Entresemana| ¡Huy qué mello!
Huy qué mello!
Por: Moisés Sánchez Limón
Sí, Su Alteza Serenísima sufre amnesia selectiva y anda echando mano a sus fierros como queriendo pelear.
Solitario deambula por los pasillos de Palacio; rumia el fracaso de su sueño de poder absoluto y olvida que él es producto de lo que llama “sistema corrupto, antidemocrático que está –dice—en poder de los conservadores”. Canijos consejeros y magistrados electorales.
¡Ay!, Andrés Manuel…
Y se rodea de una cohorte de súbditos cuya disputa doméstica por el gesto del emperador que los ascienda, aunque sus grados académicos sean de básica instrucción, erosiona al Movimiento que de Consorcio deviene en Corporativo de organizaciones tribales.
¡Recórcholis, Batman!
Sí, sí, tiene, incluso, a “periodistas” que perdieron el rubor, jóvenes, unos no tanto, que egresaron de las aulas y por convicciones propias dejaron en el baúl su compromiso profesional y salieron a hacer patria con el sello militante y de pesos y centavos.
Y lo mismo escupen consignas contra quienes califican chayoteros –aunque son neo chayoteros que cierran los ojos cuando los mendrugos del presupuesto caen en sus cuentas bancarias–, que siembran preguntas preparadas por el equipo del vocero que se asume cineasta, periodista, guionista, DJ y etcétera, etcétera.
“Perro no come perro”, reza la máxima entre la última generación de periodistas que se decanta y la nueva la toma como anécdota cuando es una lección de dignidad y respeto entre pares.
Hoy están al servicio de una causa dizque de transformación. Unos convencidos de que esa es su misión; otros asumen el papel oficioso y se montan en el desprecio anidado contra lo que desconocen.
¡Ah!, pinche PRI que gobernó durante tanto tiempo y fue la dictadura perfecta, calificada así por Vargas Llosa.
Y qué decir de la cabrona derecha que llegó al poder con Vicente Fox y se enlazó con Felipe Calderón en la llamada “docena trágica”.
Sí, sí, fueron los que le robaron a Su Alteza Serenísima el triunfo en 2006 y lo obligaron a cerrar el Paseo de la Reforma y presume que no rompieron ni un vidrio, mas no recuerda –amnesia selectiva, le digo a usted—que dejó a miles de mexicanos sin empleo y desmadró a comercios y servicios turísticos en la capital del país.
¿Recuerdas Andrés Manuel I?
Pero, pero…
¿Y las pruebas del fraude?
Horacio Duarte, en aquellos días de 2006 llegaba a Carlota Armero 5000, sede de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, con cajas y cajas y cajas de cartón dizque repletas de pruebas.
–Horacio, Horacio, no procederá tu demanda de anulación de la elección—se lo dije porque sus actas eran un machote, es decir, todas señalaban lo mismo, el mismo argumento calcado. Pero el TEPJF les dio entrada. En fin.
Horacio, el texcocano leal sin reparo alguno al licenciado López Obrador sostenía que todo era legal; sí, pero la ley es la ley y lo aterrizó cuando los 7 magistrados electorales informaron, en estrados y mediante comunicado la tarde-noche del martes 05 de septiembre de 2006, que la causa SUP-JIN-212/2006 no había prosperado y…
“(…) se determinó que Felipe de Jesús Calderón Hinojosa satisface los requisitos establecidos en el artículo 82 de la Constitución Federal, por lo cual procedió declararlo PRESIDENTE ELECTO de los Estados Unidos Mexicanos”.
¿Recuerda usted el estribillo “voto por voto, casilla por casilla”?
No quiero aburrir, sólo para recordarle al licenciado presidente qué ocurría en esos días que se asumía triunfador y calificaba espurio a Felipe Calderón.
El sábado 5 de agosto, la Sala Superior informó que se habían dictado 175 resoluciones interlocutorias para resolver igual número de incidentes de previo y especial pronunciamiento, que se formaron en 174 juicios de inconformidad promovidos por la coalición Poe el Bien de Todos, sobre el sentido de realizar, por una parte, nuevo escrutinio y cómputo de la votación recibida en la elección presidencial y, por otra, el recuento de votación en casillas específicas correspondientes a distritos electorales impugnados. Todo ello respecto del juicio
¿Y?
“En consecuencia –informó el TEPJF–, el incidente de previo y especial pronunciamiento formado en el juicio de inconformidad SUP-JIN-212/2006, concluyó con lo siguiente:
“a) Se niega la petición de la coalición Por el Bien de Todos consistente en el recuento de la votación recibida en la totalidad de las casillas instaladas para la elección presidencial en los trescientos distritos electorales”.
¡Sopas, querido Solín!
Y desde el martes 5 de septiembre de 2006 –¿recuerda Su Alteza Serenísima?– sufrimos al “presidente legítimo”, investido como tal en acto celebrado el 20 de noviembre de ese año en el Zócalo del aún Distrito Federal.
Sólo para refrescar memoria y atender el pago de facturas, no debe olvidarse que fue doña Rosario Ibarra de Piedra quien impuso la singular banda tricolor al cincuentón Andrés Manuel, cuyas huestes ya le habían partido la madre a la coloquialmente conocida Ciudad de México, con el plantón en el Paseo de la Reforma.
Hoy, la chica del cabello colorado, Rosario Piedra Ibarra es la presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y, ¡caray!, ¡vaya coincidencia!, se suma a la embestida contra el Instituto Nacional Electoral y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
¡Nooo! Niega el licenciado presidente que quiera desaparecer a estos organismos autónomos.
¿No?
Será por esa memoria histórica de 2006 que el licenciado presidente odia, sí, odia del verbo odiar a Felipe Calderón Hinojosa, tanto que la instrucción a su paisano y brother Adán Augusto López Hernández, que cobra como secretario de Gobernación, es lograr que la Corte de Las Haya declare al michoacano responsable de delitos de lesa humanidad.
Mire usted, el tenor López Hernández, por aquello de que asumió no poder convencer a nadie con su voz, el lunes pasado corrigió sus declaraciones y resultó que siempre sí:
“Aquí les digo, porque después se malinterpretan las cosas, y a ustedes se los digo, sí hay, desde luego, una denuncia penal internacional presentada en La Haya, en los Países Bajos, en Holanda, en contra, entre otros, de Felipe Calderón Hinojosa”.
Y para no dejar duda del mimetismo con su brother Andrés Manuel I, López Hernández dejó salir de su pecho de tenor:
“Por eso nosotros hemos sostenido que el brazo de la justicia tarda en llegar, pero que llegará. Quienes la hicieron tengan la seguridad que la van a pagar, porque ya el número dos del gobierno (Genaro García Luna) está detenido, pues ahora tienen que llegar hasta sus últimas consecuencias esta investigación”.
Vaya, vaya. ¡Qué bueno que el licenciado presidente no es rencoroso ni vengativo! Total, que tanto es tantito, en 2006 Felipe Calderón le ganó por 233 mil 831 votos.
¡Pa’ su mecha, Kailman!
Y entonces, entran en escena los periodistas militantes, estos de la barra mercenaria que niegan estar al servicio de la 4T. Va un ejemplo de la que quiso ser pregunta más fue exposición para que el Duce se luciera.
“PREGUNTA: Buen día, presidente.
El pasado viernes 28 de octubre la Comisión Nacional de los Derechos Humanos publicó la recomendación general 46/2022, en la que hace un llamado público, respetuoso a las y los legisladores de la República para que, tomando como referencia las luchas democráticas del pasado y las que le siguieron, revisan la legislación electoral vigente, realicen un análisis honesto y serio que recoja las expectativas ciudadanas actuales y que construyan una reforma que otorgue certeza sobre la organización de las elecciones, sobre la imparcialidad del órgano encargado de contar los votos y sobre la designación de sus integrantes de manera insospechable de intereses partidistas o faccionales. Una demanda que, como se dice en esta recomendación general, data de hace muchos años y es una deuda histórica que ha llegado la hora de saldar.
Esta recomendación pues generó de inmediato una ola de agresivos ataques de la derecha y de sus adversarios contra la Comisión Nacional de Derechos Humanos, y sobre todo contra la presidenta de la misma, Rosario Piedra Ibarra.
Preguntarle, presidente, cuál es su postura sobre esta recomendación, si ya sabía de ella, pero sobre todo la postura de los ataques de la derecha en contra de la presidenta y de la comisión—expuso el joven y expertísimo reportero. Bien aprendido el guion.
—Pues es que –respondió el licenciado Andrés Manuel I, jefe de jefes–, como el mundo al revés, los defraudadores, los mapaches electorales ahora están convertidos en demócratas, lo cierto es que ellos dominan el INE y el tribunal.
Para información o para refrescar la memoria –aunque no la propia–, los del consejo del INE, los del consejo del tribunal, los nombran los partidos, los eligen en el Congreso, y se ponen de acuerdo los partidos: ‘tres para ti, tres para ti y uno para el más pequeño’, si son siete.
Y no es cierto que por el tribunal y por el INE haya democracia en México, no. Hay democracia en México o se avanzado para que haya una auténtica democracia en México por la gente, por el pueblo, no por ellos. Ellos siempre andan buscando favorecer a los potentados—palabra del Señor presidente.
¡Qué caray!
Fue la derecha conservadora la que arbitró su triunfo. Fueron los mapaches electorales, los 7 magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, quienes a las 12:05 del miércoles 08 de agosto de 2018 lo declararon Presidente electo.
El domingo 08 de julio de 2018 el Instituto Nacional Electoral había ratificado el cómputo final de los votos depositados en la jornada electoral del domingo 1 de julio. Y Lorenzo Córdova Vianello, consejero presidente del INE. cantó el triunfo del licenciado Andrés Manuel López Obrador.
¿Por qué el enojo, Su Alteza Serenísima? ¿Por qué buscar la desaparición del INE y el TEPJF, porque eso implica restarles funciones, dientes? No que muy demócrata y tolerante con las libertades de los mexicanos.
¿Quiere tener al árbitro electoral confeso morenista por aquello del no te entumas? Y ¿por qué persigue a los periodistas que no le aplauden ni loan ni preguntan a modo?
Será porque –acusa a cielo abierto y sin pruebas– “pertenecen al hampa del periodismo y la consigna que tienen es que la calumnia, cuando no mancha, tizna. Y son muchísimos, es un sistema muy parecido al porfiriato, es una cúpula oligarcas, voceros, periodistas, intelectuales orgánicos y zalameros, que nunca faltan”. El que se ríe se lleva, licenciado presidente. Digo.
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