Investigaciones

Cuotas voluntarias, no condicionantes

Piquitos más piquitos menos, todo suma en esa erogación, y como todos los años, revestidas bajo un discurso de solidaridad

Por: Rosalinda Cabrera Cruz

El próximo ciclo escolar 2024-2025 está por iniciar; los padres de familia apenas están saliendo de los gastos derivados de la clausura de cursos, hace tan solo un mes y ya se truenan los dedos ante el inminente reingreso a las escuelas, por las que pagarán, si sus hijos van a escuelas oficiales o de gobierno, desde uniformes hasta útiles escolares, lo que significan varios cientos de pesos, muy pesados en una economía bastante deteriorada.

Piquitos más piquitos menos, todo suma en esa erogación, y como todos los años, revestidas bajo un discurso de solidaridad, llegan las muy molestas y ahora autorizadas “cuotas voluntarias”, las que ante el avance tecnológico son más fáciles de cobrar utilizando las múltiples opciones que ofrecen las instituciones bancarias.

En Morelia han proliferado estas modalidades; lo curioso del asunto es que ahora les piden a los padres de familia el depósito en cuentas personales, que por lo general están a nombre de maestras o directivos de los planteles, quienes exigen a los padres de familia la ficha de depósito para hacer válida la inscripción en los diferentes niveles desde preescolar hasta secundaria.

La preocupación por este pago injusto, aunque sea en el discurso, aparece en distintas instancias, como en los titulares de la secretaría de Educación Pública, las distintas asociaciones de padres de familia e incluso en la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH), desde donde se llamó a los padres de familia a denunciar los cobros indebidos de cuotas en las escuelas.

En recientes declaraciones periodísticas, el ombudsman michoacano refirió que este anuncio es para todos los encargados de las instituciones de educación básica para que se abstengan de estas medidas que atentan contra los derechos de los infantes. “Por ningún motivo se debe condicionar el ingreso de estudiantes de todos los niveles por el pago de cuotas que además son indebidas y contravienen el derecho a la educación contemplado en la educación y otra serie de normatividades y tratados internacionales que reconocen el derecho a la educación”.

Son el enemigo a vencer, señaló la dependencia, pues pese a los constantes llamados siempre se presentan estas malas prácticas y la intención es acabar con ellas. Al hacer una analogía con la misma situación hace un año, aseguró que se percibe disminución de quejas, pues en este año apenas si se han contabilizado 3.

Solidaria la 4T… pero no con los padres

Las cuotas “voluntarias” que se piden para el ingreso a preescolares, primarias y secundarias públicas de Michoacán ya son permitidas, de acuerdo con lo señalado por la titular de la secretaría de Educación en el estado (SEE), Gabriela Molina Aguilar.

Ante los medios de comunicación estatales, la funcionaria aseguró que, incluso, ya se analiza la manera de regular dichas aportaciones, que de acuerdo a cada institución académica y su cuerpo directivo, oscilan entre los 100 y hasta los 800 pesos, ya sea por alumno y/o por padre de familia.

La responsable de la política educativa michoacana admitió que la ley es clara y contempla a la educación en México como gratuita; no obstante, precisó que el anterior modelo “neoliberal” desmanteló la educación gratuita y es por eso que ahora se tiene que “encontrar un mecanismo legal que nos permita regular dichas cuotas”, es decir, los padres de familia deberán ser solidarios con el nuevo modelo económico, pero éste no con ellos.

“El llamado es a establecer un criterio, están reguladas las cooperativas y es un análisis que ya hemos tenido. Somos sensibles a las necesidades que tienen las escuelas para la operatividad cotidiana y trabajamos para atender sus necesidades”, expuso al momento de pedir a los directivos corresponder a esa sensibilidad y establecer criterios mínimos, es decir, cuotas voluntarias mínimas, reconociendo tácitamente que esos pagos no son solicitados por las asociaciones de padres de familia, sino por los directivos escolares.

De igual manera, la servidora pública hizo énfasis en que, las cuotas voluntarias además de ser modestas, no deben impedir a ningún estudiante poder inscribirse. Y es que la dinámica ha sido esa en distintos centros educativos, en los que se exige el pago de la cuota escolar para poder permitir el registro oficial o bien, el paso a la institución educativa, lo que ya no la hace tan voluntaria.

Al proseguir, reiteró que “tenemos que encontrar un mecanismo legal que las regule. Cada director sabe en qué situación están su escuela y sus alumnos; el llamado sigue siendo: cualquier niño tiene derecho a la educación y a inscribirse”, añadiendo que, si el pago de las cuotas voluntarias condiciona la inscripción y/o entrada al recinto escolar, las redes sociales y las oficinas de la SEE estarán a disposición de los padres de familia para que denuncien esos hechos.

Cabe destacar que, por medio de una circular, la subsecretaria de Educación Básica, Carmen Escobedo Pérez, dio a conocer que en caso de que alguna familia no pueda aportar, las escuelas no pueden prohibir el proceso de preinscripción, reinscripción o inscripción; en caso de que algún menor se vea perjudicado en su derecho a la educación, la familia puede realizar una denuncia en la página https://intra.secoem.michoacan.gob.mx/denuncias.

Asimismo, la SEE mencionó que quedan prohibidas prácticas como publicar listas con los nombres de estudiantes o familias que no realicen dichas aportaciones, o que no puedan participar en faenas o jornadas de limpieza, ya que también son voluntarias.

Ojos que no ven…

Si bien la titular de la SEE, Gabriela Molina Aguilar, recientemente indicó que las cuotas voluntarias que piden las escuelas sí están permitidas, especialmente en periodo de inscripciones, dijo que al igual se está buscando implementar un mecanismo para regularlas, pero al cuestionar a los padres de familia de diversas instituciones de la entidad al respecto, éstos señalaron que las aportaciones pueden ser excesivas, ya que pueden variar desde los 500 pesos hasta los dos mil pesos.

“Pues si, por que las escuelas al final del día tienen gastos, entonces yo creo que deberían sí cobrar, pero un precio justo, por qué hay escuelas que piden mucho dinero, pues yo este año pagué para secundaria 500 pesos, entonces me parece que es algo justo, por ejemplo, donde yo la tenía era escuela de tiempo completo, entonces aproximadamente para todo el año era de dos mil pesos”, explicó Georgina Mejía, madre de familia entrevistada.

Por su parte, otra madre de familia señaló que en la escuela primaria “Manuel Ávila Camacho” tienen tarifas de 600 pesos por infante al momento de inscribirlos. “Pues que ya son muy elevadas, bueno de hecho esta vez cobraron lo mismo que los años anteriores, pero sí es un costo muy elevado, pagué 600 pesos, bueno cobran 500 más 150 por insumos extras entonces son 650 pesos”, explicó.

Finalmente, otra madre de familia del Jardín de Niños “Brasil”, señaló que para ella se le hace una cuota mínima la que pagan, ya que son 500 pesos anuales y refiere que son óptimas las condiciones de las instalaciones. La verdad nosotros donde tenemos a mi sobrino, nos cobran muy poquito la cuota, a mí se me hace poquito, a comparación de otros preescolares o primarias, ahorita nos están cobrando 500 pesos, el antepasado pagamos 300 pesos el pasado 400 y este año esa cantidad, pero la realidad es que se me hace poquito porque también son poquitos niños”, explicó.

Para lo que se usan tales cuotas es para pagar insumos de limpieza como cloro, escobas, trapeadores, jabón, papel de baño y botes de basura; salarios de personal no contemplado en la nómina estatal como intendentes o cocineros; decoración para los festejos, festivales y regalos en las fechas especiales; mantenimiento de bienes dañados como bancas o paredes; reparaciones en las tuberías, en la electricidad y en la infraestructura; materiales de papelería como folders, lápices y lapiceros; entre otros gastos que puedan surgir, muchos de los cuales, en un sentido estricto, deberían ser pagados por el Estado si se trata de una educación gratuita.

A pesar de que la Constitución Política establece la gratuidad de la educación en México, se puede ver que año con año, los mismos planteles educativos siguen exigiendo estas cuotas voluntarias.

Se debe destacar que existen escuelas en el medio rural donde incluso la cooperación no va más allá de 20 pesos, mientras que en el caso de la capital michoacana se solicita cooperación que oscila entre los 200 y 300 pesos, según la actividad proyectada con los padres de familia, que en muchas ocasiones sirven para los festejos de días del padre, día del niño, mejoras a las escuelas, entre otras, por lo que no se trata de cuotas fijas sino variables.

Pero las quejas sí existen

Pero al margen de lo que hayan dicho las autoridades, sí se han hecho públicas las denuncias por el cobro de estas impopulares cuotas; por citar algunos ejemplos, está sobre la mesa la reciente manifestación del presidente de la mesa directiva de la escuela primaria Benito Juárez, ubicada frente a Plaza Capuchinas de esta capital michoacana, quien hace algunas semanas denunció irregularidades administrativas y cobro de cuotas por parte de la dirección de dicho plantel.

Otro caso reciente fue de una escuela primaria del municipio de Tarímbaro, donde se expuso la inconformidad por la cuota establecida de 900 pesos, lo que llevó a los inconformes a bloquear el acceso a las instalaciones del edificio central de la SEE.

De igual manera, en otro caso, padres de familia de la escuela Luis Donaldo Colosio, de La Aldea, señalaron que bajo amenazas de exponerlos les vienen cobrando 300 pesos, pero en esta ocasión la cuenta bancaria está abierta a nombre de una maestra, que diariamente viene retirando alrededor de 10 mil pesos de su cuenta personal, en la que se hace el depósito de las cuotas.

El rosario de ejemplos podría proseguir de manera interminable, pese a las declaraciones de las autoridades educativas aseguran que no se prevén cobros en las escuelas públicas y tampoco se impondrán costos a los libros de texto que seguirán siendo completamente gratuitos.

Subrayaron que nadie puede condicionar con una cuota que sus hijos estén en la escuela. Puede haber cuotas voluntarias, pero son eso: voluntarias. Nadie les puede obligar a pagar colegiaturas ni una cuota, porque la educación pública es gratuita, sostuvo la dependencia. La precisión es entonces que “puede haber cuotas voluntarias, pero no condicionantes” … ojalá los directivos de las escuelas le hicieran caso.

Molina Aguilar, titular de la SEE, ha argumentado en múltiples ocasiones que la Reforma Educativa fortalece el principio de gratuidad de la educación pública, pues prohíbe las cuotas obligatorias y que se condicione la inscripción, las clases, los exámenes, la entrega de documentos o el trato igualitario de los alumnos a cualquier pago.

En este sentido, reiteró, que las donaciones o cuotas que determinan las asociaciones de Padres de Familia (que por otra parte se contradijo admitiendo que son los directivos las que las sugieren), son estrictamente voluntarias. Por otro lado, aclaró que dotar de autonomía de gestión a las escuelas, no significa que los padres, maestros y directivos tendrán que hacerse cargo de los gastos por conceptos como mantenimiento, luz, agua y servicios, toda vez que la obligación de la autoridad federal, estatal y municipal en materia del financiamiento de la educación no ha cambiado.

Sentenció que caso de que la población en general tenga conocimiento de acciones contrarias a lo establecido, la SEE invita a hacerlo del conocimiento de la autoridad educativa a través del teléfono gratuito 01 800 8315230 o enviar quejas al correo electrónico: denunciassee@yahoo.com.mx. En este sentido, se advierte que quienes incurran en conductas irregulares pueden ser sujetos a responsabilidades. El único problema es que cuando quien esto escribe intentó llamar al citado número, nunca hubo alguien para atender la llamada.

Letreros por doquier

El caso es que al concluir el ciclo escolar 2023-2024, lapso de tiempo en el que se realiza el proceso de inscripción para educación básica, algunas escuelas han colocado ya en los portones principales los datos de las instituciones bancarias donde los padres de familia deberán depositar las cuotas “voluntarias”, mientras que como requisito de inscripción exigen los comprobantes de depósitos.

Lo anterior, pese a que las autoridades de educación en el estado han recalcado en repetidas ocasiones que las aportaciones económicas, de los tutores hacia las escuelas, son voluntarias, sin embargo, continúa siendo letra muerta esta disposición garantizada en el artículo 3ro de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos que dicta una educación laica y gratuita.

Durante un recorrido realizado por el Semanario Los Periodistas, en algunos centros escolares de la ciudad capital se pudo constatar que las escuelas no solo exhiben las listas de los alumnos deudores de estas aportaciones, sino también proporcionan los datos completos de las instituciones bancarias, y en algunos casos, los montos a pagar, que van desde los 300 a los 600 pesos.

Lo anterior ha propiciado que las aportaciones hayan dejado de ser “cuotas voluntarias” para convertirse en “pagos de inscripción”, como lo han señalado los propios padres de familia.

El ciclo escolar 2023-2024 concluyó oficialmente el 16 de julio, por lo que durante esa última semana las direcciones de los planteles llevaron a cabo el proceso de inscripción; en el cartel donde especificaban los requisitos para dicho trámite, recalcaron que por alumno se debe presentar un comprobante de depósito con el monto que cada institución fija, algo totalmente fuera de la ley.

Incluso, existen planteles que además de las aportaciones económicas, también solicitaron artículos de limpieza, de oficina, e incluso hasta de construcción. De acuerdo con el reglamento educativo federal y estatal, las cuotas de inscripción se realizan de manera voluntaria, ya que, si el padre de familia no puede hacer una aportación monetaria, tiene la opción de retribuir a través de la mano de obra o con la entrega de algún bien, algo que sin duda no es de todas las gracias de los directivos cuyas cuentas personales se engrosaron diariamente con las aportaciones de los paterfamilias.

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