InvestigacionesJunio 2023

La danza de las corcholatas y la cena del presidente

Por: Rosalinda Cabrera Cruz

Las campañas políticas de los presidenciables están a todo lo que dan, pese a lo que diga tanto el jefe del Ejecutivo federal como el Instituto Nacional Electoral; no cabe duda que hay “guerra sucia”, uso de colores estratégicos, mensajes mañosos y manipuladores y en fin, todo aquello que permita que las ahora llamadas corcholatas, mediante frentes y alianzas, logren el triunfo en la ya cercana contienda electoral de 2024, no importando que para ello se maneje a modo el cerebro de los votantes.

Entre las estrategias del marketing, la publicidad subliminal sigue siendo una de las técnicas que más polémica y controversias siguen generando. Este tipo de publicidad, a pesar de no ser admitida, se encuentra dentro de los distintos tipos de mercadotecnia ilícita, además de que en la mayoría de los casos es bastante difícil de detectar.

Los principios de la publicidad subliminal se basan en el estímulo emocional de las percepciones del usuario, de modo que los mensajes emitidos pasan desapercibidos por los niveles primarios de la conciencia, pero que en cambio pueden actuar de forma poderosa sobre el subconsciente, aunque resulta difícil determinar el grado de influencia que puede llegar a producir. Sin embargo, algunos estudios sobre este aspecto afirman que los mensajes subliminales son procesados de manera consciente por el cerebro.

Aunque se puede considerar a la publicidad subliminal como el mundo de los “mensajes ocultos”, en ocasiones son descubiertos algunos que parecen más relacionados con una tradición de esconder “algo” sobre lo visible o evidente y donde podríamos discutir si realmente pueden o no generar algún un efecto en nuestro subconsciente. La respuesta puede resultar más que sencilla: quieren hacer publicidad viral haciendo creer que es publicidad subliminal.

Lo anterior lo vemos en innumerables espectaculares, en anuncios en radio y televisión, pero sobre todo en las redes sociales, que se han convertido en el medio predilecto para inflar el ego, dada su falta de regulación.

La muestra de que las campañas por la presidencia ya empezaron y no desde hace algunos días, sino de varios meses, lo podemos observar en las extensas giras que han venido realizando los aspirantes de los diferentes partidos por todo el país, sin importar que por el momento tengan otras encomiendas, ya sea como servidores públicos o como representantes populares en las cámaras de diputados o senadores.

Muy movido el partido guinda

Quien detenta el poder, siempre es quien se muestra más evidente a la hora de expresar su deseo por ocupar la silla grande. El Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) gracias al innegable apoyo presidencial, es el que menos empacho ha tenido para mover a sus corcholatas.

El mandatario Andrés Manuel López Obrador, ante la obviedad de las aspiraciones de algunos y de sus propias preferencias, ha lanzado la primera bola para que la danza de las corcholatas inicie y se formalice (aunque los tiempos electorales aún no se hayan establecido).

La renuncia del canciller Marcelo Ebrard Casaubón a su cargo, envió esta semana muchos mensajes, que cada interesado ha interpretado a su manera y conveniencia, así que, antes de que se piense que él es el bueno, López Obrador se ha visto obligado a pedir al resto de los aspirantes de Morena que se separen de sus cargos públicos para poder participar en la encuesta con la que se definirá quién abanderará al partido en los comicios de 2024.

En tal sentido, el presidente ha afirmado que, si el Consejo Nacional agendado para el próximo domingo 11 de junio aprueba ese mismo día la convocatoria al proceso interno de selección, para una fecha no tan lejana como es el 15 de junio el resto de las corcholatas deberán dejar sus cargos en el Gobierno, una resolución que puede ir de la licencia temporal a la renuncia definitiva, dependiendo del cargo.

Tal llamamiento se lanzó durante una polémica cena efectuada la noche del lunes 5, en la que estuvieron presentes todos los aspirantes presidenciales a excepción de uno (que aseguró que no lo invitaron), junto con los gobernadores morenistas, convivio al que por cierto llegó López Obrador a pie, por ser en un restaurante muy cercano al Palacio Nacional, lugar de su residencia, argumentando que iba a cenar, aunque no dijo con quién.

La orden (más que una petición), deja entrever que los interesados deben dejar sus puestos para poder dedicarse de lleno a hacer campaña en las semanas previas al levantamiento de la encuesta que definirá al candidato de Morena.

De la misma manera, con la medida se ofrecen las garantías para que los aspirantes no utilicen los recursos públicos a su disposición para promover sus intereses personales, algo que por lo demás está prohibido por la ley.

De entre los interesados en ser presidente de México, Ebrard ha sido quien más ha insistido en que el partido apure el establecimiento de fechas para que los interesados renuncien. Por el contrario, Claudia Sheinbaum, actual jefe de gobierno de la Ciudad de México, ha sostenido que se separará de su encomienda sólo si resulta arriba en la encuestas a realizar, lo que contradijo lo afirmado por su jefe: que primero debe renunciar y luego ir por la encuesta.

Independientemente de las directrices trazadas a la cúpula de las huestes morenas durante la cena referida, ésta reunión fue para enviar un mensaje innegable: que el presidente ha asumido las riendas de la contienda interna de su partido, en un esfuerzo por evitar que la pugna sucesoria descarrile el proceso y provoque divisiones en su movimiento.

También deja ver la urgencia de que el partido apure la definición de la candidatura presidencial, mientras las corcholatas deben preparar en cuestión de días, cómo será su salida del Gobierno: si renunciarán de manera definitiva o si pedirán licencia al cargo, y, quizá lo más importante, a quién dejarán en su lugar.

Y esto les quedó bien claro a la jefa de Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum; el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard; el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, así como al líder de la fracción de Morena en el Senado, Ricardo Monreal (a Noroña no tanto porque a él no lo invitaron a la comilona, la que fue pagada por cierto con cuentas separadas).

Jugando con el inconsciente, aunque aún no sea tiempo

La mente humana tiene dos niveles de conocimiento: uno es consciente y racional, el otro es inconsciente e irracional. El primero sirve para realizar operaciones, comunicarse y organizar cualquier actividad, la otra es más difícil de comprender, pues se expresa cuando estamos soñando, en las equivocaciones involuntarias cuando hablamos, los chistes, etc.

Lo inconsciente está oculto, no se manifiesta a primera vista. Los mensajes subliminales están relacionados con la mente inconsciente. Es aquella información que nuestra mente percibe, pero sin darse cuenta de ello; está escondido en la información.

En la publicidad se utilizan los mensajes subliminales para que los consumidores reciban una información que está disimulada en el mensaje convencional. Muchos anuncios incorporan estas técnicas para que el consumidor o en este caso el votante tenga el impulso de comprar un producto (los candidatos se transforman en un producto vendible) porque ha recibido información de manera oculta, pero totalmente intencionada.

Los expertos en comunicación sin duda usan estas técnicas en las campañas electorales, lo que ya se está viendo. En ellas aparecen mensajes minúsculos y que en apariencia no tienen un significado. Pueden estar en cualquier parte: la forma de un logo, un pequeño gesto en un cartel o cualquier pequeño detalle o color. El propósito es que el mensaje subliminal llegue a la mente del posible votante y tenga motivos inconscientes para decidirse por una opción.

En estos momentos la guerra por el voto literalmente ha asaltado todos los medios escritos y electrónicos y eso que el país está a un año de distancia de las elecciones presidenciales, lo que a los aspirantes no les interesa, porque sienten que los tiempos ya se les vienen encima y buscan ganar su lugar en las boletas.

Apenas se habló de las contiendas electorales y aún ante el riesgo de ser acusados y multados por el Instituto Nacional Electoral por actos anticipados de campaña, muchos de los aspirantes se han apurado a garantizar para su causa todas las “terceras páginas” de los diarios escritos y cuanto espacio se encuentra disponible en carreteras y calles, con el fin de colocar vallas publicitarias, afiches, cruza calles y portales “nublando” cielo y tierra de propaganda electoral favorable a sus fines.

En este caso, las campañas electorales son procesos rutinarios de las democracias modernas que implican acciones intensas de persuasión, comunicación y movilización política de los ciudadanos, que se realizan por parte de los partidos políticos con el objetivo de ganar la mayoría de los votos y así alcanzar una posición de representación política y en este sentido, los medios de comunicación sí son “amigos”.

Las infaltables bolas de adivinación

Como bien se dice que la esperanza es lo último que muere, desde las muy recientes elecciones estatales donde se eligieron gobernadores para los estados de México y Coahuila, otra vez se puso de moda estar al tanto de lo que las bolas de cristal o encuestas digan para prácticamente cada semana reorganizar las estrategias de campaña.

Algunos de los candidatos o candidatas se deslindan y afirman y aseguran que las encuestas son sólo fotografías que se toman en el momento y que pueden variar, pero eso no les significa ningún obstáculo para encargar con diferentes empresas o medios de comunicación la aplicación de alguna de estas indagaciones.

Hay empresas que independientemente de recibir el encargo, ya han hecho toda una tradición de las encuestas, como es el caso de grupo Reforma, que entre los muchos cuestionamientos que ha aplicado entre la ciudadanía, se encuentra el relativo a la tendencia al voto; sin embargo, ellos mismos han admitido sus errores de vaticinio en procesos electorales anteriores, al igual que lo han hecho otras empresas que, revestidas de seriedad, en muchos casos adaptan sus conteos a las necesidades de quienes les hacen el encargo de analizar el ambiente electoral, pero a su favor, lo que en la mayoría de las ocasiones les hacen incurrir en errores de óptica.

Lo que es una realidad, es que con la participación activa de las redes sociales, donde aparecen constantemente encuestas “fantasma” o elaboradas por “bots” que luego se dan por ciertas favoreciendo a uno u otro aspirante, las encuestas no son otra cosa que bolas de cristal adivinatorias donde las casas encargadas de levantar conteos meten supuestas preferencias, levantadas a modo y de acuerdo con intereses políticos, económicos y sociales; si bien algunas aciertan, son más las que ofrecen datos equivocados, a pesar de atribuirse objetividad y seriedad en la selección de las muestras que van a contabilizar después.

Las encuestas se vienen realizando por vías tradicionales, como son las de vivienda, telefónicas o las de diversos medios de comunicación; con menos seriedad se tienen las de redes sociales, puesto que son levantadas de manera robotizada y por ende contestadas de la misma forma, la verdad es que de alguna manera impactan en las campañas y eso es lo que cuenta.

Las corcholatas viajeras

Es en ese panorama que los todavía suspirantes, bajo distintos pretextos, han realizado toda clase de visitas relámpago en diversas entidades del país, siempre argumentando que están ahí por trabajo, aunque las imágenes muestren el proselitismo a todo lo que da.

Un ejemplo de ello es Michoacán, donde tan sólo por citar a unos cuantos, se tiene al recién renunciado secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard, quien durante su visita a tierras michoacanas (antes de que ocurriera su renuncia) ya había ventilado su intención de dejar el cargo, porque “es un buen propósito que exista equidad en la contienda”.

Ebrard es uno de los principales personajes de Morena que han manifestado su deseo de participar en la elección de 2024, como también lo ha hecho la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, el senador Ricardo Monreal, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, el diputado del PT, Gerardo Fernández Noroña, así como el recién incorporado al terreno de las corcholatas el senador del Partido Verde, Manuel Velasco.Esas corcholatas han sostenido giras de trabajo por distintos puntos del país, y tanto Marcelo Ebrard, como Adán Agusto López, Claudia Sheinbaum y Ricardo Monreal, se han pronunciado en torno a la encuesta interna, los tiempos en los que se realizará, sobre las encuestas externas, pero también en torno a si respetarán los resultados del proceso interno del partido.

No podían faltar los llamados a la unidad, desde la cúpula de la presidencia hasta la dirigencia de Morena a cargo de Mario Delgado, que se ocupó de hacer un llamado para fortalecerse unidos, solicitando de paso a los gobernadores ser prudentes, ello en el apoyo que ofrecen a las corcholatas que vistan sus entidades.

En tierras michoacanas, algunas corcholatas se pronunciaron sobre si se aceptarán los resultados del proceso interno, algunos de ellos aceptaron su respaldo hacia el partido en el proceso, pero otros más evadieron hablar.

Y en ese panorama, la Comisión de Quejas y Denuncias del Instituto Nacional Electoral (INE) le pidió al partido Morena que “conmine” a sus aspirantes a la Presidencia de la República, lo mismo a sus simpatizantes, a abstenerse de realizar actos de proselitismo político con miras a la elección presidencial del próximo año.

La comisión argumentó que estos actos pueden afectar la “equidad” y “legalidad” de ese proceso electoral, por lo que declaró procedente la tutela preventiva. Esto implica que Morena tampoco podrá hacer propaganda en anuncios espectaculares, bardas y calcomanías para automóviles con imágenes o alusiones a sus aspirantes a la presidencia de la república, aunque en los hechos vemos que esto no se cumple.

Con este pronunciamiento, el instituto le dio la razón a las denuncias del PRD y Movimiento Ciudadano, que concretamente señalaron a tres aspirantes morenistas: la jefa del gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum; el canciller, Marcelo Ebrard; y el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, quienes realizan presunta promoción personalizada con fines electorales, actos anticipados de campaña y posible uso de recursos públicos para estos fines.

En la queja se establece que estos funcionarios realizan giras con fines electorales en el país, en las que, en espacios públicos y redes sociales, difunden frases como “Con Marcelo sí”, “Es Claudia” y “Ahora es Adán”, lo que es más que evidente en entidades como Michoacán. La medida cautelar es urgente a fin de que ya no se sigan violando con estos actos los principios constitucionales en materia electoral, a un año de que se realicen las elecciones presidenciales.

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