Opinión| Dos Bocas… y más de un centenar de mentiras
Dos Bocas… y más de un centenar de mentiras
Por: Marco Antonio Aguilar Cortés
Recientemente, en la Inauguración de la Refinería “Olmeca” en el Puerto de Dos Bocas, hicieron uso de la palabra el gobernador de Tabasco, el director de PEMEX, el director de CFE, la secretaria de Energía, y el presidente de México.
Desde luego que se dijeron algunas verdades, enteras o a medias, pero todos los oradores participantes se pronunciaron más a favor de las mentiras.
Obvio que la figura presidencial fue la destacada en todo.
Se programó, dicha refinería, para que costara (inicialmente en el año 2018) 8 mil millones de dólares.
Ahora, en la supuesta inauguración (julio del 2022) se ha gastado 18 mil millones de dólares.
Y aún no refinará petróleo, para obtener dísel, gasolinas, gas y combustóleo. No existiendo fecha fija para esa producción.
Sin embargo, asegura el presidente que esto nos hará autosuficientes, y serán del “pueblo” todas las refinerías.
Aunque ahí mismo, en esa ceremonia en donde se inauguró lo poco inaugurable, se firmaron convenios con varias compañías extranjeras, en donde PEMEX y CFE tienen exclusivamente el 10% o el 15% de las acciones.
Eso no es autosuficiencia, ya que dependeremos por mucho tiempo de esas compañías internacionales.
Parece que dejamos a las empresas españolas (sin contaminación) para caer en manos de las estadunidenses (con contaminación). Del sartén saltamos hacia las brasas.
Nuestros productos de refinación (con la participación extranjera) cuando los tengamos, serán sólo dirigidos al consumo interno; bienes ya transformados en nuestras 8 refinerías, incluyendo la de Dos Bocas y la que se compró hace poco en EU, y que aún no se paga totalmente, nos dará sólo el porcentaje de nuestras acciones
Y nuestra soñada autosuficiencia será un buen propósito, pero no una realidad.
La verdad es que en Dos Bocas se tienen trabajando a 25 mil 500 seres humanos; pero, cuando se termine, ya sea en el año 2024, 2026, o en el 2030, la refinería ocupara nada más 1 mil 500 trabajadores.
Así que desde ahora hay que proyectar en dónde se van a ocupar los 24 mil obreros restantes.
Pero la retórica del presidente autócrata se recalentó y dijo: “Nuestra autosuficiencia mexicana debemos llevarla a todo. Debemos ser autosuficientes en alimentos, no sólo del campo, sino industrializarlos. Todo tenemos que producirlo.”
Se oye bien como intención ingenua, que nos conduciría a aislarnos totalmente del mundo. No habría comercio internacional, sólo nacional. No existiría la libre concurrencia y, al final, buscando ser fuertes, lograríamos ser más débiles.
Y al hervir el cerebro del máximo líder, éste aseguró: “En 2024 se harán ciertos, totalmente, los derechos a la salud y a la educación plena en todo el país.”
Más con esa acalenturada oratoria afirmó: “en lo que resta de mi gobierno habremos plantado 1 un mil 80 millones de árboles”, cuando nuestro territorio sólo tiene 2 millones de kilómetros cuadrados, y 130 millones de habitantes.
Decir mentiras no aporta nada bueno. “Los programas sociales atrevidos” no deben ser del pico para fuera. La acción verdadera, y discreta, es la mejor política.