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Editorial| Sanciones para 76 millones de ciudadanos que no votaron en la consulta

Sanciones para 76 millones de ciudadanos que no votaron en la consulta

Los magros resultados de la consulta de revocación han generado un sinfín de interpretaciones, particularmente entre los militantes de la 4T que buscan cómo justificarse ante el presidente Andrés Manuel López Obrador.

La que no tiene cuate, es la del ex comunista y ex perredista Pablo Gómez, actual titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, que reprochó al Instituto Nacional Electoral (INE) que no haya advertido a los casi 93 millones de ciudadanos inscritos en el Padrón, que participar en la consulta es una obligación. No haberlo hecho, amerita penalidades.

O sea, 76 millones de electores que no asistieron a las 57 mil casillas a votar por la pérdida de confianza al Presidente, o su ratificación, podrían perder sus derechos electorales por un año y hasta ser sujetos a sanciones de diversa índole.

¿Cuáles son esas sanciones? Aun no están establecidas en la ley.

No hay duda de que votar es un derecho sobre el que se construyen las democracias y aun  cuando el artículo 36 constitucional establece que sufragar en las elecciones y en las consultas populares es parte de las obligaciones de la ciudadanía, no existe todavía ninguna sanción para quienes no cumplen con esta obligación.

Y sí, es una obligación, pero también un derecho que en todas las elecciones federales, estatales y municipales que se han realizado en nuestro país, no ha sido ejercido por casi la mitad de las y los ciudadanos.

Pero más que debatir sobre si es una obligación o un derecho, el enfoque debe dirigirse al porqué los electores no les interesa votar, sea elecciones para renovar autoridades públicas o consultas como la del 2021 para enjuiciar a expresidentes o la de revocación, del pasado domingo.

Pablo Gómez es un viejo parlamentarista cuyos cargos legislativos se los debe a la elección por vía de representación proporcional. En junio de 2021, intentó reelegirse en elección directa por el distrito 23 de la Ciudad de México y perdió.

Le vendría bien al titular de la UIF de Hacienda reflexionar sobre las razones de la creciente abstención y desinterés de las y los mexicanos en los procesos electorales en nuestro país, partiendo de su propia derrota para no aventar culpas a diestra y siniestra para justificar su posición política.

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