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Para el corrupto alcalde de Ajacuba, ni el cabildo ni las leyes existen

Para el corrupto alcalde de Ajacuba, ni el cabildo ni las leyes existen

En un hecho insólito en el estado de Hidalgo, el edil de Ajacuba, de nueva cuenta morenista, Leopoldo Basurto Acosta, toma decisiones de manera personal ignorando a los miembros del cabildo; la síndico, Rosa Arel Cerón, ya lo denunció ante el gobierno local pidiendo que autoridades tomen cartas en el asunto ante el cúmulo de irregularidades registrados en el manejo presupuestal. No hay duda que la Contraloría debe actuar y fincar responsabilidades por la torcida actitud del alcalde de manejar el ayuntamiento como un negocio personal

Por Antonio Ortigoza Vázquez/Especial Expediente Ultra

 “Es muy lamentable escuchar de acciones de las cuales nos estamos enterando en este momento. La acción del presidente municipal nos ha dejado un mal sabor de boca a la mayoría de mis compañeros de Cabildo, así como a un gran sector de la ciudadanía. A casi un año, no ha sabido ni ha podido liderar una administración limpia y con objetivos y acciones claras; al Ayuntamiento no se le informa absolutamente nada y presiona para que aceptemos lo que usted emprenda sin tomar en cuenta ninguna opinión, ni mucho menos respetando las leyes”.

Así dio comienzo Rosa Arel Cerón Alvarado, síndico de Ajacuba, a su respuesta al primer informe del alcalde Francisco Leopoldo Basurto Acosta, y en su remate dijo a la representante del gobernador, la doctora Leyza Fernández Vega: “Le pido sea usted portavoz con el gobernador Omar Fayad Meneses, de todo lo que está pasando en Ajacuba y que exhorte a las autoridades correspondientes a que se tomen cartas en el asunto”.

La respuesta de la síndico fue tan sólo un bosquejo de la situación que se vive en el municipio de Ajacuba, que tan solo en una primera revisión nos transporta a los tiempos de Tomás Garrido Canabal en Tabasco; a los de Gonzalo N. Santos (“El Alazán Tostado”), en San Luis Potosí o, en épocas más recientes, a los de Leopoldo Sánchez Celis (“Paliacate Colorado”) y Antonio Toledo Corro, en Sinaloa.

Una especie de Macondo, pero que supera en mucho al realismo mágico del genial Gabo García Márquez.

En su exposición —notable por lo valerosa—, la síndico detalló: “Hay obras que no se han iniciado porque hace apenas un mes presentó la propuesta, que nadie aprobó y muchos ni siquiera estábamos enterados. Con todas sus promesas de campaña, lo único que ha hecho es ocultar al Ayuntamiento el manejo de recursos. Con trato prepotente (a los miembros del Cabildo) los hace esperar horas para una audiencia que nunca se concede, y cuando se hace, los acuerdos no se cumplen”.

La síndico fue más allá al decirle en su cara: “Le pido que recapacite, si está usted apto para seguir gobernando o si su orgullo, su arrogancia lo hacen creer que sí, por favor, atienda las leyes, procedimientos y lineamientos para una administración limpia y de objetivos claros. Le recuerdo que este Ayuntamiento está para discutir, analizar y tomar las mejores decisiones de manera colegiada, no por solo una persona. Este Cabildo no quiere revivir viejos tiempos que cansaron a los ciudadanos; usted pretende que todos obedezcan inmediatamente; quiere regidores que solo asistan a las sesiones a levantar la mano o que acepten regalos por debajo de la mesa, ocultando cómo y en qué se gastan los recursos”.

Alcalde sabotea la cuenta pública: síndico

Así las cosas, en el municipio de Ajacuba hoy se vive en la anormalidad financiera total, por incumplimientos del alcalde, Francisco Leopoldo Basurto, quien ignora los requerimientos de la síndico para la entrega de las carpetas de la Cuenta Pública, en grave infracción a la ley del ramo.

Rosa Arel Cerón, síndico del Ayuntamiento, en comunicado oficial, señala que “en todo el ejercicio fiscal de 2021, no le han sido entregados en su totalidad la información requerida, como lo señala la ley y por lo tanto, no se ha podido cumplir con la verificación y firma de la Cuenta Pública, de acuerdo con el artículo 27, fracción IV”.

Por eso mismo, señala Cerón, “he solicitado reiteradamente al alcalde que gire instrucciones a los funcionarios municipales, de generar e integrar la Cuenta Pública de Ajacuba con la información completa, de acuerdo con la Ley General de Contabilidad gubernamental, pero no he tenido respuesta”.

Indignada, la síndico Cerón acusa a Basurto de desconocer y romper acuerdos “con toda la estructura municipal, y no tomó en cuenta las advertencias acerca de las consecuencias que eso tendrá para la administración en su conjunto”.

Señaló que la Tesorería ha hecho erogaciones con cargo a partidas sin suficiencia presupuestal y sobregiradas al cierre del ejercicio.

Abundó en sus denuncias en el sentido de que en diversos oficios, he solicitado al alcalde la documentación comprobatoria y justificativa de esos gastos, sin respuesta.

Observó también que el alcalde no hace caso de los acuerdos de Asamblea, que “no le importa cumplir con la ley y la Constitución y no informa a la Asamblea Municipal de las decisiones tomadas y que afectan a la administración, con lo que violenta nuestros derechos político- electorales”.

Relató que en 2021, durante las inundaciones que afectaron al estado, el alcalde puso a disposición del Ayuntamiento uno de sus camiones “Vactor” para apoyo en los desazolves de los drenajes y de las calles, con la idea de que el municipio solo aportaría el combustible, todo aprobado por medio de un comodato. Pero fueron varios “Vactor” los que entraron a los talleres municipales, tanto para mantenimiento preventivo como correctivo, hasta se cambiaron espejos laterales de las unidades que son propiedad del alcalde y su familia, todo con cargo al presupuesto, en un conflicto de intereses evidente, lo que originó un gasto de más de 400 mil pesos, todo dentro de un problema crónico de pago a proveedores.

Cerón denunció asimismo que el alcalde no colaboró para un presupuesto de egresos de cierre, porque pretendió que se autorizaran ajustes por los gastos hechos a discreción.

Manejo del Ayuntamiento como negocio

La síndico Cerón fue mucho más allá en sus señalamientos, cuando afirmó que Basurto maneja la administración municipal “como un negocio propio, para beneficio personal, lo que ya es de conocimiento público”.

En documento enviado al titular de la Auditoría Superior del Estado de Hidalgo, señala que “en diferentes ocasiones hemos girado oficios al presidente municipal, Francisco Leopoldo Basurto Acosta y a la Tesorera Municipal, Jazmín Mociño, para el envío de la comprobación de gastos 2021, para poder llevar a cabo la última adecuación, siempre con copia al Contralor Interno, Laura Xóchitl Mociño Hernández, sin respuesta alguna”.

“Por eso le hacemos saber -añade- que nuestro órgano de control interno atiende únicamente intereses personales del presidente municipal. Que el municipio no cuenta con un Presupuesto de Egresos aprobado para 2022, porque el alcalde y la tesorera nunca presentaron los formatos legales y también porque el alcalde ha emprendido obras por contrato, y nunca presentó a la Asamblea dichos contratos”. (Firman siete de ocho regidores).

En otro documento, se informa de la compra de una ambulancia por 977 mil 047 pesos, pero el contrato no fue autorizado por el Cabildo, no se informó con cargo a qué fondo fue hecho el pago, sino que fue con recursos del ejercicio 2020, aunque el pago fue realizado el 15 de enero de 2021 contraviniendo el artículo 17 de la Ley de Disciplina Financiera  de las Entidades Federativas y Municipios y además, no hubo licitación pública; solo existe una única cotización expedida por la ciudadana Yolanda Cerón Ramírez a favor de ‘Presidencia Municipal con fecha de expedición del 18 de diciembre del año 2019, fecha en la que la actual administración municipal evidentemente no se encontraba en funciones.

La factura electrónica (CFDI) que ampara la adquisición de la ambulancia, fue expedida por Yolanda Cerón Ramírez (la misma que otorgo la cotización del 2019), con fecha 15 de enero de 2021. En el “concepto” de la factura a favor del municipio de Ajacuba, únicamente se describe: “AMBULANCIA FIAT DUCATO 2020”. sin más características de la unidad/ambulancia, características esenciales como es el número de serie, así como el número de motor no aparecen el documento fiscal, situación que de forma indiscutible ese CFDI no podría acreditar la propiedad de dicha ambulancia.

Jamás existió alguna licitación para la adquisición de dicha ambulancia, solo se presenta una “excepción a la licitación”, algo sacado “de la manga” por parte del alcalde. Pero lo que sorprendió al cabildo de Ajacuba, es el hecho que los “vendedores” al presentar su constancia de ser proveedores en el gobierno de Hidalgo, número 364-18, y al ser consultado en el portal del gobierno hidalguense aparece como una empresa dedicada a la “prestación de servicios de producción de eventos en vivo”, a nombre de Erika Cerón y con domicilio fiscal en el municipio de Atitalaquia, Hidalgo.

De lo caricaturesco a lo escatológico

Una más de Basurto Acosta, quien se ha caracterizado por saltar de partido en partido. Eso no es de ninguna manera raro, sino en realidad algo usual en los tiempos que corren. Es, en rigor, la libertad de acción política. Pero la forma en que lo ha hecho el alcalde de Ajacuba rompe con los mínimos de decencia política. Es la desfachatez llevada a extremos caricaturescos, o algo peor, a lo escatológico.

Veamos: Basurto Acosta pasó varios años picando piedra en el PT. El partido es una especie de negocio personal de Alberto Anaya, compadre (de grado) de Carlos Salinas, y algo así como un prestanombres de los negocios en México de políticos de Corea del Norte. En busca de la alcaldía de Ajacuba por Morena, Basurto cultivó a Enrique Cadena (hoy alcalde de Nopala), y a la vez, a Martín Esparza, cacique del SME.

Pero Morena tuvo qué ajustarse a la famosa “equidad de género” y fue desechada la aspiración de Basurto quien, ni tardo ni perezoso se apersonó con los del PRI. Y consiguió la candidatura.

Como todo pillastre y embaucador, Basurto tiene la capacidad para engatusar a la gente de buena fe, y logró el triunfo en las elecciones.

Había jurado lealtad eterna al PRI, pero desde el arranque de su gobierno comenzó a llevar gente de Morena, de arriba/abajo, desde puestos de responsabilidad hasta burocracia de base, como hemos relatado líneas arriba.

Comenzó por colocar a un morenista de pura cepa, Efrén Eduardo Olguín como director jurídico, el asesor para las trapacerías que ahora rechazan los regidores.

Todo indica que el plan ranchero es acumular el suficiente dinero para asegurar la candidatura a la reelección, ya sea para alcalde o por lo menos para diputado local. En Morena no le hacen el feo al dinero, por lo escaso que se les ha hecho, y por eso quedó establecido claramente: “¡No son sobornos, son aportaciones!”.

Es evidente que con eso, Basurto Acosta pretende comprar impunidad. Ya se verá si le sale la jugada.

@ortigoza2010

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