Por: Javier Roldán Dávila
Las candidaturas testimoniales, vía de acceso a los 15 minutos de fama
Sin duda, José Manuel del Río Virgen, al igual que otros ciudadanos del estado de Veracruz, fue víctima de un abuso de autoridad que lo mantuvo en el reclusorio por varios meses, resultó afectado en su integridad física y moral.
Tal circunstancia, le dio notoriedad mediática al doctor del Río (en su oficina, subrayan que hay que dirigirse a él como doctor, sencillito y carismático ¿no?), ya que, su caso llegó a ‘la mañanera’ y tuvo en su defensa a Ricardo Monreal y Dante Delgado.
Cuando se le hizo justicia, el funcionario senatorial dejó entrever la posibilidad de participar en los comicios concurrentes de 2024, sin embargo, los observadores no le confirieron mayor aspiración que una alcaldía o una diputación.
No obstante, arropado por Dante, su jefe político, el autonombrado académico anunció su intención de competir por la gubernatura de Veracruz y sentenció: “Estamos listos. Un nuevo Veracruz viene en camino. Nunca más inocentes en prisión. Nunca más el uso del poder para intimidar. Nos quitaron la alegría en Veracruz, vamos a recuperarla (sic)”.
No es necesario ser un avezado analista, para saber que el mencionado no tiene el trabajo político requerido para llegar a la gubernatura (tampoco MC) y si considera que, su indebida estancia en prisión, es suficiente mérito, pues qué minusvalorados nos tiene.
No se equivoque, su ambición lo único que lograría es dividir el voto opositor, además, si cree contar con los palmareses para abanderar un bloque electoral, nos quedará claro que, su alto grado de estudios es en la especialidad de arquitectura… pero, de castillos en el aire.
Posdata premonitoria: al rato, Rosario querrá ser candidata a la presidencia.
