Hay que poner las barbas a remojar
Por: Ramón Zurita Sahagún
Solo tres días duraron las deliberaciones de los 12 jurados que discutieron sobre la culpabilidad o no, de Genaro García Luna, en su paso por el gobierno mexicano.
Finalmente, los jurados concluyeron que las versiones de los acusadores eran reales y decretaron que García Luna era culpable de los cinco delitos que le imputaron.
Bastaron las declaraciones de los llamados testigos protegidos, todos ellos delincuentes vinculados al crimen organizado y ahora bastará que el juez sentencie a Genaro a purgar una condena en una cárcel de Estados Unidos.
El juicio contra García Luna revistió interés en México, ya que descubre parte de las componendas existentes entre autoridades y el crimen organizado y sienta un precedente para el futuro.
Aquellos que festinan la culpabilidad de Genaro García Luna deben tomar las cosas con tranquilidad, ya que a cada capillita le llega su fiestecita.
Y es que abierto el expediente y con la posibilidad de ser juzgados con base en testigos de oídas y sin mayor aportación de pruebas, los funcionarios de hoy podrían seguir la misma ruta con nuevos testigos protegidos que deseen acortar sus sentencias.
Desde hace un par de años hay señalamientos de que algunos gobiernos estatales se encuentran penetrados por la delincuencia organizada, especialmente la vinculada al tráfico de estupefacientes.
Algunos de los procesos electorales de 2021, principalmente, los que tienen que ver con las entidades del litoral del Pacífico, fueron señalados por una eventual intromisión de los cárteles que operan en esas zonas.
Se presentaron evidencias de ello, las que fueron desechadas y el tema archivado, aunque de vez en cuando se reactivan.
Hasta el momento hay sombras de sospecha, por lo que algunos de los personajes detenidos en los tiempos recientes podrían ser extraditados y bajo la figura de testigo protegido declarar en contra de políticos mexicanos que les asegura una reducción de sus condenas.
Por lo pronto, el tema queda ahí y veremos cuál será la reacción del presidente López Obrador por este tema y que sigue en el caso de Felipe Calderón Hinojosa, bajo cuya administración actuó Genaro García Luna, como secretario de Seguridad Pública.
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Para hoy está fijada la discusión del Plan B de la Reforma Electoral en el Senado de la República, donde todo hace augurar que será aprobada por la mayoría que conforman MORENA, PT y PVEM, con todo y que la cláusula de seguridad, conocida como de vida eterna, no se incluye en el dictamen.
Será una discusión árida, de posicionamientos de cada uno, que nadie cree que los aliados de MORENA se vayan a inconformar y decidan votar con la oposición.
Como siempre Ricardo Monreal sabrá sacar la tarea, aunque eso no le merezca ninguna medallita de parte del Ejecutivo, ni siquiera una invitación a desayunar o un reconocimiento público.
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La concentración del domingo próximo en el Zócalo cada vez se aleja más de ser una convocatoria de la sociedad civil. Diputados y senadores de la oposición son convocantes, donde Guadalupe Acosta Naranjo sea asume como el vocero y coordinador de estos grupos.
Los organizadores calculan que los asistentes serán tantos como los que acudieron en noviembre 13, a la marcha en defensa del INE. Por lo pronto, para el domingo ya se sabrá el resultado de la votación en el Senado de la República y, tal vez, esos desanimen o animen a muchos.
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