Nuestras plumas

Opinión| Ausencia de honestidad… Vómito de mentiras

Seguramente hay países con mayor producción de mendacidad, pero en esta materia, y por esa deficiencia gubernativa, somos una nación destacada.

Por: Marco Antonio Aguilar Cortés

Es doloroso confesarlo, pero en México quienes ejercen el poder mienten con una constancia descomunal e ilógica. Esa manía para falsear la realidad no es exclusiva del actual sexenio, pero, sí, en esta administración gubernativa se ha agravado.

Seguramente hay países con mayor producción de mendacidad, pero en esta materia, y por esa deficiencia gubernativa, somos una nación destacada.

Me refiero a quienes ejercen el poder, porque respecto a los mexicanos hay millones de personas veraces que portan la honestidad fidedigna, de la que carecen, por desgracia, nuestro actual presidente y una pródiga cantidad de funcionarios públicos.

Con dejo de reproche, el presidente López afirma, una mañanera sí, y otra mañanera también: “No hay cooperación de parte del gobierno de los EU en el caso del señor Zambada y de Joaquín Guzmán López. No nos han pasado información”.

Y ese reiterativo lamento presidencial acaba de ocasionar una respuesta de EU a través de su embajador Ken Salazar, quien dijo:

“Desde la detención de estos dos narcotraficantes, el pasado 25 de julio se informó, de todo, a las autoridades mexicanas a través de la Fiscalía General de la República. Les informamos que Joaquín Guzmán Jr. se entregó voluntariamente; y al Mayo Zambada se lo llevaron en contra de su voluntad. Esa es la evidencia que vimos nosotros cuando llegaron ambos narcotraficantes al aeropuerto de Santa Teresa, en Nuevo México. Esta operación fue entre los cárteles, donde uno entregó al otro”.

Y con una pincelada de ironía diplomática, el embajador estadounidense agregó: “Este éxito se logró gracias al auxilio del gobierno mexicano”. ¡Qué pena!, que a nuestro mentiroso presidente le machuquen, así, sus dedos, y lo exhiban con el lenguaje de una política grácil.

Otra faceta de este caso la tenemos en el texto de la carta que suscribió Ismael Mayo Zambada desde EU; ahí dice que: “Fui traicionado por uno de los hijos del Chapo Guzmán, quien sin mi voluntad me llevó golpeado y amarrado a los EU… El 25 de julio me citaron para sostener una reunión con el gobernador del Estado de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, y con Héctor Melesio Cuén Ojeda, exalcalde de Culiacán y ex rector de la Universidad de Sinaloa; éste fue asesinado en la finca Huertos del Pedregal en donde a mí me secuestraron; ahí saludé a Cuén, antes de que lo mataran. Entre el gobernador Rocha y Cuén había diferencias políticas y personales, ambos pidieron mi ayuda para resolverlas. Cuatro escoltas que me acompañaban han desaparecido. La violencia no es buena; a nadie ayuda y a todos perjudica…”

Esa carta fue conocida el 10 de agosto; y para el 11 de agosto ya estaba el presidente López en Culiacán, con el gobernador Rocha Moya, asistiéndole, apapachándole; y para blindarlo, expuso: “… sobre este caso de Zambada, esperaré la versión del gobernador respecto a su supuesta reunión pactada. Vamos a esperar a que tengamos más información, lo importante es que haya paz y tranquilidad en Sinaloa…”

El gobierno de Sinaloa frente al asesinato de Héctor Melesio Cuén Ojeda informó que, su muerte, fue ocasionada en un asalto cuyo motivo fue el robo. Sobre el gobernador Rocha, juzgó el presidente López: “… es un gran gobernador, tenemos toda la confianza en él…”

La mentira oficial continua, e impúdica, quema al obradorato. Entre el Mayo Zambada y el presidente López, el Mayo es el veraz.

Los mexicanos necesitamos encontrar la verdad de todos los hechos políticos, fuera del gobierno, y fuera de su mañanera, mejor conocida como el mentidero de López; un sitio, en Palacio Nacional, tan lleno de asquerosidad, en donde se produce, el vómito de la mentira gubernativa.

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