Por: Miguel A. Rocha Valencia
Con su acostumbrada soberbia, el ganso de Macuspana se lanzó esta vez contra el INE, los medios y los conductores del debate entre los candidatos presidenciales, porque no le gustó y sólo le faltó aseverar que las preguntas seleccionadas fueron hechas por neoliberales para perjudicar no a su corcholata, sino al propio mesías tropical.
Se arrancó fuerte contra Denise Maerker por andar preguntando qué haría los candidatos a la presidencia para contener y disminuir la violencia desatada que se vive en el país, olvidando que el formato y las preguntas fueron seleccionadas por un mecanismo inventado por el propio Instituto Nacional Electoral.
Parecía él el ofendido y sacó a relucir el acostumbrado “no somos iguales” y mostró su indignación ante tal pregunta que dejó por sentado que en el país se vive una gran violencia que entre otras gracias contabiliza en su palmarés 183 mil 300 asesinatos y 50 mil desaparecidos incluyendo miles de mujeres y niños.
Para quien de plano se asume como candidato de Morena pues así reacciona, el INE los conductores y desde luego los “preguntones” deberían plantear preguntas a partir de que vivimos en el país de las maravillas, el de la gran felicidad que presume el ganso y olvidarnos de lo los efectos de la violencia.
Tampoco debería haber preguntas que intrínsecamente cuestionen los beneficios de su “gran e histórica” reforma educativa, ni mucho menos sus grandes logros en materia de salud que en la pandemia dejaron más de 265 mil muertos de más, ni los que fallecen por decenas a causa de la falta de atención médica o fármacos para los tratamientos.
Es decir, no se debe preguntar qué harían los candidatos para detener primero el caos en salud y después solucionar problemas tan graves como la compra de vacunas para niños, tratamientos contra el cáncer y otras crónico-degenerativas, sino en todo caso hacer planteamiento en razón de que ya tenemos un sistema superior al de Dinamarca.
Imagínense decir que gracias a las ocurrencias del machuchón, nuestra esperanza de vida cayó cuatro años a nivel nacional y en la ciudad de México las generaciones postpandemia vivirán un sexenio menos. Casi en el mismo tono de insolencia que la ha ganado tantas simpatías a nivel internacional, el hijo predilecto de Tepetitán mostró su insatisfacción por lo que para él fue una tibia solidaridad de Estados Unidos y Canadá en relación a la violación de la soberanía de México en su extraterritorial embajada en Quito, Ecuador para sacar de ahí aun delincuentazo.
Claro, en ningún momento el tlatoani tabasqueño se refirió al ex vicepresidente ecuatoriano, Jorge Glas, como el delincuente que tiene en su contra varias órdenes de aprehensión y condena por ser considerado un delincuente y por lo cual, la embajada de México en aquel país, no debió abrirle sus puertas.
El gobierno de Ecuador considera al exfuncionario como pieza clave en el entramado de delincuencia organizada “importada” por ese país suramericano desde México, como lo denunció en su momento en fallecido Fernando Villavicencio que, aseguran, fue asesinado por sicarios de los cárteles Jalisco Nueva Generación o el de Sinaloa.
Tal vez el profeta cuatrotero desearía, por un lado, que Estados Unidos y Canadá rompieran relaciones con Ecuador o más aún, declararles la guerra. A ver si con eso colman la medida que solicita el de Macuspana. Como dicen el Milpa Alta, a la chachalaca del sureste no hay chile que el embone pues depende de sus visiones, de sus realidades como quiere que el mundo se mueva a su alrededor porque no sólo es un semidiós, sino que es como el sol, el eje de toda la galaxia, del universo sería muy exagerado.
Así que a ver cómo le hace el INE para que las preguntas a los candidatos, en especial las realizadas al mesías tropical a través de su corcholata, representante en los debates, vaya de acuerdo a la envidiable realidad de un México donde no hay nada por mejorar pues según la óptica del ganso, estamos mejor que en jauja.
