YO CAMPESINO/Ganso iracundo| Ante su espejo, el Peje expresó su gran enojo: Ratero, clasista, racista, hipócrita
Ante su espejo, el Peje expresó su gran enojo: Ratero, clasista, racista, hipócrita
Por: Miguel A. Rocha Valencia/Índice Político
Lo de ratero, hipócrita y holgazán ya quedó demostrado. Lo de clasista y racista, lo hizo patente al según él, insultar a quienes habrán de marchar el próximo domingo en favor del Instituto Nacional Electoral y contra su reforma a modo para sostenerse en el poder.
Se mostró el Peje harto enojado, ya no se sabe si por la amplia convocatoria –anónima, por cierto- de la marcha o porque nada le sale bien, los muertos se le acumulan, el hackeo a la Sedena lo desnuda como un gran farsante, ignorante, vengativo y holgazán. Ponen al descubierto las fobias y corruptelas de la Cuarta Transformación, convertida hoy en oligarquía y a él como el autócrata en jefe de la nueva mafia en el poder.
Pero más que eso, está el hecho de que es espiado por sus consentidos, los militares y eso no lo debe tener muy contento, máxima que se meten a la recámara, saben sus intimidades, debilidades, fobias, excesos, pecados y desde luego, los actos de corrupción donde él es el tema central y explican muy posiblemente, la sumisión del caudillo a los caprichos militares, la entrega de miles de millones de pesos que no se transparentan, obras para justificar transferencias y “devoluciones en cash”, la administración de las mismas, mayor presupuesto para armamento y privilegios castrenses.
También podría estar enojado porque no le dieron el premio Nobel de la Paz o porque se agotaron las reservas de dinero para completar sus planes presupuestales, pues ya no hay fondo de contingencias, exprimió los fideicomisos, las obras no se terminan ni muestran viabilidad financiera y a su lado, puro inepto y servil con sueños presidenciales. Para colmo, CFE y Pemex reportan pérdidas y deudas históricas.
No se midió con los epítetos -como siempre- contra quienes irán a la marcha que, por la simple causa, convoca y genera un ánimo de defensa en favor del INE dando palo de un sector de la sociedad contra los planes presidenciales que, según él, son los mejores. Los llama antidemocráticos.
Pero en el espejo, él mismo se revela como autoritario, llama clasistas a los otros y él se arroga la virtud de lo contrario. Les dice racistas y él mismo coloca a los “otros” en su desprecio desde las alturas del poder. Los califica de hipócritas cuando él mismo se viste de charro todos los días para mentir a la sociedad, sostener con falsedades una realidad inexistente y se victimiza cuando en realidad es México el rehén de sus decisiones personales.
Es el profeta cuatrotero quien, olvidándose de los parámetros de la democracia, se alzó como autócrata y desde su púlpito palaciego acusa a los demás de los vicios que él mismo carga, con una corrupción evidente, confesada por el autócrata tabasqueño que exige a los demás, en sus propias palabras, obediencia ciega, sin desvíos, sin quitarle una coma.
Y se ríe. “No estaré” y la sonrisa socarrona se vuelve nerviosa al agregar que se irá a la chingada para festejar un año más de vida para dejar un libre acceso al Zócalo, como si esa fracción del territorio nacional ya fuera suyo, aunque de facto lo es con todo y sus barreras metálicas.
Llama a los suyos a no caer en provocaciones, pero él encabeza los desafíos a quienes no le creen. Les dice roben, mientan, corrómpanse y si “los descubren, échense la culpa y quédense callados”. Al fin el manto de impunidad del caudillo de Tepetitán los habrá de cobijar incluso desde allá, en Palenque, desde donde piensa seguir gobernando a través de un o una pelele.
Mientras, la inflación sigue estancada arriba del 8.5 por ciento; Banxico subirá la tasa por arriba del 10 por ciento para encarecer el dinero e inhibir el consumo; la inversión privada fluye, pero no a los niveles de 2018 y sin eso, el país no va a crecer y se le pronostica un cero en promedio al PIB sexenal.
De hecho, el Inegi dice que el Índice Global de la Actividad Económica (IGAE) se mantiene estancado; crece el empleo con las 235 mil plazas nuevas reportadas por el IMSS, pero los salarios se precarizan y la pobreza laboral se incrementa.
Total, que a la marcha irán muchos convocados solo por la causa de defender al INE, el profeta hará su berrinche allá y vendrá a ofender acá. Es su estilo, pero lo cierto es que en México está en marcha una oposición que rebasa los partidos y se transforma en movimiento social sin necesidad de comprar votos ni gastar en ello el presupuesto a costa del crecimiento y la deuda del país.