Por: Samuel Cantón Zetina
Javier May asumió el poder, se estrenó en conferencia de prensa dos días después -miércoles 2-, y al siguiente, el estado se convirtió por la violencia en un infierno.
Vaya usted a saber si eventos de ese día y del fin de semana, como el intento de incendio de dos tiendas de abastos, quema de vehículos, asaltos, reguero de ponchallantas, y la aparición en espacios públicos de mantas y una cabeza humana, se produjeron a manera de “bienvenida”, para calarlo llegando llegando, a ver cómo anda de temple, o simplemente -para la delincuencia- un día como cualquier otro.
“Calma”, pidió el gobernador a la gente.
En las matutinas de su primera semana, aseguró que la ola de delitos se debe a la disputa por la plaza (Tabasco) entre grupos criminales.
Como sea, May Rodríguez ha dado contestación inmediata: apenas 24 horas después de su prueba de fuego, seis de los presuntos responsables fueron detenidos con armas y droga.
Fue una auténtica cacería con recorridos terrestres y aéreas hasta hallarlos.
“Estamos dando resultados”, dijo el mandatario.
En su mañanera del lunes dedicada justamente a seguridad pública, May, junto con el titular de la SSPC, Víctor Hugo Chávez Martínez, dará a conocer más información.
Lo que cuenta es la máxima importancia que el gobernador da al tema y al objetivo de recuperar la tranquilidad.
De hecho, en sus primeras horas al mando, ya instaló la Mesa Estatal para la Construcción de Paz y Seguridad; recorrió las instalaciones de la SSPCT; consolidó coordinación y estrategias con fuerzas federales, y mandó al Congreso ternas para que los diputados eligieran al fiscal y a los nuevos magistrados del Tribunal Superior de Justicia, de donde saldrá, ya por decisión de ellos mismos, el presidente del órgano.
Cabe recordar que en su mensaje posterior a que rindió protesta constitucional, Javier May se comprometió a atender “a fondo” las causas de la inseguridad.
Empezó a hacerlo en medio de la refriega…