YO CAMPESINO/¿Es o no es?| Si el ganso da por buenas imputaciones de criminales, entonces él es culpable
A Genaro García Luna lo declararon culpable de cinco cargos criminales, no por pruebas físicas documentales o audiovisuales sino en base a declaraciones de delincuentes confesos
Por: Miguel A. Rocha Valencia
A Genaro García Luna lo declararon culpable de cinco cargos criminales, no por pruebas físicas documentales o audiovisuales sino en base a declaraciones de delincuentes confesos que, además, fueron perseguidos, encarcelados y extraditados cuando el hoy convicto era secretario de Seguridad de Felipe Calderón Hinojosa.
Ellos, en especial Sergio Villarreal Barragán “El Grande” y Oscar Nava Valencia “El Lobo”, fueron quienes hundieron a García Luna, a quien según dijeron le entregaban 1.5 millones de pesos y alguna vez hasta 16 millones de pesos por permitir la circulación de cocaína por parte del Cártel del Milenio que encabezaban los hermanos Beltrán Leyva, socios o brazos de Joaquín el Chapo Guzmán, jefe de la empresa criminal de Sinaloa.
Esas declaraciones fueron dadas por buenas y también las aceptó como acertadas el ganso de Macuspana, quien, con la estridencia acostumbrada, intenta borrar la parte de las acusaciones donde afirmaron que también hacía pagos millonarios a funcionarios del gobierno de la Ciudad de México a través de un exsubsecretario de seguridad ciudadana. Al mando se encontraba Marcelo Ebrard.
Se habló de al menos de siete millones de dólares, que según dijeron estaban destinados a sostener campañas políticas y se supo que por la ciudad circulaban convoyes de policías que custodiaban a criminales prominentes que acudían a reuniones, comer o cenar. Los trayectos más socorridos por los Beltrán Leyva eran del AICM a la zona de Polanco.
Igual, por versión de ex elementos del escuadrón de motociclistas, supimos que se les comisionaba para custodiar cargamentos de drogas que cruzaban por la ciudad. Algunos de los personajes viajaban en taxis para no llamar la atención.
De todo ello sólo hay testimoniales, pero hasta el momento, no existen pruebas fehacientes ya que incluso empresas y contratos que se atribuyen al exsecretario resulta que están a nombre de otras personas.
Aclaremos que en esos años y así lo publicamos en un par de diarios donde colaborábamos, llegamos a afirmar que Genaro García Luna era el real jefe de la mafia y que él controlaba el trasiego de droga por el territorio nacional, para lo cual contaba con la colaboración o complicidad de militares con águila y estrellas. No podía ser de otra forma. Esa siempre fue mi percepción.
De las complicidades entre autoridades incluyendo militares y policías con criminales siempre se ha sospechado y existen evidencia de ello, desde la caída del general Jesús Gutiérrez Rebollo a quien se llegó a considerar “Zar Antidrogas” quien en 1997 fue condenado a 40 años de prisión y pago de multas por más de 24 millones de pesos.
Pero fue con pruebas, incluyendo no sólo su forma de vivir sino grabaciones con el “Señor de los Cielos” Amado Carrillo con quien negociaba los “embutes” por dejar pasar la droga.
También estuvo preso en el reclusorio Norte, Flavio Romero de Velasco, ex gobernador de Jalisco por el mismo tema. Mario Villanueva Madrid, de Quintana Roo se pasó 19 años en la cárcel. Ambos estados son señaladamente como centro de narcotráfico, en uno se asienta el actual Cártel Jalisco Nueva Generación y en Quintana Roo se asociaron los Zetas de los Cárdenas Guillén y los Beltrán Leyva.
Pero insistimos en el caso de García Luna, a quien no defendemos y si consideramos culpable de “oídas”, lo sentenciarán por los dichos de delincuentes de ahí, las dudas planteadas por su exjefe Felipe Calderón quien como abogado no ve objetivamente pruebas contundentes de la culpabilidad de su ex colaborador.
Tampoco nosotros.
Pero si el mesías tropical las ve, pues entonces debe aceptar que él es culpable de recibir dinero del crimen organizado como lo planteó “El Grande” al incriminar a García Luna, sospechas que incluso llevaron a un banco inglés (HSBC) a pagar multimillonaria multa por “lavar dinero” de la delincuencia. Ahí tuvo su cuenta recaudatoria el profeta antes de mudarse a Banorte para recibir aportaciones del “pueblo bueno” que no tienen remitente, pero le dio vida a su movimiento durante al menos 12 años.