Cómo maneja el presidente Andrés Manuel López Obrador el dinero público: elimina los fideicomisos del Poder Judicial de la Federación (PJF) para becas a niñas y niños de escasos recursos, y quita el dinero de los pobres para crear fideicomisos a la Sedena y la Marina para destinarlos al Tren Maya y aeropuertos, obras que difícilmente disfrutarán, paradójicamente, los pobres.
La Cámara de Diputados aprobó con 262 votos de Morena y sus aliados, y 198 en contra del PRI, PAN y PRD, el dictamen de la Ley Federal de Derechos, a través de la cual se crearán en2024, fideicomisos para que parte de la recaudación, sea para el Tren Maya y aeropuertos.
De esta manera, los ingresos obtenidos por la expedición de la condición de estancia a los visitantes sin permiso para realizar actividades remuneradas que ingresen al país con fines turísticas (visas para turistas extranjeros) se destine al fideicomiso público que constituya la empresa Tren Maya, SA de CV, que administran los militares.
Estos ingresos no tributarios asignados a este transporte turístico y de carga, se suman a los 120 mil millones de pesos que se prevé le sean asignados para el próximo año a esta obra insignia del presidente López Obrador. Otros fideicomisos se constituirán para que la Semar “fortalezca” el sistema aeroportuario.
Originalmente los ingresos obtenidos por la expedición de la condición de estancia a los visitantes sin permiso para realizar actividades remuneradas que ingresen al país con fines turísticas eran destinados para otros fines: 20 por ciento para el Instituto Nacional de Migración (INM) y 80 por ciento para la operación y prestación de servicios aeroportuarios, aeronáuticos, ferroviarios, turísticos, culturales; ahora, todo, será para el Tren Maya.
Los recursos, que rondarán entre 24,000 y 26,000 millones de pesos -mucho más que los 15 mil mdp que quitó a los fideicomisos del PJF-, irán directamente a un fideicomiso público federal sin estructura que sea constituido por la empresa de participación estatal mayoritaria Tren Maya, que no es otra más que la Sedena.
Con peras y manzanitas: con nuestros impuestos se subsidiará el Tren Maya.
Diputados de oposición fustigaron que mientras anteayer Morena y aliados criticaban la existencia de fideicomisos por “opacos y generadores de corrupción”, y ayer autorizaron la creación de fideicomisos para hacer que funcione el “barril sin fondo” que es el trenecito del presidente López Obrador.
Al presidente de la “austeridad republicana” que quiere burocracia pobre para pueblo pobre, no le importa gastarse el dinero de todas y todos, en una obra que ni siquiera tiene la certeza que funcionará.
