Por: Samuel Cantón Zetina
La enorme ventaja que en las encuestas sacó a sus adversarios sirvió a Javier May para cerrar la etapa de persecución y politiquería que ha vivido Tabasco.
Con el liderazgo que da la supremacía indiscutible, logró algo extraño al inicio de una etapa preelectoral: congelar la “grilla”, asegurando que en el Edén no habrá revanchismo.
“Estamos juntos. No hay división. Se van a quedar con las ganas los que quieren ver dividido al partido…”
A partir del espacio que -paradójicamente- abrió con su cerrojazo a la lucha interna en MORENA, se ha dedicado a recorrer comunidades y a escuchar los temas de mayor interés y preocupación de la gente, entre los que no está la política.
Sin rival de oposición al frente, sus recorridos resultan -en realidad- los de un gobernador electo.
La unidad guinda en Tabasco tuvo como cimiento aquel acuerdo de partido que -anticipadamente- distribuyó posiciones entre los primeros lugares.
De ese modo, al segundo y tercer sitio les toca senaduría; al cuarto -si se sigue el modelo de reparto de la selección del candidato presidencial- un puesto en el gabinete (no dice que tenga que ser a nivel secretario).
La candidatura a alcalde del Centro no figura como premio de consolación, de allí que pueda o no entrar en la misma negociación.
Caminando solo, el ex alcalde de Comalcalco se dedica entonces a reafirmar el conocimiento que tiene del estado. A adentrarse en el sentimiento, anhelos y necesidades del pueblo.
De eso se puede esperar un diagnóstico preciso de la situación; un Plan de Gobierno que rescate y ponga al día a Tabasco, y recupere el terreno perdido en egocentrismos, frivolidades y campañas -por obvia ineptitud- destinadas al fracaso.
El que rompe, paga…
Y DE MAÑANA…
EN TABASCO y Chiapas, donde su hermano y su prima pretenden ser electos para el Senado, deben saber que AMLO dijo: “No respaldo sus aspiraciones” (mientras sea presidente). Si votan por ellos, que no sea por el parentesco…
@SamuelCanton
