Opinión| Declaró el ganso que él es la Ley, impone su voluntad por encima de jueces, magistrados y…
Declaró el ganso que él es la Ley, impone su voluntad por encima de jueces, magistrados y…
Por: Miguel A. Rocha Valencia/Índice Político
Yo Campesino/El Rey
Siempre consideré que el ganso era un peligro para México. Acostumbrado a violar la Ley, hoy se pone sobre ella convertido en el señor autoritario, en un reyezuelo que impone sus reglas por encima de la Constitución, normas secundarias, reglamentarias o tratados internacionales.
Lo grave es que hoy con el poder, juega con la viabilidad de vida de millones de mexicanos, con las posibilidades de desarrollo de un país entero y con el futuro de generaciones a quienes deseábamos dejar una mejor nación con oportunidades y buena vida, aunque a ello se le diga aspiracionista, neoliberal o fifí.
Todos los hechos ocurridos, confirman los temores de muchos que sabíamos de las incapacidades del mesías tropical, de sus rencores, deseos de venganza y sus aspiraciones de imponer sus ideas por más descocadas, retrógradas o pasadas de moda que fueran.
Paso a paso, hemos dado cuenta del fracaso del país en las manos de un sujeto para quien la caída económica con huida de capitales, el aumento de pobreza e inseguridad, las matazones, migración y pérdida de confianza nacional e internacional, son triunfos porque en el fondo lo que buscaba no era construir una mejor nación sino destruirla.
Esa es la esencia de la 4T, hundir al país en el caos aislacionista y la miseria, disfrazada de reparto de una riqueza que en menos de cuatro años desapareció para comprar votos y en se caldo de cultivo, mantenerse en el poder.
Los primeros años, se midió, hoy abiertamente desafía la ley, las instituciones que no se quiebran ante sus amenazas, chantajes y campañas de desprestigio: a los jueces que defienden la norma, les llama vendidos y corruptos; aun así, mediante decretos, asonadas y dizque consultas, desobedece los mandatos judiciales y se impone por la fuerza.
Incapaz de imponer la ley a los malvados, se suma a ellos, los hace cómplices y les otorga impunidad, lo mismo a narcotraficantes que a funcionarios que violan los lineamientos y desobedecen cínicamente instituciones.
Lo hacen con el tren Maya donde el juez primero de distrito, Adrián Novelo Pérez, sostiene la suspensión definitiva, pero a pesar de ello continúan las obras por motivo de “seguridad nacional” peor, se alza para desafiar tratados internacionales comerciales y ambientales donde acusa sin medir consecuencias y por su nombre a países extranjeros de intervencionistas. Los tilda de “mafiosos”. Su lengua no tiene límites, no le pusieron balatas.
Simultáneamente ante una petición prexistente de captura con fines de extradición, nuevamente el cómplice manto protector del machuchón, se extiende al narcotraficante más reclamado por Estados Unidos y lo “amarran” a México mediante sospechosos amparos otorgados por jueces de consigna que para el profeta cuatrotero, si cumplen con la ley.
Pero como en todo, siempre se pagan consecuencias y tarde o temprano va a ocurrir en la 4T donde las fisuras se empiezan a ver en la disputa del poder, las venganzas internas saldrán a la luz lo mismo que los intereses y aspiraciones tribales, unos contra otros. No más nomenclatura porque “el proyecto soy yo” y como buen dictadorzuelo, el tlatoani olmeca buscará cubrir su salida. No va a poder. La siembra de rencores y tormentas que incluye a más de 300 mil mexicanos muertos por su irresponsabilidad, lo van a perseguir.
Sus afrentas perrunas y caseros a instituciones y gobiernos ajenos no serán impunes. La hora de pagar facturas se acerca. Lo malo es que en ello se llevará a generaciones perdidas de mexicanos que creyeron tendríamos un mejor país y en cambio deberán aplicar la ley del esfuerzo para reconstruir y darse oportunidad de empleo, seguridad, salud, educación, de vida.
Porque todos los números dan negativo, no hay uno solo favorable y cuando parecía que nos recuperaríamos, el caudillo de Macuspana vuelve a meter a mano para generar conflicto, acusar sin pruebas a instituciones y mexicanos de ser traidores a la patria, cuando él es quien miente porque la inseguridad, corrupción, impunidad no terminaron, se profundizaron lo mismo que la mala calidad los servicios públicos con un aeropuerto cancelado y otro abandonado en su mantenimiento porque sus ingresos, 200 millones de dólares anuales, que eran para reparaciones, son destinados a pagar la deuda por 17 años más, por aquél capricho presidencial de cerrar el NAIM.
Este traidor nacido en Tepetitán, le saldrá muy caro a México.