La columna de ayer del periodista Carlos Loret en El Universal, confirma porqué el presidente Andrés Manuel López Obrador odia tanto la transparencia, la rendición de cuentas y el periodismo independiente y crítico.
En sus “Historias de reportero” reveló que tras el enfrentamiento hace ocho días, entre pobladores de Texcaltiltlán con sicarios de “La Familia Michoacana” y en el que resultaron abatidos una decena de ellos, el cártel tomó como rehenes a hombres, mujeres y niñas, que no serán devueltas a sus familias hasta que la propia comunidad entregue a los responsables de la muerte de sus integrantes, entre ellos el líder de la plaza conocido como el “Payaso”.
El periodista aseguró que el secuestro lo registró la Fiscalía del Estado de México, lo sabía la gobernadora Delfina Gómez. El presidente López Obrador también estaba enterado. El general secretario de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval, presentó su informe sobre el caso y tampoco dijo nada. Todos lo ocultaron. Mienten.
Es un tema del derecho universal de todas y todos los mexicanos a enterarnos de lo que pasa en el país y que el Presidente esconde día tras día, en su perorata matutina.
Horas después, autoridades estatales confirmaron la noticia: “más de 10 personas se encuentran desaparecidas en Texcaltitlán, Estado de México, tras el enfrentamiento entre pobladores e integrantes del crimen organizado”.
“Hay una información corroborada que tiene carpeta de investigación en la Fiscalía General del estado, estamos calculando que son arriba de 10 desaparecidos”, dijo el secretario de Seguridad mexiquense, Andrés Andrade.
“Estamos revisando si hay alguna situación delictiva o es un tema de sustracción voluntaria por la situación que vivieron”.
O sea, en una semana, la Fiscalía no puede confirmar la calidad de rehenes de las y los desaparecidos, a pesar de las denuncias de los familiares.
“De acuerdo con los testimonios, después del enfrentamiento del viernes, el cártel de “La Familia Michoacana” estableció retenes en las vías de acceso a Texcaltitlán. Una especie de estado de sitio. Estaban buscando a las personas que aparecían en los videos atacando a la organización criminal. A todo el que salía del poblado lo registraban y cateaban. Era mucha gente, porque mucha gente salió huyendo del lugar tras la violencia. Los reportes son de que Texcaltitlán parece pueblo fantasma”, escribió Loret.
Pero el presidente López Obrador sostiene que “muchísima gente piensa que las cosas están mejorando; muchísimos mexicanos, millones de mexicanos sostienen que estamos mejor”. Porque todos los días a las seis de la mañana “atiende la seguridad de forma personal”.
“¿Conoces de algún presidente de los últimos tiempos (que) haya atendido el tema de seguridad todos los días, que haya recibido de lunes a viernes de 6 a 7 de la mañana el reporte de lo sucedido en las últimas 24 horas en el país?», le reviró a la periodista Reyna Ramírez que le preguntó si estaba enterado que en Sonora, la gente acude a los grupos criminales en busca de justicia ante la ausencia del Estado de Derecho en esa entidad y muchas más.
En lo que va del sexenio lopezobradorista, más de 177 mil personas han sido asesinadas.
Pero estamos mejor, gracias a que el Presidente se levanta bien temprano. De no hacerlo, estaríamos peor.
