Editorial| Está perdiendo el Presidente el control de la sucesión para su partido
¿Pues quién es, que el Presidente habla tanto de ella? ¿Qué hizo o qué hace?
El presidente Andrés Manuel López Obrador lo debería de saber porque a él, en carne propia le pasó. Entre más la denoste, calumnie y menosprecie, más coloca a la senadora Xóchitl Gálvez en la mirada del electorado.
¿Pues quién es, que el Presidente habla tanto de ella? ¿Qué hizo o qué hace?
Preguntas tan elementales que hoy tienen a la aspirante a candidata a la Presidencia de la República por el Frente Amplio por México, como la política de oposición más popular.
Su origen indígena, su aspiracionismo, su lenguaje tan coloquial, pero sobre todo sus amarres para encarar tú a tú, al mismísimo López Obrador, genera ese interés de conocerla y seguirla para confirmar lo que dice el líder de la “cuarta transformación”, o es todo lo contrario.
Nada más hay que seguir la carrera de la ingeniera en programación con especialización en robótica y empresaria en edificios inteligentes, sustentabilidad y ahorro de energía, para entender su particular interés en el medio ambiente y los derechos de las comunidades indígenas.
Precisamente, apareció en el escenario político mexicano en el 2000, cuando el entonces presidente Vicente Fox la invitó para encabezar la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas.
En la carrera presidencial anticipada, había pasado prácticamente inadvertida, hasta que en diciembre pasado, al presidente López Obrador se le ocurrió decir en su “mañanera”, que Gálvez Ruiz quería eliminar los programas sociales. Exigió su derecho de réplica por ser una falsedad, se lo negó, y desde entonces no lo deja dormir a gusto.
El Presidente lleva dos semanas hablando de Xóchitl. “Piensa en mí desde que amanece, a ver si la Beatriz no se pone celosa”, ha dicho la aludida. Y adelantó que contestará con humor cada uno de los ataques que reciba.
El más reciente: que investigue Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad y el INAI, los contratos que recibe la empresa de Xóchitl.
No hace falta, ella misma hará públicos los contratos que ha recibido del Gobierno Federal en las administraciones de Vicente Fox y Felipe Calderón, incluso con el gobierno lopezobradorista.
Su empresa ha entregado suministros al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y fue contratada por Banobras para servicios de mantenimiento. “El actual gobierno me ha contratado servicios porque mi empresa es profesional”, dijo.
El presidente Andrés Manuel está perdiendo el control de la sucesión para su partido Morena.
Las desangeladas campañas de sus “corcholatas”, los pleitos entre ella y ellos; la popularidad creciente de Xóchitl, la propia conformación del Frente Amplio por México por parte de organizaciones civiles con el PRI, PAN y PRD, y los entornos cada vez más complejos y peligrosos por la desatada actividad criminal, le vienen complicando los escenarios al Presidente.
En boca cerrada, no entran moscas.
