La peor crisis económica para la UMSNH
Rosalinda Cabrera Cruz
La Universidad Michoacana ya tocó fondo financiero; a la nueva rectora Yarabí Ávila González le tocará lidiar con el tema de poner freno a prestaciones sindicales impagables (algo que se llevaron por la tangente quienes la precedieron en el cargo) si es que quiere sacar del top 5 de universidades en crisis a la Casa de Hidalgo.
El ultimátum está dado: para la secretaría de Educación Pública (SEP) existen presuntas prestaciones que no se pueden pagar, lo cual genera condiciones difíciles para las universidades y tiene que modificarse en los contratos colectivos de trabajo; esto lo apuntó el subsecretario de Educación Superior de México, Luciano Concheiro Bórquez, al abordar el tema de los recursos para la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) durante su reciente visita a Morelia.
El funcionario hizo hincapié en que, “aunque respeta a los sindicatos, es necesario negociar sin ir en contra de los derechos de los trabajadores”, por lo que reconoció la necesidad de modificar los contratos colectivos hacia adelante, al existir la dificultad de pagar prestaciones al mediano plazo e incluso al corto para algunas instituciones de educación superior, tales como la Michoacana.
Planteó que “se tiene que encontrar la ruta para ‘comprar’ prestaciones y apoyar a jubilados de otra manera, para que el pasivo que tiene la universidad, que es muy grande no se venga abajo”, lo que incluso ya se le planteó a Ávila González.
De igual manera, Concheiro destacó la importancia de federalizar a la Universidad Michoacana “en el mejor sentido de la palabra”, lo que cambiaría el sentido de lo federal que es solo fundamentalmente lo que viene del centro del país; aquí habría que recordar que la UMSNH es de las pocas en México que recibe estudiantes de todo el país.
Callejón sin salida
No cabe duda que, tal como ya se avizoraba hace menos de un lustro, los contratos colectivos de trabajo llevaron a la UMSNH a un callejón sin salida. El tema puesto sobre la mesa por Luciano Concheiro prendió todos los focos rojos, porque llamó a hacer negociación de las prestaciones, eso sí, “sin ir en contra de los derechos de los trabajadores”, porque la realidad es que como van la cosas, no hay presupuesto que alcance.
Las alternativas no podrían ser más difíciles, pues o se reducen las prestaciones o se ajusta la plantilla de personal a la baja; sin duda, ambas propuestas no son del agrado de los sindicatos nicolaitas y menos en estos tiempos, cuando están de frente a las revisiones contractuales anuales, donde los líderes sindicales van por aumentar los salarios y mejorar las prestaciones, como son canasta navideña, material didáctico, ayudas de despensa, ayuda habitacional, bonos, apoyo familiar, quinquenios, viáticos, estímulos, vestuario y equipo, ayudas económicas para festividades, capacitación, becas, ayudas médicas o recreación y varias minucias más, que sí bien son un derechos para los trabajadores, son los montos los que se han ido por las nubes.
Hasta ahora, las dirigencias sindicales han obtenido lo que han pedido, pues ningún rector ha querido enfrentarse a las medidas de presión que le han aplicado, e incluso (por el momento) Ávila González la ha tenido fácil pues va entrando al cargo, pero no están lejos de cumplirse los días en que los empleados administrativos y académicos saldrán a las calles a exigir los derechos que estiman irrenunciables, sobre todo ante el ultimátum del gobierno federal.
Y en esas condiciones se encuentran también las universidades autónomas de Chiapas, Estado de México, Benito Juárez de Oaxaca, Morelos, Nayarit, Tabasco y Zacatecas, para las que el gobierno federal ha implementado condiciones económicas similares, las cuales están aceptando.
Claro que el planteamiento optimista del subsecretario Luciano Concheiro de trazar una ruta este año que ayude a que la Universidad Michoacana para que salga del grupo de universidades en crisis, lo que calificó de “la mejor noticia y hay las condiciones”, depende de la necesidad imperiosa de que la máxima casa de estudios de Michoacán también contribuya y revise con los sindicatos el tema de las prestaciones que tiene, pues muchas de ellas son incosteables financieramente.
Sentenció que, “definitivamente ya hay en el fondo 2023 obras para el crecimiento de la oferta educativa que puede hacer la institución, tuvimos reunión con la rectora y su equipo y le trazamos las condiciones de la distribución presupuestal”, es decir, el tema ya está condicionado.
Lo que dice la rectora
El discurso optimista del gobierno federal contrasta con la postura de la rectora Yarabí Ávila, expuesta un par de días después de la visita de Luciano Concheiro a Morelia, pues para ella, la propuesta del centro del país “es una decisión que se toma en conjunto en una mesa de trabajo y no puede ser tajante, ya que se trata de una decisión colegiada”, esto con respecto a los alcances de los gremios nicolaitas.
No obstante, admitió que tampoco se puede determinar entregar más prestaciones “pues ya no podemos, la Universidad Michoacana ya no puede; antes decían ‘se van a acabar la gallina de los huevos de oro’, ahora ya no hay gallina, entonces tendremos que ser muy responsables al respecto”.
Con apenas 45 días en el cargo, Ávila González dio a conocer que la institución registra un déficit de 1 mil 003 millones de pesos, por lo que ya contempla una serie de medidas administrativas y de orden, que le permitan eficientizar el gasto, aunque anticipó que sólo se podrán reunir 250 millones de pesos, que se restarán a los recursos que harían falta para el cierre de año.
Algunas medidas para economizar, serían calcular cuántos maestros hicieron falta de asignar “y si hicieron falta tenemos que acudir al tema de los interinos, por eso calculamos en 250 millones de pesos que intentaremos ahorrar, eficientizar para ir disminuyéndolo año con año”, precisó.
Ávila González explicó que por el momento no contempla recursos extraordinarios de la federación, ya que, al acudir a la Ciudad de México ante la dirección de Educación Superior, le advirtieron que “si tiene 2 pesos se gastan 2 pesos”, por lo que deberán hacer que el presupuesto alcance lo más posible.
Entre otras medidas, explicó que se disminuirá al mínimo el gasto de 200 millones de pesos para la contratación de maestros interinos, por lo que se optará por llenar los horarios de maestros de tiempo completo, de medio tiempo o denominados de “asignatura B”.
Señaló además que está pendiente la renovación del personal de contrato, ya que se buscará contratar únicamente a los que realizaban “trabajos especializados”.
De frente a la revisión contractual
La rectora explicó que en estas fechas ya se encuentran en la fase de revisión contractual con los gremios para analizar diversos temas, y si bien no necesariamente se enfocan a la concesión de más prestaciones, si se están buscando los incrementos salariales de cada año.
El panorama no podría ser más desalentador, en opinión del secretario general de la Universidad Michoacana, Zoé Tamar Infante Jiménez, quien reconoció la situación crítica en la que encontraron a la máxima casa de estudios, “con cuentas en cero, con pasivos y falta de pago de impuestos. La Universidad Michoacana sigue siendo parte de las 5 universidades en crisis del país”, aseguró.
Desde una posición por demás endeble (porque se enfrenta al hecho de convertirse en sindicato minoritario), el secretario general del SUEUM, Eduardo Tena Flores manifestó que están conscientes de ellos y que se ha acordado trabajar en temas que no impliquen más gastos para la Casa de Hidalgo y por el contrario coadyuvar a la gestión de recursos.
Cabe recordar que previamente a dejar el cargo a inicios de este 2023, el ahora exrector Raúl Cárdenas Navarro manifestó que estaban asegurados los salarios y prestaciones para los trabajadores académicos, administrativos y manuales de la institución durante el 2023, porque el pasado 20 de diciembre se firmó un convenio con autoridades federales y estatales, del cual se desprendieron recursos financieros para cubrir los sueldos de los empleados en su totalidad al finalizar el año 2022 y se garantizaba los del 2023, e incluso la UMSNH “no asumió compromisos nuevos” que afectasen los Contratos Colectivos de Trabajo (CCT).
Según las declaraciones, lo establecido en el acuerdo consistió en el depósito de los CCT ante la autoridad laboral competente y las prestaciones tanto para personal de nueva contratación como activo, acción que aseguraron ya estaba realizada.
En cuanto al presupuesto 2023, se comprometieron a una mayor vigilancia en su aplicación, a fin de evitar la escasez de recursos y cumplir los estipulado con la Ley General Contabilidad Gubernamental, la Federal de Presupuesto, la de Disciplina Financiera de las entidades federativas y municipios, así como otros reglamentos.
Además, como parte del convenio, se presentarán informes trimestrales sobre el nuevo sistema de jubilaciones y pensiones, aprobado en 2020, entrega que se efectúa desde hace cuatro años de manera constante.
Asimismo, la Universidad Michoacana ha continuado con la supresión de plazas o asignaturas incompatibles con puestos directivos del personal que trabaje en cualquiera de los tres niveles de gobierno o que tenga plazas académicas y administrativas en la Casa de Hidalgo.
Para revisar a detalle el convenio, el documento aparece en el enlace https://dgesui.ses.sep.gob.mx/sep.subsidioentransparencia.mx/2022/subsidio-extraordinario/UPE
La reforma de 2020
El artículo 29 de la Ley Orgánica de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo de 1986, establece un derecho para sus trabajadores al momento de su retiro; éste consiste en reconocer que a los veinticinco años de servicio se cuenta con el derecho a jubilarse con una pensión que no será menor al salario integrado que perciban al momento de su retiro, más los acumulables en los términos del Reglamento correspondiente y los contratos colectivos de trabajo.
Durante más de 30 años el tema no se había tocado por los miembros del Consejo Universitario en turno, a manera de modificación del Reglamento en términos de la disposición legislativa consignada en la Ley Orgánica, lo que tuvo como consecuencia la gran incertidumbre que cada año se vive en materia financiera.
Si bien las prestaciones laborales del personal activo se presupuestan puntualmente año con año, la de los jubilados es otra cosa, prestándose a múltiples conjeturas; lo más firme que se ha dicho es que los pagos a los jubilados en activo se hacen tomando dinero de los trabajadores ordinarios, tanto docentes como administrativos y manuales, por lo cual el pago a los jubilados no está reconocido presupuestalmente por la federación y el gobierno del estado.
En el documento quedó establecido que no habría cambios en la Edad Biológica, Tiempo Efectivo Laborado, Salario Regulador, Complementariedad de la Pensión del IMSS y Constitución de Fondo de Aportaciones para jubilados y jubilables.
De igual manera, para personas con menos de 25 años de servicios, en el apartado de Salario Regulador se propuso se considere el 100 por ciento del último salario integrado del trabajador en su plaza definitiva, realizando las actualizaciones que se obtengan por las revisiones contractuales.
En el caso de las Constitución de un Fondo de Aportaciones se asentó que según las condiciones que se presenten en la institución, se buscaría la constitución de un fideicomiso o fondo, bajo criterios de transparencia y rendición de cuentas.
Cabe aclarar que esta propuesta es aplicable, una vez aceptada por los gremios universitarios, para las futuras generaciones de trabajadores académicos y administrativos, las que deberán contar con al menos la edad biológica de 60 años y 30 años de tiempo efectivo laborado y la jubilación que reciba por parte de la UMSNH será proporcional a los siguientes datos:
60 años——85%
61 años——88%
62 años——91%
63 años——94%
64 años——97%
65 años——100%
