Editorial| Para el 2024, reglas electorales como están
En 45 días y por mayoría, las ministras y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación declararon la invalidez de los dos paquetes de reformas a leyes secundarias en materia electoral.
Las elecciones para Presidente, Senado, Cámara de Diputados, nueve gubernaturas, 31 congresos locales y ayuntamientos en 25 entidades, el próximo 2 de junio de 2024, se regirán bajo la legislación electoral que data de 2014 y sin los cambios propuestos por el presidente Andrés Manuel López Obrador a la estructura del INE.
En 45 días y por mayoría, las ministras y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación declararon la invalidez de los dos paquetes de reformas a leyes secundarias en materia electoral.
El pasado 8 de mayo, el Pleno de la Corte declaró la invalidez de la primera parte del plan B, declarando inconstitucional la reforma a las leyes generales de Comunicación Social y de Responsabilidades Administrativas.
Esta jueves 22 de junio, resolvió en contra de las reformas a la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, a la Ley General de Partidos Políticos, a la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, y la Ley General de los Medios de Impugnación en Materia Electoral, que fueron publicadas en el Diario Oficial de la Federación, en marzo pasado.
Para ambos casos, la votación fue de 9 contra dos; las únicas ministras que no se despojan del “obradorismo” son Loretta Ortiz y Yasmín Esquivel.
El Máximo Tribunal resolvió que el Congreso de la Unión incurrió en múltiples violaciones graves al procedimiento legislativo durante la aprobación del paquete electoral, como fue publicar en el DOF textos modificados o eliminados, de los aprobados en las cámaras.
Que la Cámara de Diputados jamás expuso razones para justificar el trámite urgente delas iniciativas; los legisladores no tuvieron oportunidad de conocer las propuestas porque no se publicaron ni se distribuyeron con la anticipación exigida por el Reglamento de la Cámara de Diputados y tampoco gozaron de un plazo razonable para conocer lo que estaban votando, pues en total se trataba de reformas a disposiciones que nunca fueron dictaminadas, que presentaron en el momento de iniciar la sesión (11:04 de la noche) y que se aprobaron en tan solo cuatro horas.
Fue un día de júbilo para cientos de miles de electores que salieron a las calles a defender la democracia y protestar en contra del autoritarismo presidencial.
Pero sigue el riesgo latente de una nueva ofensiva del líder moral y político de la “cuarta transformación”, de ganar Morena y sus partidos aliados, las elecciones presidencial y legislativas, el próximo año.
Ya lo cantaron: la alianza de la 4T va por 33 millones de votos que requieren para alcanzar la mayoría calificada en el Congreso de la Unión y garantizar la reforma electoral a modo de la nueva hegemonía política.
Pero la decisión está en los votantes y el sistema político bajo el que nos queremos regir: democracia o dictadura.