Investigaciones

Sin cuotas no hay escuela

Inscripciones ¡Sin Filas!

Por: Rosalinda Cabrera Cruz

Febrero es el mes para que padres y madres de familia realicen el trámite de preinscripción de sus hijas e hijos a cualquiera de los grados de nivel básico para el ciclo escolar 2022-2023.

Pese a que en algunas escuelas los progenitores tratan de apartar lugares mediante las conocidas filas de botes de plástico en los planteles de su preferencia e incluso junto con los directivos de las escuelas han hecho una calendarización para dejar papeles físicamente, la secretaría de Educación en el estado ha reiterado que este será un proceso únicamente en línea.

Por lo anterior, la SEE recordó a la población que esta semana iniciaron las preinscripciones y para facilitar dicho trámite y cuidar de la salud de todos los interesados, fue abierta la plataforma web www.see.gob.mx/preinscripciones.

En ella se puede leer el siguiente memorándum:

“Estimados madres, padres o tutores:

La Secretaría de Educación en el Estado de Michoacán, convoca a madres, padres o tutores a realizar el proceso de preinscripción para sus hijas, hijos y tutorados(as) menores de edad que ingresarán a:

  • 1o. 2do. y 3er. Grado de Educación Preescolar.
  • 1er. Grado de Educación Primaria.
  • 1er. Grado de Educación Secundaria.

La preinscripción se realizará del 1 al 16 de febrero de 2022 en línea o presencialmente en localidades sin conectividad a internet.

El registro en línea puede realizarse en cualquier horario.

Deberán contar con la siguiente información:

a) CURP, domicilio, talla y peso de la o el menor. 

b) CCT (Clave de Centro de Trabajo/clave de la Escuela) de las tres escuelas solicitadas para el caso de Preescolar, Primaria o Secundaria.

c) Dirección de correo electrónico personal de la madre, padre o tutor, donde podrán recibir información respecto del trámite de preinscripción.

Los trámites de preinscripción e inscripción para las escuelas públicas son gratuitos”

La intención de las inscripciones anticipadas es contar con un reporte final donde se indique el número total de alumnos, hombres y mujeres, inscritos por municipio en cada nivel de educación básica para el Ciclo Escolar 2022-2023, desglosados en escuelas públicas y particulares.

Cabe señalar que la dependencia ha dado a conocer que ante la pandemia hubo un incremento de matrícula en el nivel básico de educación debido a que una parte importante de los estudiantes y sus padres optaron por la educación pública y que la crisis económica y la falta de aprovechamiento de las instalaciones, que se refleja en el costo de la educación privada, también fueron factores de esta decisión.

Inscripción sin riesgos

 Si bien las ventajas tecnológicas permiten alejarse del riesgo de los contagios ante la perseverante pandemia, ésta continúa dejando secuelas en todos los ámbitos de la vida cotidiana. En esta época del año, ya es costumbre que los padres de familia y los estudiantes se movilicen para ingresar a los centros educativos de todos los niveles, pero en esta ocasión con un ingrediente muy especial; se tienen que enfrentar otra vez a nuevas tecnologías que, por lo que se ha podido ver, ni las propias instituciones dominan.

Las escuelas del nivel básico, medio superior y superior del país, en sus modalidades pública y privada, desde 2020 han implementado mecanismos sobre el aire, confusos y en ocasiones poco eficientes, para inscribir, enseñar a distancia y usar aulas virtuales. Esto ha puesto al sistema, una vez más, ante el difícil desafío de suplir la atención y la educación presencial, del día a día “normal”, con mecanismos alternativos ante los que muchos están reacios e incluso muy mal preparados.

La educación a distancia tiene profundas y difíciles resistencias, en especial cuando se habla de educación primaria y secundaria. La realidad es obvia: la educación a distancia permite una mayor individualización de los aprendizajes, educación más selectiva a los particularismos, seguimiento y tutoría a los docentes y estudiantes y mejores recursos de aprendizaje, porque muchos alumnos tienen en su hogar una atención más personalizada.

 A la par, los procesos para el registro de nuevos alumnos y la reinscripción de quienes ya están en el sistema, se han convertido en un dolor de cabeza para padres y tutores, sobre todo en el nivel básico, pues era ya costumbre hacer acto de presencia en las escuelas, formarse, obtener una ficha, hacer el pago de la “voluntaria” cuota de la mesa directiva de padres de familia y en caso de ser necesario, mover una que otra palanca para que las niñas y los niños quedaran en el grupo y turno de su preferencia.

En el caso de los niveles medio, medio superior y superior, el miedo de los jóvenes siempre ha sido a la hora de presentar los llamados exámenes de admisión, que han sido modificados para calificarlos como exámenes diagnósticos (para conocer el nivel de conocimiento que traen los aspirantes), pero lo cierto es que todas esas transformaciones se han implementado porque el número de aspirantes para todos los niveles (a excepción de la primaria, que es obligatoria) ha disminuido de manera alarmante ante la contingencia de salud.

La novedad es que todo lo anterior se realiza o sí o sí de manera virtual, en línea, tanto para la inscripción como para los exámenes diagnósticos, lo que está generando serios problemas para quienes no tienen acercamiento ni familiaridad con las nuevas tecnologías y en esto se incluye a los estudiantes, los padres de familia y las propias instituciones educativas, sobre todo en lo que se refiere a las comunidades pequeñas o carentes de internet.

Primaria y secundaria

La inscripción de nuevo ingreso para el nivel básico (primaria y secundaria), hasta el momento no ha tenido tantas complicaciones, pues como se recordará, existe desde hace varios años el sistema de inscripciones anticipadas en febrero para primarias, proceso que se llevó a cabo de manera presencial todavía en 2020.

Tras declararse la pandemia en marzo de ese año, ya para 2021 se tuvieron que efectuar adecuaciones, como fue la inscripción en línea para nuevo ingreso y pase automático en los grados subsecuentes, de segundo a sexto, cuando los niños fueron admitidos de manera automática al nivel inmediato superior, tras ser decretado que no habría reprobados, dejando el papeleo para el momento en que volvieran a abrirse las puertas de las escuelas.

Otro asunto fue el nuevo ingreso para secundaria, donde luego de algunos jaloneos tras el anuncio de la secretaría de Educación Pública (SEP) que obligó a que el ingreso a la secundaria sería un pase automático tomando en cuenta la cercanía de la escuela al hogar de los futuros alumnos, entre otros factores, en Michoacán por disposición de la secretaría de Educación en el estado (SEE) sí se realizó examen para el nuevo ingreso en algunos planteles debido a la alta demanda que tienen estos centros de estudio, como serían los casos de la secundaria federal 1 y la técnica 3. Para el resto, recibieron a los nuevos estudiantes hasta donde su cupo se los permitía sin tener que realizar el examen de admisión, lo que nuevamente se está repitiendo.

Y es que dichas escuelas sí presentan una problemática especial, porque en las que tienen mucha demanda no se pueden llenar los grupos de una manera indiscriminada, por lo que de nueva cuanta habrá un examen de admisión.


Sin cuotas no hay escuela

Pero aunque se ha hecho un esfuerzo para evitar contagios y para ello se están usando las nuevas tecnologías, nada puede impedir que en un nuevo año escolar de enclaustramiento surjan nuevos malestar y enojo entre los padres de familia por el cobro de cuotas “voluntarias”, las cuales son exigidas para que sean preinscritos sus hijos en algunos centros públicos de educación básica de la entidad.

No bien ha empezado el periodo de preinscripciones y el descontento es generalizado entre los paterfamilias, ya que para que les sean recibidos  los documentos necesarios para que sus vástagos sean inscritos  en el próximo ciclo escolar tienen que aportar hasta 500 pesos por niño de forma “voluntaria”.

En un recorrido por esta capital, se pudo constatar que ese es el caso de varios jardines de  niños, cuyos padres tienen hasta que pagar una mensualidad de 50 pesos por mes, bajo el concepto de “compra de material” y “restauración escolar”; “en total son 500 pesos al año, y ahora salieron con la noticia de que si no estamos al corriente perderé el lugar de mi hijo que ya está ahí el próximo año y no podré inscribir al más chico al primero de kínder y yo creo que eso no es correcto”, señaló una acongojada madre de familia a las puertas del plantel ubicado en las inmediaciones del Bosque Cuahutémoc.

El artículo noveno de la ley de Educación de la entidad es muy clara: “la educación que imparta el Estado será gratuita, de conformidad con lo que establece la Constitución federal. Las donaciones o cuotas voluntarias destinadas a dicha educación en ningún caso se entenderán como contraprestaciones del servicio educativo. Las autoridades educativas en el ámbito de su competencia establecerán los mecanismos para la regulación, destino, aplicación, transparencia y vigilancia de las donaciones o cuotas voluntarias”.

Y prosigue: “se prohíbe el pago de cualquier contraprestación que impida o condicione la prestación del servicio educativo a los educandos. En ningún caso se podrá condicionar la inscripción, el acceso a la escuela, la aplicación de evaluaciones o exámenes, la entrega de documentación a los educandos o afectar en cualquier sentido la igualdad en el trato a los alumnos, al pago de contraprestación alguna”.

“El Estado deberá garantizar además la infraestructura educativa mínima necesaria, especialmente en las zonas de mayor marginación”.

Parece que estamos leyendo letra muerta en este tema, porque los padres de familia, con hechos, demuestran que la ley no se respeta; María López Mendoza, madre de la pequeña Alejandra que aspira a ser alumna de primer grado de la escuela primaria Melchor Ocampo, denunció ante este medio que desde agosto del año pasado se notificó a los papás de niños que ya estudian en este plantel, mediante una circular supuestamente avalada por la sociedad de padres de familia, que para poder inscribir a su hija de nuevo ingreso tendrían que realizar durante los primeros días de febrero el pago de 250 pesos, como aportación para reparación de sanitarios y barda perimetral del centro educativo.

Para la entrevistada, pese a que esto es cotidiano y de cada año con otros dos hijos, no dejó de caerle como balde de agua fría, porque tendrá que desembolsar cantidades considerables a manera de cuotas voluntarias.

Pero la asociación de padres de familia se defiende y uno de sus miembros (guardándose su nombre), se justificó diciendo que la escuela tiene necesidades y el mantenimiento es básico para que funcione; aseguró que “no se le condicionó a nadie a que pague la aportación voluntaria para inscribirse ni se da un reporte a la dirección de los padres que no aportaron, ya que incluso algunos dan menos u otros más, dependiendo de sus posibilidades”, aunque esto no es así, porque los maestros, según se pudo constatar, no inscribían a los niños que no llevaban el recibo sellado por la asociación .

¿Y la ley de educación?

La ley de Educación es muy clara: las donaciones o cuotas voluntarias en las escuelas están prohibidas; sin embargo, los padres de familia se truenan los dedos en víspera del ingreso a clases y pese a que el Derecho los protege, muchos de ellos no saben que es lo que van a hacer, porque la inscripción de sus hijos a los centros educativos está condicionada al pago de las muy famosas “cuotas de padres de familia”; es decir, su omisión conlleva represalias.

La citada ley entró en vigor el 28 de febrero de 2014, y en ella se establece que las donaciones o cuotas voluntarias escolares no se entenderán como contraprestaciones del servicio educativo; no obstante, al abrirse el periodo de preinscripciones, las quejas de los paterfamilias siguen siendo recurrentes, porque la secretaría de Educación en el estado (SEE) no ha regulado las mismas, que incluso carecen de transparencia en su utilización.

Las autoridades educativas se lavan las manos y como en otras ocasiones, tiran la bolita hacia otra dirección, acusando que una de las causas por las que las cuotas escolares continúan es por la falta de denuncia e incluso sostienen que las asociaciones de padres de familia defienden la razón de la existencia de las cuotas, porque se usan para dar mantenimiento a los planteles escolares y otras necesidades que, aseveran, el gobierno no cubre y eso no se puede cuestionar cuando la inscripción se realiza en línea.

Los jefes de familia se quejan de que las cuotas son un abuso y denuncian que se utilizan de manera incorrecta por los directivos de las escuelas, en muchos casos para su beneficio personal. Pero en la realidad no todo lo ilegal es injustificado. Uno de los subdirectores entrevistados, que prefirió que su nombre no se mencionara, defendió el pago de las cuotas con argumentos sensatos y totalmente realistas y valientes, aunque ciertamente en desacuerdo con lo indicado por la Constitución.

Lo que él indica es que esas cuotas son absolutamente necesarias, porque es con ellas con lo que se pueden mantener limpios los sanitarios y las instalaciones de las escuelas, así como comprar los materiales de consumo necesarios para su buen funcionamiento, incluyendo también en algunos casos, el pago de algún personal con el que las escuelas no cuentan.

Las inscripciones virtuales ya están en marcha, con grandes ventajas para evitar contagios, pero con desventajas a la hora de reclamar por el pago de las molestas “cuotas voluntarias”.

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