Editorial| What happened, míster amigou?
El presidente mexicano quiso ver en su momento, a su homólogo estadunidense, como un gran aliado
Pues ¿qué pasó entre los grandes cuates Andrés Manuel López Obrador y Donald Trump? El gran amigo estadunidense quiere volver a ser presidente de su país y enardece a sus seguidores republicanos y ultra radicales con atacar a los cárteles mexicanos de la droga en nuestro propio territorio.
El presidente mexicano quiso ver en su momento, a su homólogo estadunidense, como un gran aliado. O por lo menos así vendió la idea. En los hechos, se sometió a las presiones y chantajes del gringo, para convertir a México como “tercer país seguro” para los cientos de miles de migrantes que buscan entrar a la Unión Americana. Pero lo que nunca encontraron fue eso, seguridad.
En el tema del narcotráfico, tampoco la relación marchó bien para los “grandes amigos” y ahora que buscará Trump por segunda vez la presidencia de EU, trascendió en la prensa de ese país la consulta que realiza con sus asesores para dar la batalla a los cárteles de Sinaloa y Jalisco y todos los que operan en la zona fronteriza, “con o sin el consentimiento del Gobierno de México”, de acuerdo con fuentes consultadas por la revista Rolling Stone.
Refiere el reconocido medio, las intenciones de la campaña de Trump de exponer mediáticamente las diferentes opciones, una de ellas, incursiones militares en suelo mexicano para confrontar a los grupos delictivos locales.
Con base a las fuentes anónimas consultadas por la prestigiada revista, Trump se ha quejado de las oportunidades perdidas de su primer mandato respecto al narcotráfico en México, “y hay mucha gente a su alrededor que quiere menos oportunidades perdidas en una segunda presidencia de Trump».
En sus comparecencias ante el Congreso de Estados Unidos, tanto el secretario de Estado, Antony Blinken, como el de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, respondieron afirmativamente al ser cuestionados por los republicanos sobre si hay zonas de México «controladas» por el crimen organizado.
El presidente López Obrador ha respondido que es mentira todo ello.
«Yo sostengo que yo, como presidente, y cualquier persona puede ir a cualquier parte del territorio nacional y sí, hay riesgos en unas regiones más que en otras, en unas ciudades más que otras, pero la vida se mantiene inalterable en todo el país».
Eso no se lo creen ni gringos ni mexicanos.
Menos Trump, el super cuate, que lo volverá a usar a López Obrador y su política de “abrazos” para su campaña electoral. Ya lo veremos.