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Editorial| Cómo gana el hígado a la razón

Cómo gana el hígado a la razón

Al presidente Andrés Manuel López Obrador siempre le gana el hígado a la razón.

El pasado miércoles se conoció la decisión de la Fundación “Princesa de Asturias” para otorgar el premio con que galardona anualmente a las y los sobresalientes, al arqueólogo y antropólogo mexicano, Eduardo Matos Moctezuma.

Nada menos, ha sido la cabeza de los proyectos arqueológicos en el Centro Histórico de la Ciudad de México y desenterró la ciudad de Tenochtitlán, hoy mundialmente conocida y apreciada. Ha defendido sus hallazgos y estudios ante la manipulación de la historia que se ha pretendido desde la 4T.

Tal vez por eso, el presidente López Obrador no lo felicitó. Ni su esposa Beatriz Gutiérrez, que también es historiadora.

Con Estados Unidos, sigue el Presidente mexicano en sabotearle la Cumbre de las Américas sobre democracia, si no se invitan a los dictadores de Venezuela, Cuba y Nicaragua.

Molesto, reacciona con el hígado, ante la falta de respuesta del Congreso estadunidense, a sus pretensiones de destinar fondos al programa “Sembrando Vida” para los países centroamericanos porque cree que con eso inhibirá la migración.

En este contexto, así le cae la decisión de los congresistas de autorizar un paquete de ayuda de 40 mil millones de dólares para Ucrania, como parte de la promesa del presidente Joe Biden de apoyar a ese país, contra la invasión rusa.

La ayuda a Ucrania va mucho más allá de la caridad», dijo el líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell. La aprobación de estos recursos se produce de forma bipartidista, algo inusual en una Washington fuertemente dividida y bajo campañas electorales.

El presidente Biden ha sido reiterativo en su deseo de liderar lo que ha descrito, como una gran batalla de la democracia contra el autoritarismo, y el Presidente de México, sin consultar al “pueblo” se ha puesto del lado de los autoritarios.

Sin duda, la presencia de México en la Cumbre de las Américas es importante, pues 44 por ciento de las dos millones de deportaciones por parte de Estados Unidos, son de paisanos.

Ojalá piense con el cerebro y no con hígado, por el bien de México.

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