Por: Miguel A. Rocha Valencia
Quedó claro que Dos Bocas no está refinando, con todo y los 18 mil millones de dólares; que el tren Maya no estará terminado, pero se comió selva y 500 mil millones de pesos; que Santa Lucía no fue la solución al problema de tráfico aéreo en el Valle de México y hay que subsidiarlo. Pero además con la comparecencia del director de Pemex, el agrónomo tabasqueño, Octavio Romero Oropeza, quedó sellado el fracaso de la 4T en materia petrolera, esa industria donde el ganso afirmaba que bastaba hacer un hoyo en la tierra para sacar hidrocarburos.
Nunca se alcanzó la meta de producción, pero se sobrepasó el estimado en inversión pública y endeudamiento. Para colmo, y va junto con pegado, tampoco en esa área funcionaron los abrazos a cambio de no huachicolear, pues a pesar de la compra de las 600 pipas que están bajo la férula militar y sustituirían la distribución por ductos para evitar los robos, el reporte es que hoy se extraen ilegalmente mayores cantidades de gasolinas.
Las pérdidas por ese concepto se dispararon al finalizar 2022, en casi 200 por ciento cuando el robo al tercer semestre llegaba a cinco mil 500 millones de pesos frente a mil 900 millones de 2021. Al finalizar el año pasado, el robo alcanzó los 14 mil 243 millones de pesos, “nada más”. O sea, que lo de las pipas y la cruzada contra el crimen fue sólo una campaña y oportunidad para que “alguien” de uniforme hiciera otro negociote porque no olvidemos que los verdes cobran por vigilar las instalaciones de Pemex.
Se nota que lo hacen muy mal pues para este 2023 se prevén pérdidas por robo por arriba de los 16 mil millones de pesos y eso que les dieron drones de alta tecnología para “cuidar”. Total, que, en materia de producción, Romero Oropeza entrega muy malas cuentas al mesías tropical, al igual que Rocío Nahle cuya escapatoria será la gubernatura de Veracruz. Uno, no contuvo robos ni alcanzó metas, pero si la deuda más grande de la paraestatal por arriba de los 110 mil millones de dólares, y la otra, callará el fracaso de Dos Bocas que se convirtió en jugoso filón de para familiares, compadres y amigos, pero no la solución pues esa estaba en la reconfiguración de las otras seis refinerías.
Total, que el tal Romero fue a mentir como su patrón, a la Cámara de Diputados donde ni el cobijo de los morenos y rémoras le impidió reconocer el fracaso de la 4T, también en la industria petrolera donde nos pusieron tache y nos niegan crédito por vender o regalar crudo a Cuba hasta por 2.8 millones de barriles. Obvio que el tabasqueño lo negó, pero están todas las evidencias de los envíos especialmente en el tanquero Vilma que en Pajaritos cargó 400 mil barriles para la isla. Tampoco rindió cuentas del crudo que nos “envió” Venezuela a cambio de comida y suministros que no fue sino otro de los negocios oscuros de los cuatroteros.
El caso es que por esa razón, el Banco de Exportaciones e Importaciones de Estados Unidos (Exim Bank), canceló a Pemex un crédito por 800 millones de dólares. Pero si en todo ese camino fracasó Pemex con todo y que se le quitaron cargas tributarias para que reinvirtiera y lograra metas de producción, no pudo y el propio Romero Oropeza reconoció que el millón 983 mil barriles diarios que se tenía planeado alcanzar, se quedará 113 mil barriles menos. La máxima que se espera logra en producción, incluyendo pesados y ligeros será de un millón 887 mil barriles.
Tampoco se logró cerrar exportaciones porque, además, no se tiene la capacidad de refinación suficiente para procesar todo el crudo generado en México. Es decir, un total fracaso la política petrolera. Y en lo referente a seguridad solo hay que apuntar que en el país aumenta la inseguridad y los muertos de acuerdo TResearch, ya superamos los 168 mil asesinatos y que hoy ni estar en el hogar es seguro como lo muestra el secuestro de personas para ser sacrificadas en diversos puntos del país, especialmente jóvenes menores de 29 años.
Incluso en el periodo enero-agosto de este año, se cometieron mil 261 allanamientos de morada que significa 10 por ciento más al mismo período del año pasado. Y como en Guanajuato, Zacatecas, Michoacán, Jalisco, Guerrero, Estado de México, Veracruz, Chiapas, Sinaloa y Chihuahua, la intervención de jóvenes como víctimas o sicarios es cada vez más frecuente, con lo cual se demuestra que eso de repartir limosnas (para los delincuentes lo son) no es la alternativa para la seguridad como tampoco los abrazos. Puros fracaso y mentiras…
