creada en Santiago, que utilizó a agencias de aduanas, transportistas y abogados chilenos sin que nadie alertara que se trataba de un negocio manejado por el narco mexicano.

Pero esa no fue la única carga; tres meses antes, otra carga mexicana relacionada con las mismas empresas sí logró arribar a un puerto chileno, al de San Antonio. Esa vez nadie detectó el ingreso de droga al país. Igual que la anterior, el embarque estaba compuesto por piedras para decorar fachadas, al llegar a Chile fue almacenada en un depósito aduanero y luego trasladada a la capital de Santiago por camiones de una conocida empresa de transportes.

Estuvo almacenada durante meses en al menos dos bodegas en las comunas de San Joaquín y Pudahuel. La empresa chilena que aparece como consignataria de esa carga fue constituida en diciembre de 2020 por un bufete de abogados con oficina en Las Condes. Ninguna autoridad detectó que toda esa operación era manejada por un cártel mexicano.

En las siete empresas chilenas que participaron con la logística de ese envío, y que recibieron pagos desde cuentas corrientes mexicanas, aseguraron que nunca conocieron las identidades reales de quienes eran su contraparte en el estado de Jalisco, México.

Todos los pagos recibidos por las empresas chilenas provinieron de cuentas corrientes de empresas sin dueño conocido. Algunas de ellas fueron conformadas por prestanombres. La identidad de quienes manejan estas operaciones de envío de droga a Chile desde el puerto de Manzanillo, hasta ahora es un misterio, aunque se vislumbran algunas pistas.

No cabe duda que a los narcos mexicanos les ha resultado en extremo fácil crear fachadas sociales para darle un barniz de legalidad a su negocio, pues Chile no es el único donde ahora están presentes, a pesar de que las autoridades chilenas han anunciado planes para restringir la actividad de los narcotraficantes coordinando a distintos organismos públicos para que compartan información, pese a que esta historia demuestra que prácticamente no hay filtros cuando empresas sin dueño conocido buscan “invertir” en el país.

La Fiscalía chilena (equivalente a la Fiscalía General de la República en México) a la fecha se ha abstenido de fijar su postura oficial, aunque sí han admitido que “de acuerdo a información recabada a través del sitio argentino Infobae y del observatorio del narcotráfico de la Fiscalía Nacional, son efectivos los hechos referidos. No podemos hacer comentarios”.

Siguiendo esta postura, se constató que un reporte de Infobae fue el único que hizo referencia a esa incautación de droga, aunque sin entrar en detalles.

Los antecedentes

Cuando el 2 de diciembre de 2020 los abogados chilenos Francisco Duque Motta e Ignacio Méndez Letelier constituyeron la sociedad Mexstone Spa en una notaría del centro de Santiago (de acuerdo con los datos de CIPER), nada parecía fuera de regla. Lo hicieron en representación del ciudadano mexicano Leonardo Figueroa Gómez. La empresa que nació entonces tuvo un giro amplio: importación y exportación de toda clase de bienes, inversión financiera y participación en toda clase de sociedades y fue creada con un capital social de un millón de pesos.

Dos meses antes, el 2 de octubre de 2020, en una notaría pública en Poncitlán Jalisco, Figueroa Gómez y su socio Francisco Ventura Centeno, le otorgaron poder a los abogados chilenos para que los representaran en Chile. El poder fue extenso: podían representarlos ante organismos judiciales, administrativos y económicos chilenos y mexicanos; recibir pagos a nombre de ellos; comprar y vender bienes; y también constituir sociedades.

En su momento, tras de ser descubiertos, los abogados chilenos aseguraron que no conocían ni a Leonardo Figueroa ni a Francisco Ventura, subrayando que la contraparte con quien coordinaron la creación de Mexstone fue un tal “Jaime Rodríguez”, persona a la que tampoco conocieron.

Los abogados chilenos aseguraron que recibieron cerca de 3 mil 100 dólares por los servicios prestados a “Rodríguez”. El primer pago se realizó el 5 de agosto de 2020, antes de que constituyeran Mexstone, y fue por 900 dólares. El segundo se registró el 20 de abril de 2021, un día antes de que el primer cargamento con destino a Chile saliera desde el puerto de Manzanillo, y fue por mil 944; el tercero se concretó el 21 de julio de 2021 por 238 dólares.

Los pagos, además del servicio de constitución de la empresa en Chile, incluían asistencia de un abogado durante tres meses y proveer un domicilio tributario, que en este caso fue la misma oficina del bufete Duque & Méndez, ubicada cerca de la Escuela Militar, en Las Condes.

La ruta del narco en Chile

El primero de los dos cargamentos investigados por CIPER se embarcó en Manzanillo el 21 de abril de 2021 y llegó a San Antonio el 11 de mayo. Se le identificó con el BL (guía de carga) N° H-21/0291PCM. Según ese documento, el contenedor transportaba piedra de cantera.

Una vez que la carga tocó suelo chileno, fue almacenada temporalmente en el terminal extraportuario Seaport, en San Antonio. Allí permaneció hasta el 20 de mayo, cuando fue retirado a las cinco de la tarde por un camión de la empresa que prestó el servicio de transporte, Truck y Compañía, cuya patente es JXSG-88.

Según el plan original, la carga debía ser depositada en una bodega de la empresa Ergo (comuna de Pudahuel). Sin embargo, esa compañía no realizó la recepción porque era fin de semana. Entonces, Truck y Compañía la trasladó a un almacén que arrendó a la empresa Bodegal (San Joaquín).

Finalmente, la carga fue llevada por el mismo conductor y camión hasta Ergo (Pudahuel) el 24 de mayo. Poco después, la jefa de bodega de Ergo, envió un correo electrónico asentando que recibió 10 pallets de “piedra laja”. En ese mensaje, dirigido a una persona que identificó como Leandro, también agregó que el contenido “no venía en perfectas condiciones”.

Los responsables de la bodega Ergo admitieron que efectivos de la Policía Marítima chilena llegaron a su bodega preguntando por esta carga. Les respondieron que había sido abandonada y que seguía ahí. Quienes presenciaron esa diligencia, aseguran que al centro de cada pallet cargado con piedras había oculta una caja de madera vacía.

Era el mismo tipo de embalaje que las autoridades mexicanas descubrieron en el segundo cargamento, que alcanzó a ser confiscado en Manzanillo, cuando detectaron que en esas cajas estaba escondida la droga. Aunque en la carga que llegó a Chile las cajas estaban selladas, no hay certeza de que siempre se hayan mantenido así: la policía las encontró diez meses después de que arribaran al país.

Fuentes de las empresas chilenas que participaron en el transporte y almacenamiento de los pallets dijeron que desde México nadie reclamó esa carga y que tampoco lo hicieron los representantes en Chile (Duque & Méndez); es de hacerse notar que el abogado Francisco Duque aseguró que él no conocía a la empresa de bodegas Ergo y que se limitó a poner en contacto a los mexicanos con la agencia de aduanas Pollmann y con el transportista Luis Santander (dueño de Truck y Compañía), quienes se hicieron cargo de mover y almacenar.

Metidos hasta la médula

Cabe destacar que las mismas empresas involucradas en el primer cargamento que llegó a Chile, se repiten en los documentos asociados a la segunda carga, la que fue retenida en México. Cuando se requisó esa droga, las autoridades locales emitieron una pre alerta en la que se establecía que la empresa que estaba enviando el cargamento era Spade Riggle y que el consignatario en Chile era Mexstone.

Como contacto de la primera firma se anotó a “L.D.C.”, quien resultó ser un trabajador residente de una colonia periférica de Guadalajara. En el caso de Mexstone, se consignó al estudio jurídico de Francisco Duque.

La pre alerta establecía que el agente de aduanas sería Pollmann y que el flete marítimo lo haría Pluscargo Chile. Repartido en cinco contenedores, el documento señalaba que el peso total del cargamento era de 99 mil kilos (supuestamente de piedras decorativas).

En calidad de representante legal de Mexstone, el abogado Duque fue quien se contactó con Pollmann y Transportes Truck para gestionar la recepción y movilización del primer y segundo cargamento. Así, al menos, lo plantea el jefe de operaciones de Transportes Truck, Hugo Goncalves.Documentos oficiales manejados por CIPER, dejan en claro que para el primer cargamento tuvieron contacto con una persona de México que nunca se identificó, pero que escribía a nombre de Spade Riggle. Antes de eso, Francisco Duque fue quien se acercó a ellos para informar de estos envíos y para presentar al cliente nuevo, porque era quien representaba a Mexstone en Chile.

A él lo conocieron porque trabajaban con otras empresas de su propiedad, una que importaba café (Corporate Coffe) y otra de robots de limpieza. Además, una vez que el primer cargamento llegó a Chile, la persona que escribió desde México dijo que lo hacía a nombre de Duque.

Según el relato de Goncalves, desde Spadre Riggle también se comunicó una persona identificada como “Leandro”, quien les puso en contacto con Ergo para coordinar el transporte del primer cargamento hasta la bodega de esa empresa. Y agrega que, después de que el segundo embarque fuera interceptado por las autoridades mexicanas, no hubo más contacto ni movimientos a nombre de Mexstone; finalmente pudieron constatar que era una empresa de papel o fantasma.

Sobre sus contactos con “Jaime Rodríguez”, Duque exhibió en las indagatorias conversaciones vía WhatsApp que tuvo con él. Allí se registra que a fines de julio de 2021 el mexicano le preguntó por bodegas para la carga que llegaría en agosto. Insistió sobre lo mismo el 4 de agosto, el mismo día en que la droga fue requisada en México. Duque dice que después de eso no volvió a saber de él, que su WhatsApp ya no aparecía disponible y que no le volvió a contestar los correos.

El 24 de agosto de 2021, Duque envió un e-mail a la cuenta de “Rodríguez” bajo el asunto “renuncia servicios legales”. Allí le explicó que recibieron una alerta sobre la carga y cortó relaciones: “Nuestros estándares éticos como oficina de abogados no nos permiten tolerar dicha situación, por lo que le comunicamos por esta vía nuestra renuncia irrevocable a la prestación de los servicios profesionales legales”.

Pocas semanas después protocolizaron ante un notario de Santiago una modificación a la sociedad Mexstone donde Duque & Méndez renunció a los poderes legales que les habían otorgado desde México y los traspasaron al accionista Leonardo Figueroa Gómez, a quien dicen no conocer.

Eso sí, Duque se mantuvo como representante de la sociedad ante el Servicio de Impuestos Internos. Lo hizo, explicó, porque legalmente ese cargo no puede quedar vacante y no han podido disolver la sociedad, pues necesitan sus balances financieros, los que no tienen. Hasta hoy, la sociedad Mexstone está vigente. También la cédula nacional para extranjeros que posee Leonardo Figueroa desde que figura como accionista de una sociedad comercial creada en Chile.

En junio pasado, el abogado Francisco Duque presentó una denuncia ante la Fiscalía contra todos quienes resulten responsables por el intento de envío de droga a Chile. Leonardo Figueroa Gómez (quien actualmente se presenta como director comercial de Alfa AV, empresa mexicana que ofrece “servicios de tecnología en audio, seguridad, video y redes”), sigue figurando como dueño de la sociedad Mexstone, es decir, el vínculo sigue existiendo.

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