Por: Rosalinda Cabrera Cruz
No cabe duda que una cosa es el discurso y otra la realidad; lo decimos porque el combate a esa “corrupción” de la que tanto se ha hablado en la secretaría de Educación en el estado (y no sólo en la presente administración) únicamente es contra quienes disienten de quienes se encuentran al frente de la dependencia.
Y es que ¡otra vez! las benditas redes sociales han puesto de manifiesto hechos que son protagonizados por personajes desde las más altas esferas de la institución. Ahora la denuncia que ha circulado en la web va en contra de la mismísima Gabriela Desiré Molina Aguilar, titular de la SEE.
Según reza el posteo, la aludida, “en su afán de hacer su cochinito, ha favorecido a una de sus colaboradoras, contratada directamente en su despacho de la SEE: Ana Luz Mila Barrera”, que ni más ni menos es la rectora de la Universidad Ágora Hispanoamericana y a quien le otorgó en lo oscurito 13 reconocimientos de validez oficial de estudios estatales, 12 para maestrías y 1 para doctorado, pese a que esta es una universidad patito, porque no ha mostrado la validez de sus estudios a nivel federal. Todos estos reconocimientos fueron emitidos el 31 de marzo de 2023.
Curiosamente, los documentos fueron emitidos a su llegada al puesto, al mismo tiempo que la funcionaria enfrenta una batalla legal contra la Universidad Montreal por la expedición de reconocimientos de validez, por lo que se denota que no hay piso parejo. No se puede pasar por alto que Gabriela Molina es docente de la Universidad Ágora Hispanoamericana y hasta ahora nadie se ha preguntado ¿Habrá conflicto de interés en este reparto descarado de validez de estudios? Al menos hasta ahora, la secretaria no ha dicho esta boca es mía.
En otro tema escabroso, una trabajadora del Tecnológico de Tacámbaro fue separada de su puesto con una plaza de profesor de Asignatura A, para pretender reintegrarla con una plaza de capturista, porque su espacio ya le fue asignado a otro profesor, pese a que alegan autoridades que este espacio no existe ni es legítimo.
Ahora María Guadalupe Téllez Vargas fue señalada de no querer reintegrarse a su centro de trabajo, porque quiere una plaza que no está autorizada, según acusa la titular del Instituto de Educación Media Superior y Superior, Mariana Sosa Olmeda, pero lo que se le olvida decir a la muy cuestionada ex rectora de la UNLA, es que la trabajadora fue separada de su puesto porque pidió un alto a la violencia de género en el centro de estudios, pese a que cuenta con la preparación académica y enseñanza en la institución, así como en la coordinación de actividades extracurriculares; no cabe duda que funcionarias como Sosa Olmeda manejan muy bien un doble discurso: cuando les conviene defienden las denuncias de las mujeres, pero cuando no, las humillan y maltratan.
Pero hay derecho de réplica, y la aludida argumenta que Guadalupe Téllez no ha mostrado si presentó denuncia ante la Fiscalía General del Estado (FGE) respecto a su acusación. Incluso, refirió que en seguimiento a estos señalamientos se removió al director del plantel desde mayo pasado, y llegó una nueva titular, que es quien permanece en el puesto. “En el mes de mayo se removió al director que estaba en el Tecnológico de Tacámbaro, tomamos acciones de inmediato en respaldo a cualquier situación que simplemente se ponía como una posibilidad de que existiera”, precisó.
En otro orden de ideas, Mexicanos Primero calificó tanto a la Nueva Escuela Mexicana como los libros de la SEP, como un esfuerzo incompleto y no articulado en fondo que sobrecarga la responsabilidad docente y proyecta en las actividades extraescolares una buena parte de la enseñanza, lo que amenaza con aumentar la brecha de conocimiento, según afirmó Erick Avilés, presidente del Capítulo Michoacano.
Pero mientras él insiste en la denuncia, dicen en la SEE que los profes michoacanos están comprometidos con la NEM, lo que según ellos quedó de manifiesto durante el Consejo Consultivo de la Educación Básica, donde además de dialogar sobre los libros de texto, se acordó reforzar trabajos para que se logre la capacitación de al menos 10 mil docentes, a través de la Dirección de Formación Continua de la SEE, lo que huele a cortina de humo. Y hasta aquí por hoy…
