Editorial| La sequía

Sin una política pública previsora tantos años en cuanto al medio ambiente y cuidado racional y sustentable del agua, finalmente la sequía nos alcanzó este 2024 y como nunca, lagos y presas registran sus niveles más bajos, particularmente las que suministran al Sistema Cutzamala, en los límites del Estado de México y Michoacán.

De acuerdo a la Conagua, el lago de Zumpango, Estado de México, se encuentra prácticamente seco; la Presa Valle de Bravo ‘Miguel Alemán’ registra 28.7 por ciento, aproximadamente 113 millones de metros cúbicos.

La Presa ‘El Bosque’ en Zitácuaro, Michoacán, presenta 56 por ciento de su capacidad, un nivel crítico, y es que según la información oficial, el embalse tiene una profundidad de 40 metros, pero en la actualidad es de 10 metros.

La última vez que estuvo completamente llena fue en octubre de 2021, desde entonces el espejo de agua se ha ido reduciendo y las partes que han quedado al descubierto se han llenado de basura.

El Monitor de Sequía en México de la Conagua reportó que a la primera quincena de marzo de 2024 hubo sequía de moderada a excepcional en 5 por ciento del territorio nacional.

De acuerdo con el último reporte del organismo, el 84 por ciento de México tiene un grado de sequía o está anormalmente seco, es decir, 2 mil 75 municipios afectados.

Y si no hay agua, tampoco alimentos. Esta Semana Santa no perdimos de un platillo tan tradicional de Cuaresma como son los romeritos.

Y los precios de otros productos, por las nubes.

Especialistas en economía prevén un repunte inflacionario por la escasez de alimentos del campo, dado que la sequía terminará por afectar las cosechas nacionales.

Agrava el problema de escasez de agua, los incendios forestales, que al 26 de marzo ya sumaban 58 activos en una quincena de estados

Esta fue una mala semana para Michoacán en este rubro, pues ya había registrado 22 incendios en lo que va de la temporada; el registrado hace dos días en el cerro del Quinceo en Morelia, dejó una espesa capa en la atmosfera.

Y a todo esto, ¿qué hacemos para evitar quedarnos sin agua?

Es tan fácil, como cuidar el uso en el hogar y reciclarla, y exigir a los gobiernos cuidar las fugas; una agricultura sustentable y gestión racional de las cuencas hidrográficas.

Esto nos involucra a todos.