Pluma invitadaPlumas invitadasSeptiembre 2023

De frente y de perfil| Del Mazo abyecto y servil

La evidencia es brutal, el trato deferencial del presidente López Obrador al gobernador del Mazo y viceversa, deja en claro los arreglos que se dan en lo más alto del poder público.

Por: Ramón Zurita Sahagún

La evidencia es brutal, el trato deferencial del presidente López Obrador al gobernador del Mazo y viceversa, deja en claro los arreglos que se dan en lo más alto del poder público.

Los cuchicheos al oído entre el Ejecutivo federal y el estatal provocaron suspicacia y dejaron entrever la química existente entre los dos personajes y los continuos reconocimientos que hacía López Obrador a de del Mazo III y los que revirtió ahora el joven Alfredo hacia la gestión presidencial.

Un gobernante mexiquense que raya en el cinismo y la desvergüenza de dejar un pésimo legado de gobierno y un pesado fardo para el lustre que tuvo en el pasado el apellido del Mazo en el Estado de México, donde su abuelo fue fundador del mítico Grupo Atlacomulco, que resultó sepultado por otro de la misma estirpe.

Alfredo del Mazo III es parte de la herencia dejada por su primo Enrique Peña Nieto, quien decidió ser el sepulturero del priismo en todo el país, como parte de la estela de corrupción dejada por los miembros de su gabinete, incluido su primo “Alfredito”.

Del Mazo III tuvo educación de príncipe por parte de su familia que creyó que el Estado de México era parte de la herencia del abuelo y que sin ningún tipo de preparación política o administrativa fue enviado en su segundo intento al gobierno de esa entidad, donde su triunfo fue sumamente cuestionado y su compromiso de entregar la estafeta a la misma candidata que resultó perjudicada por los abusos el poder de su primo Enrique.

Joven, apuesto, educado, pero con peores mañas que sus antecesores, del Mazo hizo un gobierno lleno de corruptelas, donde sus hermanos y socios saciaron sin consideraciones de ninguna clase su sede de poder y dinero.

Mediocre por donde se le vea, del Mazo III fue el gobernador no emanado de MORENA que más cercanía guardó con el presidente López Obrador, el que sabía que la entidad más poblada del país y una de las tres más ricas caería en manos del actual partido gobernante, llegado el momento.

Por eso, repitió con la misma candidata con todo y que Delfina Gómez no logró eficacia alguna en su paso por la Secretaría de Educación Pública y como superdelegada en ese estado no mostró empaque alguno y peor le fue como senadora, ya que fue un escaño más, sin sobresalir en ninguna forma.

Pero en el caso de del Mazo III (el príncipe) su papel como mandatario estatal fue simplemente mediocre, tibio, titubeante y al mismo tiempo sumiso y servil a merced de la 4T que le inspira temor debido a sus fallas garrafales.

Alfredito deja al estado en la peor situación de violencia, con territorios dominados por los grupos delincuenciales, un alto índice de feminicidios, sin obras trascendentales, ni logros de ninguna clase y con su programa de salario rosa, siendo parte de su fracaso.

Hubo quienes le vieron patas para gallo y confiaban en que mantendría el estado en manos de su partido (PRI), lo que lo catapultó hacia una eventual candidatura presidencial, algo con lo que soñaron su abuelo y su padre, sin conseguirlo, pero al príncipe le falta decisión y le sobran abulia y abyección.

Hoy, Alfredo del Mazo III, se encuentra listo para sumarse a la 4T, aceptando cargos del nivel que le indique su mentor, Andrés Manuel López Obrador o sumarse a las filas de Claudia Sheinbaum de quien espera un trato preferencial.

Del Mazo resultó la peor decepción entre los malos gobiernos que le antecedieron, superando las corrupciones de Arturo Montiel y otros depredadores que han sometido a la ciudadanía del Estado de México.

Email: ramonzurita44@gmail.com

ramon-zurita.blogspot.com

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