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Ambigú| ¡Aja! Ni regaladas, aceptó Herrera, acciones del Atlético Morelia

¡Aja! Ni regaladas, aceptó Herrera, acciones del Atlético Morelia

+ Recicla Bedolla programas sociales de Silvano

Por: Martha Elba Torres Martínez

Tú fuiste el que pintó el bosque y te perdiste en él. -Respondí a Carlos Herrera que, admirado por la cálida recepción de los asistentes al teatro “Samuel Ramos”, musitó: “¡Ya viste!”. Y es que desde que apareció en el atrio del recinto, parecía señorito turismo: saludos por aquí, por allá y el montón de fotos y selfies.

Tras ocho meses “perdido” en el bosque que dibujó luego de la derrota electoral en junio del año pasado, el empresario zitacuarense finalmente reapareció en un evento del partido que le abrió las puertas para incursionar en la vida política. Fue el informe legislativo del senador perredista, Antonio García Conejo, quien le corrió la invitación sin mayor esperanza de que asistiera, luego de que no se parara el 8 de mayo al acto de celebración de los 33 años del PRD.

Pero Carlos llegó sonriente y bien metrosexual. Por puritita casualidad, el viernes de la víspera, le reproché en este mismo espacio su ingratitud hacia la alianza partidista -PRD, PRI y PAN- que lo postuló como su candidato a gobernador. Y como no hay reportera sin suerte, a las preguntas.

El 24 de julio del 2021, a través de un video en su cuenta de Facebook, el ex candidato a la gubernatura de Michoacán por el “Equipo” anunció que realizaría una gira de agradecimiento por todo el Estado.

Pero pintaste tu bosque y te perdiste en él; ninguna despedida digna para con las aficiones políticas que votaron por ti, ni un agradecimiento público.

-Yo creo que más bien no te invitaron. Hicimos un eventote padrísimo, estuvieron los presidentes de los partidos, diputados locales; de otros partidos, gente como México Posible, México Libre, el que nos ayudó, y fue precisamente para darles las gracias. Hicimos uno muy grande en Morelia y como 7 u 8 en el interior del estado. Para decirles, muchas gracias, la neta no llegamos, no se pudo, nos quedamos muy cerquita por muchas cosas, pero no se pudo. Previamente hice otra, para informar cuál sería el comportamiento previo a la sentencia del Tribunal (Electoral del Poder Judicial de la Federación, el 30 de septiembre de 2021).

Pues tampoco habrían invitado a otros periodistas porque ni Azucena Silva (Fuego en la Noticia) ni Javier Fabela (La Voz de Michoacán) se acordaron.

Ya no se supo nada de ti. Pero ¿cómo se forma este capital del 50% del Atlético Morelia, si tu promocionarse este tema?; hiciste el negocio desde la Secretaría de Gobierno.

-No.

¿No es negocio el Atlético Morelia?

-Puede ser negocio y puede ser uno muy bueno. Te cuento. Un amigo del cual no puedo revelar su identidad, me avisa: ten cuidado, se va ir el Morelia. ¡Chin! ¿Qué hacemos? Me comunico con Grupo Salinas y no me lo confirman, pero me dicen estaban viendo opciones. Y ahí piensas, entonces sí, es muy probable que saquen al equipo de Michoacán.

“Entonces, le pido ventanilla única al entonces gobernador (Silvano Aureoles) para tratar el tema. ¿Qué quiere decir esto? Que me diera chance de armarlo yo, porque ya veía varias expresiones que ya traían otras ideas. Entonces tuvimos la oportunidad de coordinar este asunto. Vimos que no había lana; teníamos la posibilidad de poner en comodato los dos inmuebles y solo 8 semanas para armar el equipo porque comenzaba la nueva liga.

“Revisamos varias opciones y en una de ellas, conozco a José Luis Higuera. Lo trajo aquí un michoacano que estaba haciendo negocios de aceite de aguacate. Él (Higuera) ya traía con sacar de Morelos al Zacatepec, y dijo, ¡yo me vengo a Morelia! El Atlante también se quería venir a Michoacán y ofrecieron jugar gratis, pero solo dos años y luego de eso se iban. Y neta, la afición de Michoacán no merecía pasar otra vez por esto de que dos o tres años y se pelan. Por eso no decidí por el Atlante. Cuando platico con Higuera, puse las condiciones: primero, que la mitad del equipo fueran socios michoacanos, pues con eso se garantiza que no se vuelva a ir el equipo, y dos, comprar el nombre del Atlético Morelia. Con esto el equipo se armó.

¿Y cómo formas parte del grupo de accionistas?

-Fíjate que no soy socio, yo solo coordiné, armé. Me lo ofrecieron; hasta me daban precio preferencial, bueno, me regalaban las acciones por haberlo armado y no quise, porque le quita calidad moral para coordinar el esfuerzo. Se confunde mucho, porque uno de los socios es homónimo; a él también lo acabo de conocer, apenas hace unos 15 días.

¿Quién es? ¿De dónde?

-Es Carlos A. Herrera, es de aquí de Morelia, un empresario exitoso. El 50% lo tienen 20 empresarios michoacanos. Hay aguacateros, constructores, de varias ramas económicas.

¿Cuánto le metieron en dinero?

-Creo que el equipo costó como 80 millones de pesos, 40 millones de los empresarios. Y ahora, yo los junté a los dos: al dueño del equipo que era Higuera y la gente que traía, y a los socios michoacanos. Y ahí ustedes, arréglense.

¿Y por qué estas peleado con Silvano? ¿Este fue el motivo? Que ni se hablan, ni se saludan y mientan la madre.

-(Suelta carcajada) ¡No, no es cierto! No estoy peleado con él. Tuvimos la oportunidad de trabajar juntos en gobierno del estado por ocho meses. Por supuesto, como en todos lados, tenemos diferentes visiones, diferentes maneras de hacer las cosas. Lo que pasa que en la campaña, la campaña de Morena en contra mía, era sobre el desempeño del gobierno; tomaban un error (de Silvano) y decían: ´este va a ser igual´.

Pero no fue un mal gobierno y tu lo sabes.

-¡Desde luego! Y por eso decía, que los éxitos y fracasos son de cada quien, somos mayores y cada quien asume sus beneficios y costos. Eso fue lo que dije y otros se encargaron de decir: ya se pelearon.

Pues defendió el triunfo y se fue hasta Estados Unidos.

-Yo también. Estuve en la defensa jurídica y al final los magistrados determinaron. Yo dije que iba a hacer lo que ellos dijeran y para mí, la elección quedó atrás, se acabó y estoy aquí haciendo con lo que tengo para que a Michoacán le vaya un poquito mejor…

***

Ahora se puede entender porqué Carlos y Silvano terminaron mal. Pero es importante recordar a los entornos de las campañas del 2021.

Para ese año, Aureoles Conejo presentó un presupuesto deficitario por 7 mil millones de pesos y la marcha del gasto se ajustaba a los ingresos mensuales, así de mal estaban las cosas. La nómina magisterial, la Universidad Michoacana y las deudas, tenían colapsadas las finanzas. El gobernador alertó que habría dinero para pagar al magisterio, hasta julio y la CNTE presionaba.

Otro factor a considerar es que en abril, primer mes de campañas, Morena y sus aliados no tenían candidato, pues el Tribunal Electoral le había retirado la postulación a Raúl Morón. Como tenía que ser, sin nombre y sin programa, la 4T enfocó las baterías hacia el gobernador perredista.

El día 13 de ese mes, se dio el incidente en Aguililla, donde Silvano dio un empujón a un maestro centista y se desató la artillería pesada contra él y su ex secretario de gobierno, por la supuesta red de corrupción y los helicópteros siempre en vuelo.

La conjetura es que el cuarto de guerra del candidato de la alianza se apanicó por la fuerte embestida contra el gobernador y alguien le sugirió que se desmarcara con la ilusa esperanza que bajaran los ataques en su contra. Efectivamente, Carlos se separó e incorporó a su discurso, que cada quién es responsable de sus errores y aciertos y que él no cargaría con calenturas ajenas, refiriéndose a los señalamientos contra Aureoles.

Se entiende entonces el emputamiento de Silvano, porque la obra realizada, que fue mucha y no se puede negar ni siquiera se mencionaba en las giras proselitistas. Y lo que son las cosas, el gobernador morenista no tiene ni una obra, ahora inaugura las que dejó Aureoles.

No considero que esto haya sido determinante para la derrota, porque Carlos competía contra el Presidente de la República, los apoyos sociales y la marca, además de los pactos siniestros con grupos criminales que hoy tienen a Michoacán en el top de homicidios dolosos en el país.

Alfredo Ramírez Bedolla ni siquiera fue contrincante, solo un chiripazo. Y cierto, Aureoles y Herrera tuvieron visiones muy distintas.

Pero las pruebas más fehacientes de que Silvano no hizo tan mal las cosas en Michoacán y que Carlos Herrera se equivocó, son dos programas sociales que Bedolla ya recicló: “Médico en tu casa” y “Palabra de Mujer”.

El 16 de mayo, el gobernador de Morena presentó “Salud en tu Familia”, el mismo programa pero con ese nombre, que el perredista Aureoles Conejo puso en marcha en 2016 para llevar atención y servicios médicos a las casas de personas que, por limitaciones físicas o mentales, o por falta de dinero, no pueden acudir a un centro de salud.

Este programa silvanista inició en 2016 y sobrevivió más de un año, pero por falta de recursos tuvo que suspenderse. Aun así, el propio Elías Ibarra Torres, que era el secretario de Salud, informó que pudieron atenderse 131 mil personas, entre ancianos, con discapacidades físicas, problemas dentales, mentales y embarazadas que no llevaban control natal.

En enero de ese año, Silvano ya había arrancado lo que sería el programa insignia: “Palabra de Mujer”, que también es el mismo bajo el nombre ahora de “Fuerza Mujer”. El objetivo era el empoderamiento económico de mujeres a través de microcréditos para negocitos y que no dependieran ellas y sus hijos, del marido o pareja, en muchos casos borracho, drogo y golpeador. Lo mejor, es que recibían además, atención psicológica, nutricional y hasta legal si en una de esas, se decidían mandarlos a la tiznada.

Y miren otra vez lo que son las cosas: Fabiola Alanís, hoy titular de la Conavim, y madre de la actual titular de la Seimujer, Tamara Sosa, fue parte del programa que en el sexenio de Aureoles benefició a unas 155 mil mujeres.

Definitivo. El pasado se puede pretender olvidar, pero nunca se borra…

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