Por: José Ojeda Bustamante/México Social
A propósito de la llegada de nuevos presidentes municipales, que en diversos estados de nuestro México están tomando protesta, después de un proceso de elección o reelección, con desafíos claros en todos ellos. Cuando hablamos del municipio, nos referimos al nivel de gobierno más cercano a la vida diaria de las personas, el más concreto, el que recibe el halago o el denuesto más inmediato. En nuestro sistema federativo, el municipio es la base que sostiene todo lo que construimos encima. En especial, los municipios, en términos generales, juegan un papel clave en el desarrollo regional y social, pero necesitan herramientas y estrategias más efectivas para enfrentar los retos actuales.
1. Desigualdades en competitividad
De acuerdo con el Índice de Competitividad Urbana 2023 (ICU) del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), los municipios, por citar un ejemplo del estado de Puebla, enfrentan una situación dispar. Mientras que la zona metropolitana Puebla-Tlaxcala figura entre las áreas con competitividad media-alta, gran parte de los municipios más pequeños están rezagados.
En términos de infraestructura, la calidad de los servicios básicos como agua potable, alcantarillado y electricidad sigue siendo desigual. De hecho, solo el 50% de los municipios de la región tienen acceso regular a agua potable.
Estas disparidades generan grandes retos para el desarrollo regional. La capacidad de atraer inversión y generar empleos depende, en gran medida, de una infraestructura sólida. Sin acceso adecuado a servicios básicos, los municipios quedan fuera de los principales corredores de inversión, afectando la calidad de vida de sus habitantes y limitando su capacidad de crecimiento económico.
2. Colaboración intergubernamental: la clave del progreso
Resolver estos problemas no es tarea fácil, y los municipios no pueden hacerlo solos. Necesitan el apoyo del gobierno estatal y federal. La colaboración intergubernamental es esencial para crear políticas integrales que fortalezcan la infraestructura local y mejoren la calidad de los servicios públicos. Por ejemplo, en el ámbito del tratamiento de aguas residuales, el 70% del agua en México regresa a los ríos sin tratamiento, lo que no solo pone en riesgo el medio ambiente, sino que afecta directamente la salud pública y el desarrollo urbano. Mejorar esta situación requerirá una estrategia coordinada entre los tres niveles de gobierno.
Además, el financiamiento es un reto crítico para los municipios. La mayor parte de los ingresos municipales provienen de transferencias federales, lo que limita su autonomía y capacidad para ejecutar proyectos a largo plazo. Implementar sistemas de recaudación más eficientes, como catastros digitales, podría ayudar a los municipios a aumentar sus ingresos propios.
Actualmente, menos del 5% de los municipios en México tiene sistemas de pago de predial, lo que demuestra la enorme área de oportunidad para modernizar los servicios administrativos.
3. Digitalización: un salto necesario hacia la modernidad
La incorporación de tecnología en los gobiernos municipales no es solo un lujo, sino una necesidad. Los trámites y servicios siguen siendo mayormente presenciales, lo que ralentiza los procesos y aumenta los costos tanto para los ciudadanos como para el gobierno. El IMCO ha señalado que los servicios públicos digitales son un 74% más rápidos y un 95% más baratos que los presenciales.
La digitalización también puede mejorar la transparencia y la rendición de cuentas. En un contexto donde más del 80% de la población percibe que la corrupción es frecuente en sus municipios, la adopción de plataformas digitales podría reducir los espacios de discrecionalidad y corrupción, permitiendo a los ciudadanos acceder y monitorear de manera más eficaz los servicios municipales. Los municipios que inviertan en tecnología tendrán una ventaja competitiva significativa, pues no solo atraerán más inversiones, sino que ofrecerán mejores condiciones de vida a sus habitantes.
4. Municipios como motores económicos
Los municipios no solo son actores locales, sino que también pueden convertirse en motores económicos regionales si cuentan con las herramientas adecuadas. El nearshoring, es decir, la reubicación de cadenas productivas más cerca de los mercados consumidores está generando grandes oportunidades de inversión para México. Sin embargo, para aprovechar estas oportunidades, los municipios deben mejorar sus condiciones de competitividad.
Por ejemplo, Puebla y sus municipios tienen una ubicación estratégica, cercana a la Ciudad de México y con fácil acceso a los principales corredores industriales del país. Si los municipios logran mejorar su infraestructura, atraerán inversiones en sectores de alto valor agregado.
De acuerdo al ICU 2023, las ciudades más competitivas presentan mayores flujos de inversión extranjera directa (IED) y una diversificación económica que impulsa su crecimiento. Volvemos al ejemplo de Puebla, tiene su potencial para seguir esta ruta, siempre y cuando sus municipios fortalezcan sus capacidades de gestión.
5. La urgencia de fortalecer las finanzas municipales
Para que los municipios puedan crecer y prosperar, es fundamental que sus finanzas sean sostenibles. Sin embargo, la realidad es que menos del 35% de los ingresos municipales en promedio provienen de fuentes propias.
El resto depende de las transferencias estatales y federales, lo que limita su capacidad de responder a las necesidades de la población. Mejorar la recaudación del predial y la eficiencia de los catastros son pasos cruciales en este sentido. Además, la implementación de un servicio civil de carrera en áreas clave, como los catastros y las tesorerías, podría aumentar la eficiencia y reducir la rotación de personal, lo que a menudo afecta la continuidad de los proyectos.
Conclusión: El futuro está en los municipios
Los municipios tienen el potencial de convertirse en actores clave del desarrollo regional, pero esto no sucederá de manera automática. Requieren modernizarse, fortalecer sus finanzas y coordinarse más eficientemente con los otros niveles de gobierno. Su éxito dependerá de que sus municipios reciban el apoyo necesario para superar los retos actuales y aprovechar las oportunidades del futuro. Este es el momento de actuar y de garantizar que los municipios tengan las herramientas necesarias para convertirse en el corazón del desarrollo local.