Jorge Hidalgo LugoNuestras plumasRueda de Molino

Rueda de Molino| Entre narco aliados y negocios morenistas mutimillonarios, a Michoacán se lo carga el carajo

Entre narco aliados y negocios morenistas mutimillonarios, a Michoacán se lo carga el carajo

Por: Jorge Hidalgo Lugo

Sin mediar pudor alguno, ya no se diga respeto al cargo que ostenta por azares del destino, el que cobra como gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla se ufanó de ser “populista” y más aún, sentirse orgulloso de ser “obradorista”, aunque en el territorio estatal la mayoría de sus habitantes no comulguen con este proyecto que ya no sólo destruye al país, sino que arrasa con esta entidad a pasos agigantados.

El tema no es que presuma sus afinidades al populismo ramplón que lastima a México, ni que se postre sumiso y abyecto ante quien es su verdadero patrón, no. Lo lamentable es que Ramírez Bedolla sufra ceguera o la pondere a su conveniencia, cuando los problemas torales de Michoacán siguen creciendo incontrolables como es el caso de la inseguridad que cobra vidas a ritmo vertiginoso como nunca antes.

Porque de la incapacidad para ejercer el mandato que ha evidenciado en los primeros meses de su errático accionar, no hay sorpresa mayor. Todos sabemos, incluyendo los de Morena, que el menos capaz para gobernar resultó ser favorecido con el dedazo de Palacio Nacional y nada bueno podría resultar del experimento que hoy lastima a Michoacán.

Lo que es grave es que se haya plegado tanto a las indicaciones que le mandan desde el nada modesto recinto donde habita quien lo pastorea, y que ahora Michoacán sea tierra donde el narco poder se ejerce pisoteando derechos humanos y todo vestigio de legalidad que pudiera existir.

Todo por el “populismo” que hoy le da manga ancha a los delincuentes, los solapa y protege desde la cúpula del poder, para ir planchando alianzas electorales que se van a requerir en el 2024.

Lamentable realidad la que se vive en esta entidad dominada a placer por la delincuencia. Y que pese a lo evidente de su pasividad e inoperancia, con la excusa pueril de atacar “las causas” y no las consecuencias”, es objeto de burla hasta de los suyos, por considerar que quiere imitar a su ídolo de barro, pero le quedan muy holgadas hasta las sandalias del tabasqueño.

Sin embargo, el gerente de Palacio Nacional en Michoacán, transita con la certeza que así se ganará el reconocimiento y respeto de los gobernados, quienes para su infortunio suman cada vez más las filas del desengaño y la decepción ante el infierno en que ha convertido a Estado y municipios, el crimen organizado, claro está, con la complicidad oficial.

Los ratones están de fiesta porque el gato vuelve su mirada a otro lado.

Es la razón por la que en abril pasado, Michoacán tuvo el primer lugar en homicidios dolosos y en este mayo, va que vuela para refrendar el liderazgo nacional, que poco importa se le señale a Ramírez Bedolla como parte responsable y por lo que también salió a jactarse que él “no gobierna para las encuestas”.

Ante tal desfachatez es obligado señalar que en tan sólo siete meses al frente del (des)gobierno estatal se contabilizaban mil 875 homicidios dolosos y pese a todos insiste en engañar con la discursiva que su estrategia de seguridad dará resultados y éstos se podrán ver, pero hasta ¡dentro de cinco años!

A decir verdad, le asiste la razón porque Ramírez Bedoolla no gobierna ni para las encuestas ni para el bien de los michoacanos. Simplemente no gobierna.

Y eso lo dicen los miles de afectados quienes engarzan semana a semana una cantidad inusitada de seres cercanos que son víctimas de ejecuciones.

El repruebo crece entre los afectados por las víctimas que los narco aliados siembran en todos los rincones de la entidad, en claro mensaje que para ellos, no hay límites ni autoridad alguna que puedan hacerlos desistir de este baño de sangre con que tiñen al “populismo y obradorismo” que son distintivo del Estado fallido en que han convertido a Michoacán.

Sin embargo, al margen de la complicidad e inoperancia con que se “combate” desde el escritorio a los delincuentes en disputa por el predominio del territorio estatal, ahora surge un nuevo elemento con qué coronar la corrupción y deshonestidad que permea en los gobiernos surgidos del narco partido.

Porque esos mismos que apenas hace un año se desgarraban las vestiduras con el alarde de no permitir se “vendiera el patrimonio de los michoacanos”, ahora fraguan su entrega a empresarios carroñeros, así deban corromper conciencias con multimillonarias dádivas para doblar a los diputados locales y avalen la desincorporación de esos mismos bienes que tanto defendieron y con lo que consiguieron lucrativas chambas o posiciones políticas en el (des)gobierno actual.

Y no sólo se trata del predio donde estuvo el penal de Morelia, dentro de la mancha urbana y en una de las zonas de mayor plusvalía, donde presuntamente se edificaría la sede del Instituto Mexicano del Seguro Social, sin que exista proyecto alguno y mucho menos presupuesto federal, que lo avale. No, al menos en el presupuesto que rige en este año.

El olor pútrido que emana de esta intentona, no sólo contempla arrodillar por las buenas o las malas a los legisladores opositores que deberán dar su autorización para que se entregue el terreno a la federación y ésta asociada a particulares, sacar raja de lo que ahí se pretenda edificar, aun cuando el tiempo de construcción no alcance lo que resta de este sexenio y el fango escandaloso de corruptelas en que se ha convertido lo que llamaron alguna vez y de forma pomposa, la “esperanza de México” siga aflorando.

Advertidos los diputados de una campaña de hostigamiento y ataque mediático en su contra en caso de no aceptar el “maiceo” calculado en por lo menos 10 millones de pesos a cada opositor, el nuevo episodio de oprobio y abuso de poder ha puesto de mal humor a Ramírez Bedolla que fiel imitador de su ídolo, aunque de mala calidad, ya salió a exigir que no se ”politice” este asunto, donde los únicos que van a perder como siempre, son los michoacanos que volverán a semejar ser como al burro del aguador: Estar cargados de agua pero muertos de sed.

Y por si fuera poca la ambición desatada que asoma de forma inescrupulosa en el bedollismo, se agregan ahora los extensos terrenos donde estuvo el recinto ferial, y que fue convertida en una enorme kermés pueblerina en lugares impropios, para echar mano por igual de esos predios altamente cotizados, gracias a la urbanización que en su momento Lázaro Cárdenas Batel hizo para favorecer a empresarios del ramo inmobiliario, durante su mandato.

Así, de dos sendas operaciones que pueden alanzar cifras de miles de millones de pesos, la ambición desatada en el régimen morenista no deja espacio para perder el tiempo en preocuparse por la vida de los (des)gobernados a merced de los narco aliados, y mucho menos que siga creciendo la división al seno del narco partido.

Lo que parece prioritario es no dejar pasar más el tiempo porque son dos años, los que tiene hasta el 30 de septiembre de 2023, para aterrizar los negocios en comento antes que las hordas morenistas decidan convocar a elecciones extraordinarias o bien, los opositores -si quedan algunos con calidad moral para ello-, hagan válida la revocación de mandato y lo lleven a la silla de los acusados para que abandone el cargo que nunca debió caer en sus manos.

Mientras tanto, los diputados a prueba, bajo microscopio y los narco aliados a seguir gozando de las mieles que les da ser parte del “populismo” y el “obradorismo”, que por cierto en el último fin de semana cobró la vida de más 20 personas en al menos seis municipios.

Mientras tanto, el destino para los michoacanos de bien es que se los cargue el carajo, parafraseando al opresor…

¿Será?

Vale…

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba