InvestigacionesSeptiembre 2023

La sociedad en manos del demonio

La inseguridad se ha enseñoreado de toda la geografía michoacana; todos los días, los titulares de los medios de comunicación reportan asaltos, robos u homicidios.

Por: Rosalinda Cabrera Cruz

La inseguridad se ha enseñoreado de toda la geografía michoacana; todos los días, los titulares de los medios de comunicación reportan asaltos, robos u homicidios. Ante un panorama de esta naturaleza, es de esperar que los cuerpos de seguridad de todos los niveles, cuyo objetivo es proteger a la sociedad, sean eficientes, honrados y, sobre todo, confiables…, pero ¿qué sucede cuando son estos últimos los que tienen aterrados a los ciudadanos?

Durante los últimos días, a través de las redes sociales se han hecho denuncias contra elementos de la Guardia Civil de Michoacán por abuso y exceso de la fuerza pública, cuya agresividad ha ido creciendo conforme van llegando al estado oficiales de otras entidades federativas, muchos de ellos reubicados por incidir en precisamente en las mismas faltas contra la sociedad de las que ahora se les acusa.

La extorsión, el robo, las agresiones y las detenciones ilegales a manos de estos personajes siempre son similares: intimidar a la víctima, acusarla de delitos inexistentes, amenazarlos con las armas de cargo que portan, todo ello amparado por los pasamontañas que cubren sus rostros y con los números de placa y de identificación de los vehículos en que se mueven (ya sean camionetas, patrullas o motocicletas) cubiertos.

No importa la edad, la condición física o el sexo de quienes caen en sus manos, o si van a pie, bicicleta, motocicleta o vehículo automotor; si no portan dinero u objetos de valor, los oficiales se encargan de llevar a sus víctimas a los cajeros automáticos de los bancos para que retiren todo lo que tienen y hasta con descaro exigen que se les transfieran los fondos a sus cuentas particulares.

Los ejemplos abundan, pero no siempre son denunciados (se entiende que por miedo, puesto que los citados elementos de la Guardia Civil se quedan con los datos de las personas a las que asaltaron), aunque durante la semana que ahora concluye saltó a la vista de todos un hecho por demás reprobable: el asalto, golpiza, robo e intento de homicidio contra un joven que tuvo la desgracia de cruzarse con ellos en el Centro Histórico de Morelia.

Si bien el hecho ocurrió en julio pasado, no fue sino hasta ahora que a través de las redes sociales se dio a conocer el suceso captado desde diferentes ángulos por las videocámaras de hogares o comercios sobre el lugar donde tuvo lugar, lo que, como era de esperarse, levantó la furia social que ya tuvo resultados.

Aunado a lo anterior, el presidente municipal de Morelia, Alfonso Martínez Alcázar, en conferencia de prensa lanzó que desde la alcaldía se han presentado hasta la fecha más de 70 denuncias por el actuar de algunos elementos de la Guardia Civil, quienes incluso usurpan las funciones de los agentes de tránsito estatal o municipal para cometer sus tropelías, por lo que demandó la depuración inmediata de la corporación.

El reclamo público por los abusos ya dio la vuelta a México y al mundo; el titular de la Guardia Civil en Michoacán no ha dado la cara y únicamente se ha emitido un escueto comunicado donde se afirma el compromiso de servir a la sociedad e investigar los casos denunciados.

Así nació la Guardia Civil en Michoacán  

“Hoy vamos a abrir una nueva etapa, debe quedar claro que nosotros tomamos en nuestras manos la seguridad pública de la entidad. Recibimos un estado que en esta materia estaba desarticulado y con una corporación insuficiente; nosotros estamos sentando las bases para lograr una transformación de la institución policial. Esto tras el decreto del nuevo reglamento de la SSP que señala que, a partir del día de hoy (18 de julio de 2022), se pasa a ser oficialmente Guardia Civil de Michoacán”, señaló en ese momento el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla.

A su vez, el titular de SSP dijo: “hoy damos inicio a una nueva etapa para garantizar que las y los michoacanos puedan realizar su quehacer cotidiano. La política de cero tolerancia seguirá viva en todo momento, pues este cambio de imagen no es sólo hacia el exterior, sino en esencia. Seguiremos avanzando, velando por el bien de la sociedad, así que no descansaremos, no desistiremos en la búsqueda de una mejor sociedad”.

Añadió que con la Guardia Civil, se buscará incrementar la confianza de la población en las instituciones de Seguridad Pública y  la coordinación interinstitucional en todos los niveles, federal, municipal y autogobierno para dar pie al fortalecimiento operativo en aras de garantizar la seguridad física, social y/o patrimonial de la población, “pues este cambio forma parte de un periodo de transición hacia una estrategia de seguridad basada en dos ejes fundamentales: el de prevención y el de proximidad social”, refirió José Alfredo Ortega Reyes en ese momento.

A poco más de un año de distancia, el compromiso no sólo no se cumplió; el sentir de la sociedad es de inseguridad, desconfianza e incluso miedo a transitar por las calles donde hacen cacería los elementos de la Guardia Civil, porque no se sabe en qué momento se les ocurrirá detener por cualquier motivo al ciudadano hasta lograr extorsionarlo.

Desafortunadamente, las palabras de llamado de lealtad, honor y compromiso tuvieron que ser tragadas por Ortega Reyes, que en su mensaje de “con una policía mejor preparada y especializada se pretende otorgar las herramientas para esta nueva transformación, aunado a ello se trabajará arduamente en el combate a los actos de corrupción” encerró todo lo contrario.

Los hechos en sinnúmero de ejemplos

Hace aproximadamente tres o cuatro meses, a través de una información que dio a conocer la página web “Revolución Social”, quedó en evidencia que una pareja que salió de una pizzería, fueron abordados por policías cubiertos en la zona de Villa Universidad. El argumento de la detención primero fue para una revisión, pero poco después se convirtió en una amenaza y pesadilla; separaron al hombre de la mujer, a ella la llevaron a otra unidad y le exigieron dinero bajo la amenaza de que si no cedía habría problemas.

En su desesperación, ella habla con su madre, no le explica la situación, pero le dice que requiere dinero, eran como 10 mil pesos. Al no conseguir la cifra completa, la obligaron a enfilar rumbo al monumento a Lázaro Cárdenas; en uno de los bancos de la zona, la hicieron bajar para sacar el dinero que luego le fue transferido a uno de los agentes a su tarjeta bancaria personal y sólo entonces los dejaron libre.

El anterior es uno de tantos casos, pero el que ha causado más revuelo y que obligaron a que la Guardia Civil se manifestara, se desprende de un video que se ha viralizado incluso a nivel internacional; fue el de un joven que va caminando por las calles del Centro Histórico de Morelia; en las imágenes captadas por diferentes cámaras de la zona se aprecia que el muchacho no iba tomado, ni bajo los efectos de alguna droga.

La patrulla con los agentes entra en sentido contrario por la calle y se encuentra con un vehículo de frente, al que esquiva y como observan que su víctima iba sola lo alcanzan, se bajan todos los elementos de la patrulla, una pickup de la Guardia Civil, para someter al chico bajo el supuesto de una revisión; cabe destacar que las placas a la patrulla estaban cubiertas.

Los asaltantes disfrazados de “policías” están encapuchados, ocultando su identidad para quitarle al joven su cartera, su dinero y su celular. En ese momento se observa que la patrulla se arranca, pero el chico enojado porque le quitaron sus pertenencias, se va corriendo detrás de ella.

En otra toma se escucha que la víctima grita “regrésenme mi dinero”. Obviamente no lo hicieron y no sólo eso, sino que lo derriban y atropellan. El vehículo le pasó encima y está vivo de milagro, aunque le destrozó la oreja y se quedó sin audición.

De estos dos casos existe denuncia en la Fiscalía, en donde por lo menos se sabe que hay un centenar de denuncias recibidas por abusos policiacos. En base a esto, el alcalde moreliano Alfonso Martínez levantó la voz y exigió un alto a los abusos de la Guardia Civil, subrayando que “Yo estoy gobernando a los morelianos y los voy a defender y sí voy a recibir las denuncias que han presentado y las voy a enarbolar y las voy a dar a conocer”, advirtió.

Reconoció en rueda de prensa esta semana que hay excelentes policías en Guardia Civil del estado, pero “lo único que se está planteando es que haya una depuración de los malos y que los quiten, porque esto tarde o temprano tendrá que salir a la luz pública y tendrá que llegar la justicia”.

El gobernador del estado, por su parte, abordó el tema para minimizarlo, asegurando que esto son intentos de politizar la seguridad, con lo cual no sólo avala el proceder de la Guardia Civil, sino que deja en la indefensión a los ciudadanos para los cuales debe gobernar.

¿Y qué dice la Fiscalía de la GC?

A su vez y para aparecer en la foto, el fiscal Adrián López Solís invitó a la ciudadanía a que se acerque con confianza a la Fiscalía General del estado para denunciar los casos de agresiones por parte de policías, sean de la corporación que sean.

El funcionario reconoció que la institución que encabeza contabiliza 21 quejas por presuntos abusos de la Policía de Morelia, que van desde las amenazas hasta las lesiones y algunos otros tipos penales que también se integran en las carpetas de investigación, mientras que, sobre denuncias contra elementos de la Guardia Civil, al momento de ser cuestionado esta semana en una mañanera de “Casa Michoacán”, manifestó no traer el dato exacto, pero se comprometió a darlo a conocer.

Sin embargo, en relación con el joven que fue atropellado por la patrulla tripulada por guardias civiles, aseguró que ya se ha iniciado una carpeta de investigación y habrá de determinarse las responsabilidades, “porque es un hecho que evidentemente es abuso de autoridad, esto por decir lo menos, y, como en otros casos, se tendrá que proceder”.

En medio de su campaña mediática, el secretario de Gobierno de Michoacán, Carlos Torres Piña, también tuvo que hablar ante el micrófono sobre el caso, añadiendo que no quedara impune y los elementos involucrados serán sancionados.

Afirmó que el hecho ya está en manos de Asuntos Internos de la secretaría de Seguridad, instancia que será la encargada de aplicar la sanción correspondiente y reiteró que ese tipo de hechos no pueden ser tolerados, pues “no se puede permitir que se realicen estos abusos”.

En información de última hora emitida la tarde del pasado miércoles, a través de sus redes sociales oficiales, la secretaría de Seguridad Pública informó que fueron ubicados los 4 elementos de la Guardia Civil que presuntamente participaron en la agresión en contra de un joven en la ciudad de Morelia, por lo que continuarán las investigaciones correspondientes a fin de determinar responsabilidades.

Al respecto la SSP informó “Derivado del puntual e inmediato seguimiento a una evidencia publicada en redes sociales, la Unidad de Asuntos Internos detectó a 4 elementos, presuntos responsables de agredir a un civil en la zona centro de Morelia”.

“En cumplimiento a los principios que rigen al personal de la institución se abrió la carpeta de investigación, a la cual se suma la participación de los vecinos del área, quienes colaboran con información de los involucrados, con relación al video donde los oficiales actúan de manera injustificada”.

“Con el objetivo de deslindar responsabilidad, se comisionó un equipo de investigación especializado para dar puntual seguimiento. Asimismo, persiste un interés institucional de apoyar al afectado y esclarecer el hecho”.

“La Unidad de Asuntos Internos se encuentra de puertas abiertas en la avenida Camelinas # 3311, fraccionamiento Las Américas en la capital michoacana, o bien en el número telefónico 443 315 8171, para denunciar toda irregularidad en el actuar de los agentes” (sic).

La postura oficial

En lo que va del año, Morelia ha registrado 104 denuncias por abuso de autoridad cometidos por parte de las diversas instituciones de seguridad, incluida la Policía de Morelia, según informó el Fiscal General del Estado, Adrián López Solís.

El secretario de Gobierno, Carlos Torres Piña dijo que, durante el presente año, se tiene el registro de 29 quejas contra agentes de la Policía de Morelia y 33 contra Guardia Civil. En conferencia de prensa, precisó que los delitos de los que han acusado a los cuerpos policiales son violencia, amenazas, agresión, así como otros tipos penales.

En este sentido, el Fiscal recordó a la ciudadanía que, en caso de sufrir abuso por parte de los cuerpos policiales, pueden denunciar a través de la página web de la Fiscalía General del estado de Michoacán o acudir directamente a las oficinas, es decir, hay que meterse a la boca del lobo.

Reiteró que las denuncias tendrán el seguimiento que establece la ley, para garantizar que se deslinden responsabilidades a los agentes policiales que cometen abusos en contra de la ciudadanía. Al respecto, el secretario de Gobierno apuntó que, sobre el tema del joven agredido, se lleva a cabo la investigación y habrá la sanción correspondiente contra los uniformados policiales, “si se encuentran motivos” (otras vez sic). López Solís dijo que la FGE ya abrió una carpeta de investigación en torno al caso.

Y a la guerra de cifras también se subió el comisionado para la Seguridad Ciudadana de Morelia, Alejandro González Cussi, quien dio a conocer que por denuncias ciudadanas de presuntos actos de abuso policial por parte de elementos aparentemente de la Guardia Civil y de la Policía Auxiliar, el gobierno de Morelia entregó al gobierno del estado 35 de éstas, y en dos meses, suman 70 en total.

El funcionario municipal expuso que en lo que respecta a la Policía de Morelia, “hoy llevamos 72 elementos dados de baja, así sea por 50 o 100 pesos, de pedir mordida, no se toleran ese tipo de cosas, mucho menos cuestiones de golpes o abusos; tres cuartas partes de esos procedimientos han sido abiertos de oficio gracias a las cámaras corporales”.

Lo triste del tema es que en tanto las autoridades se pelean y efectivamente politizan el asunto, la GC continúa dándose un festín con quienes dice proteger, arremetiendo contra ellos sin importar edad, sexo ni motivo para hacerlo.

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