Investigaciones

Michoacán, estancado por la falta de educación

Michoacán sufre graves rezagos en materia de absorción educativa, lo que provoca que solo 3 de cada 10 jóvenes en edad universitaria cursan alguna carrera

Por: Rosalinda Cabrera Cruz

Michoacán sufre graves rezagos en materia de absorción educativa, lo que provoca que solo 3 de cada 10 jóvenes en edad universitaria cursan alguna carrera y que únicamente 2 de cada 100 ingrese a posgrado; la entidad requiere de avanzar en la cobertura de planteles de educación media superior y superior y que los jóvenes logren su permanencia en los estudios, de acuerdo con las estadísticas que maneja la secretaría de Educación en el estado.

Por otro lado, la entrega de becas para todos los niveles escolares o la dotación de materiales escolares no mejorará per se la educación en México, advirtió el presidente de Mexicanos Primero, capítulo Michoacán, Erik Avilés Martínez, quien considera que se requiere partir de un diagnóstico preciso de cómo se encuentra la educación para determinar con certeza y claridad hacia dónde se pretende llegar, porque de lo contrario se estará invirtiendo de forma equivocada el presupuesto destinado a la educación.

De acuerdo con la citada organización, en Michoacán solo 17 por ciento de los estudiantes que ingresan a primaria logran inscribirse a la universidad y el resto abandonan la escuela por múltiples factores, no solamente el socioeconómico. Sugieren que para atender todos los problemas que motivan la deserción escolar debe contarse con un diagnóstico preciso para atender todas y cada una de las causas para alcanzar la meta de disminuir al mínimo ese indicador.

Cobertura pírrica en México

“La cobertura educativa es realmente pírrica, solamente tres de cada diez jóvenes logran llegar a la universidad en este país y en Michoacán es mucho peor la situación; todavía cuando le ponemos zoom a la situación nos damos cuenta de que solo 17 de cada 100 jóvenes logran llegar en tiempo y forma a la universidad, desde que se inscriben en primero de primaria”, puntualizó Avilés Martínez.

Estimo que sería un buen arranque realizar un diagnóstico para que los nuevos programas educativos funcionen porque, efectivamente, la administración federal entrante “no recibe el mejor de los países, la mejor de las naciones para realizar todas las metas, todos los objetivos, lo que ella (Claudia Sheinbaum) ha soñado, que lo dijo durante la campaña, yo quiero, cuando termine mi sexenio, yo quiero ser recordada como la presidenta de la educación; tampoco es que la vara esté muy arriba porque realmente a cuál presidente de México podemos recordar, los últimos 50 años, por haber sido el presidente de la educación” subrayó.

El grado promedio de escolaridad en territorio michoacano es de 8.7 años y el analfabetismo es del 6.6 por ciento. Para el ciclo escolar 2023-2024 le corresponde una matrícula total de 1 millón 231 mil 818 estudiantes, de los cuales 627 mil 943 (51.0 por ciento) son mujeres y 603 mil 875 (49.0 por ciento) son hombres.

La matrícula total representa un 3.6 por ciento del total del Sistema Educativo Nacional. Distribuida por tipo educativo la composición de la matrícula del sistema escolarizado es la siguiente: educación básica 77.9 por ciento (inicial 0.9 por ciento, preescolar 15.0 por ciento, primaria 43.9 por ciento y secundaria 18.0 por ciento), educación media superior 12.8 por ciento y educación superior 9.3 por ciento.

En cuanto a educación preescolar, la cobertura es del 67.3 por ciento. La atención por grupo de edad es la siguiente: 3 años 32.9 por ciento, 4 años 82.4 por ciento y 5 años 85.2

por ciento. En educación primaria la cobertura es del 97.3 por ciento, mientras que la tasa neta de escolarización es del 91.2 por ciento. El abandono escolar es del 1.8 por ciento, la reprobación del 1.8 por ciento y la eficiencia terminal del 89.2 por ciento.

En educación secundaria la cobertura es del 81.8 por ciento, mientras que la tasa neta de escolarización es del 71.4 por ciento. El abandono escolar es del 7.4 por ciento, la reprobación del 6.2 por ciento y la eficiencia terminal del 81.9 por ciento.

En educación media superior la cobertura es del 59.4 por ciento, mientras que la tasa neta de escolarización es del 47.8 por ciento. El abandono escolar es del 14.4 por ciento, la reprobación del 11.7 por ciento, la absorción del 93.5 por ciento y la eficiencia terminal del 62.4 por ciento. En educación superior la cobertura es del 22.9 por ciento, el abandono escolar es del 12.6 por ciento y la absorción del 67.8 por ciento.

Como se puede observar, es una pirámide decreciente en la que, por distintos factores se va filtrando la población escolar de nivel a nivel.

Crisis en educación superior

Uno de los temas centrales para abordar los diferentes desafíos en la educación superior es la eficiencia terminal, punto en el que las distintas instancias universitarias aseguran que se ha avanzado, pero todavía se requiere seguir apuntalando.

Se debe tener en consideración que existen problemas que muchas veces impiden que los jóvenes continúen sus estudios, desde temas como la migración, matrimonio juvenil y los temas económicos que obligan a la integración al mercando laboral. Sin embargo, en el caso específico de educación superior, la falta de planteles y la todavía baja cobertura en la entidad es quizá la mayor problemática, pues no alcanza siquiera el 30 por ciento del territorio, algo que se replica también en el nivel medio superior.

De igual forma, también la reprobación es uno de los componentes que impiden trayectorias educativas exitosas en Michoacán para el nivel superior, que está en un 12 por ciento, por encima de la media nacional y era un tema que trabajaban a través de mecanismo como las tutorías.

Actualmente, son cerca de 13 mil jóvenes los que reprueban en la Universidad Michoacana, donde han buscado alternativas como el acompañamiento de las tutorías que atiende a los jóvenes para dar orientación académica que necesitan, pero esto no se aplica en el resto de la oferta educativa del nivel en el estado.

Otro factor que no se toma en cuenta para lograr una mejor absorción educativa en los niveles medio superior y superior es la orientación vocacional, pese a que periódicamente se llevan a cabo expoferias universitarias; es una realidad que los aspirantes a ingresar en esos niveles, desconocen la oferta existente o las facilidades que tienen para cursarlas.

En estos momentos, en torno a las licenciaturas e ingenierías con más demanda en la UMSNH, Derecho sigue siendo de las carreras tradicionales más solicitadas, lo mismo que Ingeniería Industrial, Licenciatura en Administración, Gestión Empresarial, Pedagogía y Sistemas Computacionales, que por otra parte son las que conocen los jóvenes.

Le siguen Ingeniería Civil, Cirujano Dentista, Psicología, Contaduría, carreras que siguen siendo muy buscadas, pero que han bajado en interés y otras más de las que ignoran totalmente su existencia, como Biomedicina, que se oferta en el Tecnológico de Cherán, que tienen una matrícula pequeña, pero esto no quiere decir que no tengan demanda, además de que existen planteamientos innovadores como los que hace la Universidad de la Ciénega.

Cabe destacar que en Michoacán existen 95 instituciones de educación superior en activo, entre públicas y privadas, donde se destaca la presencia de la oferta pública, en

instituciones como los tecnológicos descentralizados y los federales, además de las universidades como la UNAM y la Universidad Michoacana.

Más esfuerzos

Los esfuerzos por elevar los índices en los niveles de educación superior no se circunscriben sólo ahí; en lo que se refiere al nivel medio superior, en la búsqueda de garantizar la continuidad de quienes egresan del nivel básico hacia el bachillerato se han implementado campañas como la “Rífatela estudiando”.

Al anunciar este programa hace algunos días, la titular de la secretaría de Educación en el estado (SEE), Gabriela Molina Aguilar, dio a conocer los más de 200 programas en diversas modalidades para que los aspirantes elijan donde continuar con sus estudios, disponible para su consulta en la plataforma https://iemsysem.michoacan.gob.mx/oferta-educativa.

Detalló que en el nivel medio superior se cuenta con 415 planteles en todo el estado, incluidos aquellos que trabajan la educación dual como lo son los subsistemas Conalep y Cecytem. Bachillerato general, modalidad mixta y 42 carreras de bachillerato tecnológico, son parte de la oferta.

Mientras que, para formación profesional y técnico, existen 154 instituciones de las cuales 27 son públicas y 128 incorporadas, todas actualizadas a la pertinencia de los programas de estudio. Respecto a las universidades tecnológicas y politécnicas es posible obtener una doble titulación.

Al puntualizar en su funcionamiento, dijo que inicia la próxima semana y se difundirá entre las propias comunidades educativas y a nivel estatal a partir de una campaña de difusión. Al finalizar cada semestre escolar, los padres de familia, los tutores y quienes ejercen la patria protestad de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes que estudian en las escuelas públicas del Sistema Educativo Nacional, “deberían de estar felices y contentos, por el avance de sus descendientes en su proceso educativo”. Pero la realidad nos dice todo lo contrario, porque son los tiempos de las preocupaciones y las angustia al tener que conseguir los pesos extra suficientes para pagar los nuevos uniformes y útiles escolares y las inconstitucionales “cuotas voluntarias” y “fichas de inscripción”, entre otras cosas (ya reconocer este problema ya es un avance).

La funcionaria reconoció que la preocupación no sólo se limita a la cuestión económica, sino que se extiende al aprovechamiento escolar, pues es del conocimiento público que los resultados obtenidos en materia educativa van siendo cada vez más distantes a lo deseado y a lo programado en los documentos normativos de la educación pública nacional, empezando porque semestre tras semestre, por una u otra razón no se imparte el número de clases que indica la secretaria de Educación Pública en los calendarios escolares correspondientes, lo que limita el desarrollo de algunos programas de estudio y poder mejorar la calidad de la enseñanza que se imparte en las escuelas públicas.

Asimismo, se sabe del limitado aprendizaje significativo que en los diferentes niveles académicos van adquiriendo sus hijos, debido al desorden que desde hace décadas persiste en el Sistema Educativo Nacional, ante la negligencia o complacencia de las autoridades educativas. Además, de que pocos planes y programas de estudio están vinculados al sector productivo de bienes y servicio, mientras que sin ton ni son, se siguen inaugurando nuevas universidades “patito”, las que en pocos años se convertirán en fábricas de profesionistas desempleados.

Cada administración elabora sus propios programas

Es una realidad que no existe continuidad en los procesos de enseñanza-aprendizaje; Cada seis años el gobierno en turno elabora su propio Programa Sectorial Educativo en donde se enfatiza entre otras cosas, que la educación que imparta el Estado, además de ser obligatoria, será universal, inclusiva, pública, gratuita y laica y que el Estado garantizará que los materiales didácticos, la infraestructura educativa, su mantenimiento y las condiciones del entorno sean idóneos y contribuyan a los fines de la educación, desafortunadamente esto es cada vez más letra muerta.

Cada administración de gobierno federal establece su propio “modelo educativo”, es decir su propia forma de organizar y transmitir los aprendizajes. Para el gobierno en turno y para el que acaba de concluir, la educación del pueblo no es precisamente una prioridad nacional, aun cuando se ha manifestado preocupación por mejorar la calidad de la enseñanza, mediante la implementación de un nuevo “modelo educativo” o de una ocurrencia llamada “la nueva escuela mexicana”, mediante el cual se busca la equidad, la excelencia y la mejora continua en la educación. Pero a la fecha ese experimento educativo ha traído como consecuencia que cuatro de cada diez alumnos de educación básica tengan dificultad para leer y realizar operaciones básicas de aritmética y matemáticas.

Pese a que en la Ley General de Educación y en los demás documentos normativos de la educación pública se dice que la educación es gratuita, al ser un servicio público garantizado por el Estado, esto no resulta verdad, pues aún persisten los pagos obligatorios y las contraprestaciones que condicionan la enseñanza.

Baste recordar que en esa misma ley, veladamente se autorizan las inconstitucionales “cuotas voluntarias” y hasta dice que “las autoridades educativas en el ámbito de su competencia definirán los mecanismos para su regulación, destino, aplicación, transparencia y vigilancia de las cuotas que (eso sí) serán manejadas por los padres de familia mediante el programa “La escuela es nuestra” y que supuestamente son usadas, entre otras cosas, para la adquisición de papelería, equipo de oficina y de cómputo, consumibles, material de laboratorio, material de limpieza, papel sanitario, uniformes deportivos, pago de pasajes, gasolina, hospedaje y comidas para atender comisiones laborales, pagos de eventos académicos, deportivos y culturales, comida del día del maestro y de fin de año, cubrir apoyos económicos que solicitan las oficinas centrales de algunos subsistemas educativos.

Sin embargo, otro de los retos que tiene ante sí el actual gobierno de la república es mejorar la calidad educativa y para lograrlo también se requiere no solamente contar con diagnósticos precisos sino con indicadores y pruebas que muestren el nivel de aprendizaje de los estudiantes; lamentablemente, dijo, el gobierno anterior no mostró interés en continuar evaluando la educación con las pruebas internacionales como PISA (Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes) porque mostraron que tras la pandemia hubo retrocesos en México.

En conclusión, no se cuenta con un sistema de evaluación del aprendizaje que es al final del día donde se puede medir el impacto que tienen todas las acciones, la política educativa, la inversión, los recursos humanos, materiales, las reformas estructurales a los planes y programas de estudio, a los materiales educativos; ahí es verdaderamente donde se nota si hay un antes y un después pero justo se coloca una caja negra, opaca para que nadie conozca cuál es el logro, el impacto en el aprendizaje en las niñas, los niños y los jóvenes.

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