“El mundo siendo mundo/ no me podrá vencer/ si cabe en cinco letras/ muy grande no ha de ser…” Pedro Infante
Por: Moisés Sánchez Limón
No hay peor ciego que el cínico que niega la realidad y se hace que la virgen le habla. Disculpe la ruda analogía, pero ¡como anillo al dedo!
Y es que ¡ahí viene Claudia Carlota de México! Así la llamó Su Alteza Serenísima con ironía en respuesta a un comentario de Enrique Krauze. ¿Ironía?
¿O será Mamá Carlota?
Pero…
Palo dado ni la Constitución lo quita. Y sí.
Son dueños de México, transitan entre la soberbia del triunfo y desprecian al derrotado, lo humillan y, fíjese usted, asumen ese discurso que niega su frase “no somos iguales”, porque se hermanan en causa y efecto.
Lea usted y saque sus conclusiones.
Sin filias ni fobias, como el ciudadano engatusado por sedicentes demócratas y honestos hombres y mujeres que son la viva imagen congruente de la pobreza franciscana.
“O sea –dijo el licenciado López Obrador–, es que lo que estamos viviendo ahora no es nuevo. Nada más que recordaba yo antes con…
“Recordaba ayer con la presidenta electa, le decía: ¿Te acuerdas cómo ganábamos en debate siempre? Siempre ganábamos el debate en las cámaras, pero perdíamos la votación, pero nos quedaba ese consuelo, ¿no?, ganamos el debate, pero, bueno, perdimos la votación. Cómo no íbamos a perder la votación si estaban unidos todos los conservadores, había coalición y nos pasaban la aplanadora, lo que no ven ahora, pues, ya se les olvidó, ya se les olvidó.
“Entonces, le digo: Mira cómo han cambiado las cosas, ahora les ganamos el debate y también les ganamos la votación. Se avanzó, por eso estamos muy contentos”.
¡Sí! ¡por supuesto! Ahora que se chinguen estos senadores y diputados federales de la oposición y trabajadores del Poder Judicial de la Federación y ministros, magistrados, jueces e integrantes de la carrera judicial y usted y yo como ciudadanos de este país que transita hacia estancos conocidos en los vecinos con gobiernos de dizque izquierda.
Sí, que se jodan porque son los perdedores y habrá reforma al Poder Judicial de la Federación por obra y gracia y los cojones de Su Alteza Serenísima Andrés Manuel López Obrador.
¿Y los foros convocados por el Corporativo Morena y Asociados en el Congreso de la Unión dizque para explicar las razones por las que debe haber esa reforma a uno de los Tres Poderes de la Federación?
¡Ah!, fíjese usted que fueron de convocatoria abierta, pero se reservaron el derecho de admisión. Así de cabrones y alzaditos.
¡Claro!
¿Opinaron magistrados, jueces, trabajadores del Poder Judicial de la Federación, decir los interesados y principales afectados por la enmienda? ¡Nada!
Ahí tiene usted el caso Loretta Ortiz Ahlf, la ministra que hace un año se pronunció contra la elección de jueces, magistrados y ministros, pero en un Foro Reforma al Poder Judicial, en Mérida, Yucatán, el sábado último, 24 de agosto de plano asumió públicamente su filiación morenista y fanática del Duce.
“Yo fui fundadora de Morena, caminé por las calles”, dijo y, sin rubor, elogió a Andrés Manuel López Obrador llamándolo “el mejor presidente que ha tenido nuestro país”.
Pero, entre los asistentes hubo una voz que se atrevió a increparla porque no explicó de qué se trata la iniciativa de reforma al Poder Judicial de la Federación –cuyo dictamen fue aprobado, en lo general y particular, anoche lunes 26 de agosto, en comisiones de la Cámara de Diputados–.
Lea usted:
“¿Por qué nos miente, señora ministra?
“¡Me duele ver que nos mienta así! Yo defiendo al país, defiendo a la democracia y usted por lo visto solo defiende al Presidente, solo viene a elogiarlo, solo viene a mentirnos como lo hace la cuarta transformación. ¿Transformación de dónde?
“Están destruyendo el país, están destruyendo la democracia, están destruyendo la independencia judicial”, le espetó la abogada Mildred Berrón, oficial judicial del Segundo Juzgado de Distrito en Mérida, Yucatán.
–¡Por eso! –respondió la ministra pillada cual panegirista de la 4T.
Entonces, la abogada Milldred Berrón le recordó:
“El Poder Ejecutivo es quien usted representa, no el Poder Judicial de la Federación. Sus intereses son hacia Morena no hacia la gente, deje de mentirnos. Es una verdadera pena que usted represente a los ciudadanos y nos venga a mentir a la cara, me duele”.
Ya entrada en gastos, la ministra declarada morenista se atrevió a replicar:
“No miento, no tengo porqué mentir, y no tengo porqué mentir, sencillamente llevo 44 años dando clase, pues no miento, es tu dicho contra el mío.
“Si consideras que yo miento, pues no votes por mí. Y los que me tenga confianza voten por mí”.
¿Qué tal? ¿No que no se parecen a los de endenantes? ¡Ah!, porque la jurista Ortiz Ahlf le entrará al proceso de elección como ministra. Seguro se reelige.
Pero, bueno, estábamos en que la Princesa Caramelo en vías de ser ungida, según el dicho irónico del licenciado presidente, en Claudia Carlos de México, ya es presidenta electa y chínguese la oposición incluida en algo así como 94 millones de mexicanos, con todo y jóvenes imberbes y lactantes que nada saben de sufragios, pero todos los días comen y no votaron por la Princesa Caramelo.
Salvo aquellos que, por supuesto, profesan la fe ciega con el manto del Santo Niño Fidencio de Palacio.
Y le juegan a ser demócratas, impolutos investidos con el manto del doble lenguaje. Ahí tiene usted a la ministra Loretta
¿No se parecen a los de antes? He aquí que la Princesa Caramelo en la idea de quedar bien con el aún licenciado presidente metió la chancla de satín bordado.
En el ánimo de explicar por qué debe reformarse al Poder Judicial de la Federación, olvidó que Su Alteza Serenísima daba instrucciones al entonces presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el prístino e independiente Arturo Zaldívar Lalo de Larrea, para que, en juzgados, se orientara favorablemente para su gobierno algún caso en particular.
Claudia Sheinbaum Pardo, en su singular conferencia mañanera, declaró:
“El presidente, en su momento, no con el presidente López Obrador, pero previo a ello le llamaba al presidente de la Suprema Corte para decirle qué quería que se resolviera.
“¿Por qué no hablan de eso los de la Comisión (Interamericana) de Derechos Humanos, los de los medios internacionales?
“¿Por qué no se habla de aquel periodo donde todo era…? ¿O ustedes creen que Fox no le llamaba al presidente de la Suprema Corte, o Calderón o Peña?
“Bueno, está el caso que ha denunciado el ministro Zaldívar, el de la guardería ABC”.
Con matiz y todo, no pueden ni podrán ocultar que llevan el ADN del PRI con mezcla del PAN y del PRD. ¿También de Movimiento Ciudadano? ¡Vaya usted a saber!, pero de que se parecen, se parecen. Y harto. Por de pronto hay que ir tomándoles el modito porque andan sobraditos.
¿Dueños del país por “voluntad” de millones de votos comprados con recursos públicos vía programas sociales? Ese es delito electoral disfrazado de democracia. ¡En la madre, Drakko! Digo.
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