Investigaciones

El 19 de septiembre, fecha fatídica

Cuando se habla de temas que tienen que ver con sismología, se hace en “voz baja”

Por: Rosalinda Cabrera Cruz

Cuando se habla de temas que tienen que ver con sismología, se hace en “voz baja”; sin embargo, cuando se trata de daños, se hace en “voz alta”, sobre todo cuando se realiza la planeación territorial; esto es vigente durante estas fechas, cuando vuelve a estar presente la terrible coincidencia de sismos en la misma fecha, pero con similares resultados.

Los años de 1985, 2017 y 2022 comparten la misma fecha trágica, cuando se enlutaron muchos hogares: el 19 de septiembre. Hoy todos los candiles están puestos sobre la ciudad de México, Puebla, Guerrero y Morelos, donde el desastre se abatió años atrás cobrando centenares de vidas.

No es extraño leer que desde el pasado mes de agosto se han registrado centenares de sismos, desde los que únicamente se detectan por instrumentos, hasta los que han causado incertidumbre a la sociedad. En todas las entidades mencionadas, donde los daños fueron mayores en años pasados, hubo denominadores comunes: malas construcciones y que no hubo alerta sísmica.

Hasta esta semana, se destaca que se han registrado sismos menores que no han representado daños significativos ni movimientos telúricos bruscos, con una magnitud menor a 4.6, de acuerdo con el Servicio Sismológico Nacional (SSN), de entre estos sobresale el ocurrido en La Mira, Michoacán, en el que el SSN informó sobre un temblor de magnitud 4.0 el 9 de septiembre a las 1:05 horas.

Sucesos como estos provocan que, al estudiarse la planificación territorial y las alertas sísmicas, se esconda la información, lo que equivale a dejar que el sismo “venga a tocar a la puerta”; por ello se debe hacer hincapié en la necesidad de enseñar a la gente y dar información suficiente para que los planes de desarrollo y alarma sean los correctos.

Las características excepcionales de los sismos de 1985, 2017 y 2022 en la ciudad de México, resentidos por gran parte de la población y en un número elevado de estructuras, ha movido a la revisión y adecuación de la normatividad vigente en materia de seguridad estructural y de alarma.

Es de miedo para los mexicanos la coincidencia del 19 de septiembre; en total, desde 1985, se han registrado 5 sismos de una magnitud mayor a 7, teniendo como epicentros las costas de Guerrero, Michoacán, Puebla y el golfo de Tehuantepec, casi todos recordados por las víctimas mortales y los cuantiosos daños materiales que generaron.

Pero la lección no se aprende

Con un país tan movido, sería de suponer que la atención al desastre es inmediata, pero no es así; el Programa Nacional de Reconstrucción (PNR), implementado por parte del gobierno federal luego de los sismos ocurridos en septiembre de 2017 y febrero de 2018, arrastra pendientes para la recuperación integral y sostenible de las comunidades e infraestructura afectadas.

Conforme al reciente Sexto Informe de Gobierno, desde el año pasado en el sector vivienda se concluyó con la meta programada de reconstrucción, por lo que para el ejercicio 2024 no se asignaron recursos. Así, del primero de diciembre de 2018 al 31 de diciembre de 2023 se otorgaron 65 mil 956 subsidios para reconstrucción de viviendas, con beneficio para 237 mil 442 personas afectadas. Del total de apoyos, 71.1 por ciento se destinaron a atender daños totales, 27.2 por ciento daños parciales y 1.7 por ciento otras modalidades. La inversión conjunta fue de diez mil 633.1 millones de pesos.

De igual manera, el presupuesto asignado para el PNR en 2023 fue de 585 millones de pesos, menor al asignado en 2022, que fue de mil 091 millones de pesos, debido al avance obtenido en la atención de las viviendas dañadas, indica el documento, entregado por el presidente de la república ante el Congreso de la Unión; se subraya que si bien en el informe se enlistan algunas acciones para reconstruir infraestructura educativa de los niveles básico, medio superior y superior dañada, no se aclara si en este rubro ya
no existen pendientes.

En diciembre de 2023, a través de ampliaciones al presupuesto, se autorizaron 71.8 millones de pesos, con lo cual se atendió la reconstrucción de 17 planteles educativos en 16 municipios y alcaldías de cinco entidades federativas, se detalla.

Los estados beneficiados con esta inversión fueron Chiapas (siete planteles con 12.5 mdp); Ciudad de México (tres escuelas con 30.5 mdp); estado de México (un plantel apoyado con un millón de pesos); Morelos (dos escuelas y 4.8 mdp) y Oaxaca (cuatro y 23 millones de pesos), sin mencionarse aquí las escuelas dañadas en La Mira, Michoacán, durante el sismo de 2022.

¿Por qué se mueve la Tierra en esa fecha?

El 19 de septiembre es una fecha temida por muchos mexicanos debido a la tragedia que ha marcado este día en la historia reciente del país. Los sismos de 1985 y 2017 causaron una gran cantidad de muertes y destrucción, convirtiendo ese día en un capítulo oscuro en la historia de México. Estos eventos no solo provocaron un gran número de víctimas, sino que también subrayaron la vulnerabilidad del país frente a desastres naturales y la necesidad urgente de preparación y respuesta ante emergencias.

En 2022, en la misma fecha se registró otro sismo, aunque fue menos fuerte que los de años anteriores. Los mexicanos se preguntaron entonces si había alguna causa subyacente para esta coincidencia o si se trataba simplemente de un azar. La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ofreció una explicación para este fenómeno a través de su cuenta de Twitter (hoy X), aclarando por qué los terremotos o sismos parecen suceder con frecuencia en el centro de México el 19 de septiembre.

A pesar de esta explicación, los mexicanos han llegado a considerar esta fecha como un día de especial precaución debido a los trágicos eventos del pasado. “La ocurrencia de tres sismos de magnitud superior a 7 el día 19 de septiembre es una coincidencia. No hay ninguna razón científica que lo explique o justifique: @SismologicoMx de la UNAM”, fue lo que publicaron en la red social.

También añadieron que “México es una zona sísmica y debemos estar preparados permanentemente, todo el año, para actuar ante un sismo”.

Vital, una red sismológica

Dados los antecedentes anteriores, es vital que Michoacán cuente con una red sismológica, puesto que en los últimos 10 años ha incrementado en un 30 por ciento el número de sismos que se han presentado en la entidad; para evitar futuros desastres, es fundamental que la entidad tenga un sistema de detección de movimientos telúricos.

Cabe destacar que actualmente científicos del Instituto de Investigaciones Metalúrgicas y de la facultad de Ingeniería Civil de la Universidad Michoacana, así como del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México, campus Morelia, así como Protección Civil estatal, han trabajado en ese proyecto.

Lo que se ha pretendido es desarrollar una red estatal de sismología parecida a la nacional, que no sólo beneficie al estado, sino que también sirva para anticipar posibles temblores en otras partes del país. Conforme al planteamiento, será la casa de Hidalgo quien albergue dicho sistema para monitorear la sismicidad en las diferentes regiones.

Los antecedentes sísmicos del estado obligan a desarrollar una red estatal, porque al menos en 5 ocasiones Michoacán ha sido epicentro de terremotos que, por su magnitud, han causado grandes estragos en la sociedad nacional (en 1771, 1845, 1858, 1912, y 1985).

La forma más equivocada para convivir con los movimientos telúricos es crear una seguridad ficticia de una región en particular; muchos temblores destructivos se asocian con la falsa seguridad creada en los habitantes y autoridades de una población, ya sea porque se desconocía la existencia de daños en temblores previos, porque en temblores con características distintas no se habían producido daños, por no contar con registros sísmicos para estimar la intensidad de temblores anteriores, o bien, porque había transcurrido mucho tiempo sin temblar.

Los desastres sísmicos en el pasado dejan varias lecciones: por un lado, se debe invertir mucho más en contar con más equipo y personal para registrar los temblores en los distintos suelos de las ciudades y en las estructuras. Esto es fundamental para mejorar el conocimiento sísmico que reduzca las todavía grandes incertidumbres en el fenómeno. Por otro lado, se han identificado desde hace varias décadas estructuraciones deficientes desde el punto de vista sísmico, que desafortunadamente se siguen construyendo en muchos lugares, incluida la ciudad de Morelia.

Es responsabilidad de las autoridades evitar que se construyan edificios con estructuras identificadas como sísmicamente deficientes y es responsabilidad de los ingenieros y arquitectos permanecer actualizados. Estos dos aspectos son fundamentales para entender la gran diferencia entre el número de personas heridas y fallecidas en los temblores de 1985, 2017 y 2022.

Considerando todo lo anterior, por un lado, se hacen esfuerzos considerables por investigadores de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo para mejorar el entendimiento de los fenómenos sísmicos mediante la instalación desde hace más de una década de instrumentos de medición en la ciudad de Morelia.

Por otro lado, desafortunadamente existen y se siguen construyendo un gran número de estructuras en la ciudad, claramente identificadas en diversos lugares del mundo como sísmicamente deficientes ante la aparente inobservancia de las autoridades. Es mucho lo que debe hacerse para mejorar la seguridad sísmica de Morelia y Michoacán, y evitar así la pérdida de vidas humanas y daños considerables que impactarían fuertemente a la sociedad michoacana. No debemos dejar la situación a la fortuna o al destino, los actores para que esto se logre son las autoridades municipales, estatales, federales, los profesionales de la construcción (ingenieros y arquitectos) y la población civil.

¿México está preparado para cualquier sismo?

A raíz del devastador terremoto de 1985 en la Ciudad de México, que provocó la muerte de miles de personas, las autoridades tomaron medidas para reducir el impacto de futuros sismos; uno de los avances más significativos ha sido el desarrollo del Sistema de Alerta Sísmica Mexicano (SASMEX), que comenzó a operar en 1991.

Este sistema, basado en una red de sensores ubicados principalmente en las costas del Pacífico, detecta las ondas sísmicas iniciales de un terremoto y emite alertas a la población antes de que las ondas más destructivas lleguen a las zonas urbanas.

El SASMEX puede proporcionar entre 20 y 120 segundos de aviso antes de que un sismo de gran magnitud afecte a ciudades como la Ciudad de México, Oaxaca, Acapulco y Puebla. Este tiempo es crucial para que la población tome medidas de seguridad inmediatas, lo que ha permitido reducir significativamente las pérdidas humanas y materiales en eventos sísmicos recientes.

No obstante, a pesar de los avances tecnológicos, el Servicio Sismológico Nacional señala que no es posible predecir cuándo ni dónde ocurrirá el próximo sismo.

Y ahora… posar para la foto

Michoacán se unirá al mega simulacro del próximo 19 septiembre, que se pretende realizar en todo el país a iniciativa de la Coordinación Nacional de Protección Civil, en el que participarán dependencias estatales, federales y municipales.

En conferencia de prensa, el jefe de Capacitación de Protección Civil Michoacán, Jonathan Jasso, comentó que el simulacro será con un sismo fuerte de 7.5 grados con epicentro en Acapulco, Guerrero, por lo que en Michoacán se percibirá muy fuerte en este ejercicio. Destacó que en este mega simulacro en Michoacán se hará de la manera más real posible, en el que se activará el servicio de emergencias, con todas las acciones que hacen las corporaciones de auxilio.

Hizo hincapié en que el objetivo es hacer conciencia de la autoprotección y por eso se han hecho pláticas en los centros escolares, para que incluso los menores de edad sepan que hacer en caso de un sismo. De igual manera, explicó que el objetivo de estos simulacros es revisar el tiempo de respuesta de las instituciones ante este tipo de desastres naturales y mejorar los protocolos de seguridad en la población en general para que puedan evacuar casas, hospitales, escuelas, centros gubernamentales y empresas privadas.

Se espera que en esta ocasión se supere la participación de más de 158 mil personas en 2 mil 200 edificios que se registraron en el mega simulacro de 2023 en Morelia.

Por su parte, el coordinador de Protección Civil de Michoacán, Amuravi Ramírez Cisneros, informó que actualmente 140 edificios en el estado cuentan con sistemas de alerta sísmica, de los cuales entre 55 y 60 se ubican en Morelia.

El funcionario destacó que, aunque estos sistemas están operativos y en constante revisión, el uso de tecnologías de la información y aplicaciones móviles se ha convertido en una herramienta esencial para ampliar el alcance de las alertas.

“No hay una cantidad fija de alertas sísmicas que cubra las necesidades de toda la población, por eso es viable y factible utilizar aplicaciones de celular, como Sky Alert o Sazla, que están al alcance de todos”, explicó.

De igual forma, agregó que se está trabajando en un proyecto para desarrollar una red de monitoreo sísmico propia para Michoacán, aunque aún no se puede confirmar cuándo estará lista. Actualmente, el estado utiliza la red de la UNAM para el estudio del comportamiento sísmico.

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