Por: Javier Roldán Dávila
Que alguien les explique que se trata de construir un bloque, no de bloquearse
En entrevista radiofónica, el presidente del CEN panista, Marko Cortés, afirmó que todos los que busquen la candidatura presidencial del blanquiazul, tendrán que juntar, entre otros requisitos, alrededor de un millón 200 mil firmas en al menos 17 entidades, lo que, a juicio de Roberto Gil, es una cantidad que implica tres veces el padrón de militantes de dicho partido, o sea, un despropósito.
Crítico del dedazo presidencial, Cortés reproduce las mismas formas, ya que, si no puede designar directamente, si diseña las reglas de tal modo, que facilita las cosas al candidato oficial, al que los analistas ubican en la persona de Santiago Creel Miranda, mismo que, contaría con la complicidad de los comités directivos estatales.
En concreto, la oferta de la ‘Alianza va por México’, de abrirse a las decisiones ciudadanas, es una vacilada, ya que, su objetivo es contender con los personajes de siempre, los Creel, las Paredes, los Cabeza de Vaca, los de la Madrid, las Salinas Ruiz Massieu, etc.
La arbitraria decisión de Markitos, debió ser festejada en Palacio Nacional por la fractura que se avizora, cuestión de ver las reacciones de destacados panistas quienes, mediante sus redes sociales, reprobaron el hecho.
Así las cosas, el problema conjunto de los opositores a la 4T, es la falta de un liderazgo nacional sólido, que pueda aglutinar todos los intereses en torno de un bloque histórico, tal como lo hizo AMLO en 2018, sin tal figura, no pueden llegar muy lejos.
Ni hablar, la mediocridad permea.
