Sin ninguna pena o incomodidad, la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, sigue integrando obradoristas a su gabinete. ¿Qué no hay más hombres y mujeres con capacidades y conocimientos para acompañarla en su mandato? ¿O solo recibe recomendados?
Ayer anunció al ministro en retiro Arturo Zaldívar como coordinador de Política y Gobierno en la Oficina de Presidencia y será el encargado de darle seguimiento a las reformas constitucionales, en especial a la del Poder Judicial.
A Leticia Ramírez, quien fue la coordinadora de Atención Ciudadana en Palacio Nacional, luego secretaria de Educación Pública, ahora la integra como coordinadora general de Asuntos Intergubernamentales y Participación Social.
Anteriormente, Sheinbaum Partido había informado que Zoé Robledo se mantendrá como el director del IMSS-Bienestar en su gobierno y que Carlos Torres continuará como secretario técnico de la Presidencia.
Estas ratificaciones de funcionarios se suman a las de Rogelio Ramírez de la O, como secretario de Hacienda; Marcelo Ebrard, que fue canciller y ahora será secretario de Economía; Juan Ramón de la Fuente, que fue el representante permanente de México ante la ONU con el presidente Andrés Manuel López Obrador, ahora será canciller; Alicia Bárcena, pasará de canciller a secretaria del Medio Ambiente.
Raquel Buenrostro, fue titular del SAT, luego secretaria de Economía y a partir del 1 de octubre, secretaria de la Función Pública; Ariadna Montiel continua en la Secretaría del Bienestar; Rosa Isela Rodríguez pasa de la Secretaría de Seguridad Pública a Gobernación y Mario Delgado, de dirigente nacional de Morena, a secretario de Educación Pública.
Pero el presidente Andrés Manuel ha sido condescendiente con su sucesora y le ha permitido decidir algunas designaciones, casi todas sobre funcionarios de ella cuando fue gobernadora de la Ciudad de México.
Como Rosaura Ruiz Gutiérrez, secretaria de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación; Ernestina Godoy, consejera jurídica de Presidencia; Luz Elena González Escobar, secretaria de Energía y David Kershenobich, secretario de Salud.
También, Jesús Antonio Esteva Medina, secretario de Comunicaciones y Transportes; Edna Elena Vega Rangel, titular de la Sedatu y Omar García Harfuch, secretario de Seguridad así como Julio Berdegué Sacristán, secretario de Agricultura.
Lo deseable y saludable para la primera mujer que será presidenta del país, habría sido conformar su propio equipo de colaboradores, leales a ella y no a quien las y los recomendó y por lo tanto, le deben el cargo.
Seguirán los obradoristas en el próximo sexenio y todo indica que nunca podremos hablar de claudistas. Que pena.
