Por: Rosalinda Cabrera Cruz
Muy interesante el colorido arcoíris que se ha formado al interior de la sección XVIII de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), dónde cada fracción que se ha formado ha adoptado un color para diferenciarse y deslindarse (cuando les conviene) del resto de las manifestaciones gremiales.
Los colores han pasado (como si fueran partidos políticos), por el azul claro y el rojo, para tener en estos momentos a la guinda y la azul oscuro y cada una de ellas tiene sus propios líderes, demandas y maneras de hacer presión.
Durante esta semana, el pasado martes, la identificada con el color guinda y encabezada por Jairo Mandujano Ortega, ya realizó una de sus demostraciones de músculo, movilizándose desde el Centro Histórico moreliano hacia las oficinas centrales de la secretaría de Educación en el estado, para exigir el cumplimiento de peticiones realizadas y de las que ya nadie se acuerda.
El líder Mandujano Ortega expuso, cuando fue atendido, que un total de 44 demandas motivaban la marcha que convocó a cientos de maestros. Entre estas demandas mencionó la preocupación por el presupuesto relacionado con los trabajadores del sistema estatal que no participan en los procesos de la Unidad Estatal del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (Uesicamm). Destacó el líder sindical que son más de 4 mil plazas congeladas de las cuales exigen una reactivación; cabe mencionar que esta fracción se identifica con el aspirante a senador Carlos Torres Piña, así que es bastante oficialista y capital político del ex secretario de Gobierno.
Por cierto, para que sepan por donde van, afirmaron que la solución a todas las problemáticas del magisterio sería el aumento de presupuesto en el estado para el ámbito educativo, comentando que a más tardar el 15 de noviembre se tiene para avalar el presupuesto de egresos a los estados desde el Congreso.
Los que también ya hacen ruidito son los de la corriente azul marino, quienes traen pleito casado con la maestra Eva Hinojosa, autoproclamada como dirigente de la CNTE Michoacán, y que recientemente expulsó del gremio a varios de quienes hoy están con la azul oscuro; ante ello, en voz de su flamante dirigente Julio César Ortiz Partida, señalaron que “la CNTE no tiene dueño ni pertenece a una persona, sus dueñas son las bases”.
Por ello, como disculpándose por si las dudas, la acusó de persecución administrativa, pues “varios compañeros que salimos en el listado que fuimos expulsados por la maestra Eva Hinojosa, fuimos acusados y esto lleva una ruta jurídica que deberá comprobar, además de pedir una disculpa pública por daños al honor que nos ocasionó”, nada más falta que ella acceda a esto.
Por lo pronto, en su recuento de las huestes que le siguen, Ortiz Partida señaló que agrupan a 11 de las 22 regiones magisteriales y que esto habla de la incidencia que tiene con las bases magisteriales.
Luego de decir que en breve formalizarán su existencia ante las autoridades correspondientes, de pasadita les dio un raspón a las mismas, al decir que los gobiernos federal y estatal se han encargado de dividir, separar y sectorizar al movimiento, “pero hoy quiero comentar que el movimiento se está fortaleciendo y la unidad es necesaria en torno a resolver las problemáticas que se tienen, no es tema de fotografía. Nuestra representatividad nació el pasado lunes 6 de este mes en Apatzingán” precisó.
Para concluir, les diremos que el Tribunal de Conciliación y Arbitraje (TCA) desconoció a la nueva dirigencia del sindicato independiente del Colegio de Bachilleres (Cobaem), que encabeza María Cristina Ornelas Heredia, al anular el 99 por ciento de las actas de la elección por irregularidades. El Tribunal laboral, que preside Graciela Villaseñor Ferreyra, constató que, en su mayoría, las actas de las Asambleas Generales extraordinarias no cumplieron con requisitos esenciales para elegir al Comité Ejecutivo Estatal, así que poco les duró el gusto. Y hasta aquí por hoy…
