InvestigacionesJulio2023

Pueblos mágicos, sin dinero y con delincuencia

Los 177 Pueblos Mágicos (PM) que existen en el país (45 de ellos recién reconocidos, uno de ellos en Michoacán), se enfrentan a una triste realidad

Por: Rosalinda Cabrera Cruz

Los 177 Pueblos Mágicos (PM) que existen en el país (45 de ellos recién reconocidos, uno de ellos en Michoacán), se enfrentan a una triste realidad; desde 2019 sufrieron un serio recorte al presupuesto que se les había asignado por ostentar dicha categoría (lo que no ha tenido modificaciones significativas hasta ahora), pero a ello se les unió una situación aún más grave: muchos están a merced de la delincuencia organizada que los fustiga sin piedad.

La magia que habita en los Pueblos Mágicos ha comenzado a perderse por la creciente violencia que padece una de cada dos localidades que ostentan ese distintivo, así como por la falta de presupuesto del gobierno federal. Al término de 2018, la Cámara de Diputados a nivel federal eliminó del Presupuesto de Egresos 2019 los recursos del Ramo 21 etiquetados para el rubro del Programa Pueblos Mágicos (PPM), que en 2018 fueron de 586 millones de pesos. El presidente de la Comisión de Turismo de la Cámara en ese momento, Luis Alegre Salazar, desestimó el recorte y dijo que los gobiernos estatales contarían con 6 por ciento más de presupuesto para hacerlo llegar a esos pueblos, lo que a todas luces fue insuficiente.

Pero lo más preocupante es lo relativo a la seguridad en esas poblaciones, como lo demuestran los municipios de Guanajuato y muchos de Michoacán, donde se concentran más delitos, de acuerdo con los datos del Semáforo Delictivo de 2021 a la fecha.

Pleitos por dinero

El 5 de octubre de 2021, en el marco de la conmemoración del Día Nacional de los Pueblos Mágicos, la senadora Verónica Martínez solicitó recursos suficientes para la promoción y conservación de los Pueblos Mágicos para el Presupuesto 2022, lo que recibió oídos sordos.

El fundamento de la senadora para pedir más recursos fue que en los últimos 15 años, el programa de Pueblos Mágicos detonó el desarrollo turístico en diferentes regiones del país, pues de acuerdo con los datos del INEGI, en su último año de operación generó empleo directo a 235 mil habitantes, e ingresos por suministro de bienes y servicios por el orden de 157 mil 888 millones de pesos.

Explicó que “las características y el atractivo turístico que los Pueblos Mágicos ofrecen al mundo son invaluables, a pesar de ello, fue uno de los sectores más afectados por la pandemia del COVID-19, ya que sólo en 2020, el PIB turístico se contrajo en un 23.3 por ciento, casi tres veces más que la caída de la economía nacional, de 8.2 por ciento, dijo la también vicepresidenta del Senado.

A su vez, el poder Legislativo publicó un punto de acuerdo en el que indicaban a Sectur y la secretaría de Hacienda, la necesidad de fortalecer la difusión y promoción turística, como parte de la estrategia de reactivación económica tras el COVID-19 y de acuerdo con el documento, ese rubro fue descuidado en los últimos años, pues en 2019 aunque el presupuesto de turismo creció 124 por ciento con relación al año anterior, la partida no consideró a los Pueblos Mágicos.

Refuerzan la identidad nacional, pero…

Para la dependencia, los Pueblos Mágicos son lugares que muestran la identidad nacional en cada uno de sus rincones, con una magia que emana de sus atractivos; visitarlos es una oportunidad para descubrir el encanto de México, además de que este programa contribuye a revalorar a un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación y que representan alternativas frescas y variadas para los visitantes nacionales y extranjeros, pero para el que no hay dinero adicional.

La denominación de pueblos mágicos se inició en 2001 y se les destinaron poco más de tres mil millones de pesos distribuidos en 16 años. En 2018 fue la última vez que figuró en el Presupuesto de Egresos de la Federación bajo ese rubro y de 2019 hasta la actualidad no se incluye en el presupuesto de egresos de la federación.

No obstante, el gobierno federal ha seguido implementando una serie de acciones, las cuales van desde la promoción y publicidad del eslogan “Pueblo Mágico”, la “Feria Nacional de Pueblos Mágicos” y han elaborado documentos como la “Estrategia Nacional de Pueblos Mágicos”; inclusive se ha continuado la incorporación de localidades con este distintivo, como es el caso de 45 pueblos en los últimos meses de todo el país, entre ellos Cotija, en Michoacán.

La incertidumbre es palpable en lo concerniente al diseño e implementación del PPM, pues no queda del todo claro si continúa en operación o simplemente se trata de acciones en el vacío, por la ausencia de presupuesto público federal, lo que sin duda frena la implementación de las acciones para el fomento y fortalecimiento de los PM.

Esto queda de manifiesto al revisar la “Estrategia Nacional de Pueblos Mágicos”, pues son palpables las inconsistencias y ambigüedades en su diseño. No hay coordinación ni seguimiento con los ayuntamientos, además que saltan a la vista favoritismos en la conformación de los Comités de Pueblos Mágicos; y al margen de este último, es casi nulo el fomento de la participación e involucramiento ciudadano en las acciones implementadas del Programa.

Pero no sólo ello, hay otras limitaciones, tales como insuficientes acciones para fortalecer la economía de los PM y muy poca coordinación con otras dependencias gubernamentales para implementar acciones en materia económica, y para colmo, a esto se suman muy pocos y deficientes instrumentos de seguimiento y capacitación a los prestadores de servicios turísticos.

Es un hecho que son pocas las acciones para fomentar el empleo en este campo, son prácticamente inexistentes las oportunidades para incentivar la producción, distribución y consumo de los productos y servicios locales, además que es bajo el nivel de fomento a la inversión, insuficientes acciones para fomentar la infraestructura turística y pocas estrategias de promoción de los productos y servicios de los PM.

Por si esto fuera poco, los habitantes de los pueblos mágicos han demostrado su aversión en torno a la focalización de los beneficios que este programa representa para cada sector poblacional, porque perciben que sólo algunos sectores continúan siendo los más beneficiados, como los empresarios locales o incluso los funcionarios de los ayuntamientos, dejando al margen a la mayoría de la población.

No son mágicos, son trágicos

Las comunidades residentes en los PM no se han visto exentas de la ola de violencia que se vive en México. De acuerdo con los académicos en la materia, falta información sobre los Pueblos Mágicos en relación con el número de turistas y la derrama económica que reciben, para de esa manera poder evaluar el impacto de la violencia en cada localidad.

Gerardo Herrera Salas, especialista en turismo de la Universidad Iberoamericana, señala que la violencia en los Pueblos Mágicos comenzó a repuntar desde hace algunos años, fenómeno que está relacionado con la situación de pobreza que viven sus habitantes.

“Si el turista percibe que un lugar es inseguro, por más que le llames Pueblo Mágico o Patrimonio de la Humanidad, no va a querer visitarlo”, enfatizó Herrera. Desde su perspectiva, la drástica disminución de recursos de la federación para el programa naturalmente los ha afectado.

“Históricamente, el programa Pueblos Mágicos ha sido exitoso, pero creo que atraviesa por un momento de crisis por diversas circunstancias, como la inseguridad y la pobreza, pero principalmente por falta de apoyos del gobierno federal, porque es una ilusión pensar que la denominación se puede sostener por sí sola, sin los apoyos necesarios”, comenta.

Además, explica que ser Pueblo Mágico no soluciona la pobreza, porque no se trata de un mecanismo de política económica o un programa de combate a la misma, sino que sirve como herramienta de marketing para atraer turistas que gasten dinero en el destino. “Si continúa aumentando la pobreza y no le meten dinero a la marca, temo que aumentará la violencia en los Pueblos Mágicos y perderán su encanto a futuro”, advierte el experto de la Ibero.

El otro factor que afecta al proyecto, es el incremento en los niveles de delincuencia que se atribuye a la creciente expansión de algunos cárteles de las drogas, que ven a los Pueblos Mágicos como “sitios de oportunidad” para el tráfico de estupefacientes al menudeo, ante la posible demanda que representa el flujo de turistas en esos destinos.

El vilo económico en el que quedó el programa también quedó supeditado a que la mayoría de los 177 municipios donde se ubican, están en los estados más violentos, reconocidos así por el SESNSP.

Actualmente, más de mitad de los Pueblos Mágicos prácticamente están fuera del radar de los paseantes por razones de seguridad. Los grupos del crimen organizado, principalmente los que se dedican al narcotráfico y sus enfrentamientos, han generado problemas serios en Michoacán, Guanajuato, Zacatecas, Jalisco, estado de México, Hidalgo, San Luis Potosí, Sinaloa, Nayarit, Colima, Guerrero, Veracruz y Morelos, entre otros.

No cabe duda que los Pueblos Mágicos siguen buscando recursos de la federación para crecer, modernizar su infraestructura y conectividad, así como ofrecer a los visitantes seguridad, transporte, hoteles, restaurantes y buenos servicios; pero el programa está quebrantado, en primer lugar porque el gobierno de la Cuarta Transformación eliminó los pocos recursos que les entregaban cada año, dizque por razones de corrupción, aunque nunca hubo detenidos por desviar dinero de ese plan exitoso; la violencia es el otro factor que obra en contra de su reactivación.

El caso de Michoacán

En Michoacán, la falta de recursos y la violencia afecta a Pátzcuaro (06 de junio de 2002), Tlalpujahua (27 de julio de 2005), Cuitzeo (13 de noviembre de 2006), Santa Clara del Cobre (16 de junio de 2010), Angangueo (21 de marzo de 2012), Tacámbaro (21 de noviembre de 2012), Jiquilpan (27 de noviembre de 2012), Tzintzuntzan (27 de noviembre de 2012), Paracho (1 de diciembre de 2020), y Cotija (26 de junio de 2023).

Por su belleza arquitectónica, historia, cultura y tradiciones, Michoacán cuenta con estos diez Pueblos Mágicos; sin embargo, no todos han logrado “encantar” en la misma medida a los turistas, según lo reflejan los registros de afluencia que reportó la secretaría de Turismo del estado durante los últimos 10 años.

A la fecha, Pátzcuaro, el primero de Michoacán y segundo a nivel nacional en obtener el nombramiento (en 2002), mantiene su supremacía como el Pueblo Mágico más visitado de la entidad, por su lago, edificios coloniales, sus danzas, templos, tradiciones como la del Día de Muertos, plazas y la tradicional nieve de pasta.

Pero no todos tienen esa suerte o trabajo que les respalden, como Paracho, que recibió su nombramiento a fines de 2020 en un momento difícil: sin participaciones federales, con presupuestos estatal y municipal reducidos, la inseguridad en el estado y los estragos de la pandemia.

En ese contexto complicado, en que la inseguridad les golpea día a día, con recortes presupuestales y pendientes en la entrega de participaciones por parte del gobierno federal, con la crisis económica por la que la administración estatal atraviesa y con presupuestos municipales acotados únicamente a lo esencial, el ayuntamiento de Paracho por fin logró el estatus de Pueblo Mágico, para ser el noveno de la entidad en ostentar este nombramiento, pero que tal parece que será más un dolor de cabeza que un beneficio, precediendo a Cotija, que aún es prematuro saber su destino como PM, pero que sin duda nació sin recursos.

Los otros 8 Pueblos Mágicos de Michoacán comparten más con Paracho que con Pátzcuaro este panorama, así que su crecimiento continuará siendo incierto. La diferencia en la afluencia turística entre los diez Pueblos Mágicos de Michoacán será principalmente por la oferta de cada uno y la manera en que explotan sus atractivos, más allá de sus edificios históricos o recursos naturales.

De acuerdo a fuentes de la Procuraduría General de la República (PGR), actualmente los cárteles Jalisco Nueva Generación y de Sinaloa se encuentran en reacomodo, y parte de eso es la búsqueda del control plazas para el narcomenudeo, en donde resultan de su interés muchos de los Pueblos Mágicos, en donde la presencia de las fuerzas federales es limitada.

De esa forma se estima que en Michoacán, células del Cártel Jalisco Nueva Generación se han asentado en los municipios turísticos de Cuitzeo, Jiquilpan, Angangueo, Pátzcuaro, Santa Clara y Tacámbaro, en donde la disputa por el control del narcomenudeo con algunos segmentos de los grupos de autodefensas y bandas delincuenciales locales ha empujado la violencia al alza.

En esas circunstancias, los “Pueblos Mágicos” se han transformado en “Pueblos Trágicos”, donde la incertidumbre, la pobreza y la amenaza delincuencial tal parece que han echado raíces

Su estatus y crecimiento dependerá mucho del proyecto que presenten los municipios a la federación y que ésta los tome en cuenta, porque sobre todo se está priorizando que tenga alto impacto en la actividad turística, pero en tiempos de violencia y sin recursos, es algo que se ve muy lejano, así que sin duda están sumidos en un lamentable círculo vicioso: ellos piden, pero no les dan… si no les dan, no crecen y si no crecen tienen que volver a pedir…

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