Por: Jorge Hidalgo Lugo
No debe sorprender la actitud cómplice y de abierto desprecio a la inteligencia de un país al que quiere hacer creer Andrés Manuel López Obrador, convencido como está que lo compró de por vida y por ende puede y debe satanizar a quienes él considere conveniente desde sus marraneras en palacio, pero defender con la fuerza del aparato de Estado a hijos, familiares, cercanos y presta nombres, que han sido señalados con evidentes pruebas de corrupción, enriquecimiento ilícito y demás arremetidas al cajón de los caudales nacionales que estuvieron en este sexenio, abiertos y siempre a su total y absoluta disposición.
El proteccionismo ilícito del dueño de Morena comenzó desde el inicio de este gobierno fallido cuando comenzaron a surgir las primeras evidencias con sus hermanos captados en videos recibiendo los tristemente célebres sobres amarillos con efectivo destinado a la “causa del movimiento” y que por tanto no debieron ser sujetos a investigación alguna, mucho menos a ser satanizados como otros actores del pasado.
En cambio, el embate fue implacable por el oficialismo destructivo para perseguir y amedrentar a los medios y periodistas que osaron dar seguimiento al tema, muchos incluso debieron enfrentar en tribunales judiciales la embestida del obradorato por su osadía, algo que no se registraba y queda como episodio vergonzante en la historia reciente de México, hoy en manos del crimen organizado.
El caso es que la impunidad bajo la falsa promesa de combatir la corrupción y acabar con la “deshonestidá”, abrió el venero inagotable para los cercanos al poder del tabasqueño y se dieron vuelo haciendo de las suyas sin recato alguno, dejando en bancarrota las finanzas nacionales, aunque se insista en decir lo contrario bajo las falacias que se disparan de manera cotidiana en el patíbulo marranero.
La táctica, esa estrategia de negar todo con las pruebas en contra y por toda respuesta inmediata, lanzar veneno, descargas de odio y perversa obstinación contra quienes hicieron su tarea, obligada eso sí, de informar y documentar los señalamientos, benefició lo mismo a miembros del clan López Beltrán, amigos de transas beneficiados con el tráfico de influencias, hermanos y primos, funcionarios y prestanombres, todos los que desfilaron en el cortejo de impresentables que hoy no pueden ocultarse.
Ejemplos sobran, hacen falta dedos de las manos para contarlos, pero el caso más reciente es de suyo patético y deleznable, pues con los antecedentes de corruptelas y latrocinios que lo preceden desde su época de militancia y usufructo del poder en la hegemonía priista, hoy de regreso con la casaca de Morena sigue en las andadas.
Manuel Bartlett Díaz y sus hijos, son puestos en la mira de nueva cuenta ahora por aprovechar su posición dentro del gabinete y ser de los intocables para López Obrador, lo que deja en sospecha fundada que lo informado por la Revista Proceso tiene de respaldo la carga de la verdad y deja mal parado de nueva cuenta a quien ha lucrado de manera voraz por su cercanía con el tirano de Macuspana.
Bajo el título: “A la sombra del Tren Maya, el paraíso secreto de los Bartlett”, se publica la forma en que el voraz director de la Comisión Federal de Electricidad y uno de los objetivos que tiene la DEA en la mira, se hizo de una cantidad insospechada de terrenos de alta cotización en la Riviera Maya a cambio de cantidades risibles, incluyendo algunos de “cero pesos” y que iban a ser afectados por la construcción del Tren Maya o por su ubicación en zonas aledañas para obtener una plusvalía inusitada en menos de un lustro. (https://www.proceso.com.mx/reportajes/2024/8/3/la-sombra-del-tren-maya-el-paraiso-secreto-de-los-bartlett-video-334136.html).
El depredador del obradorato al amparo de la “honestidá” cuatrotera adquirió predios que abarcan cerca de 164 hectáreas en Playa del Carmen, Puerto Morelos y Tulum, obteniendo ganancias exponenciales que se ilustran con el botón de la muestra donde su hijo Manuel León Bartlett Álvarez adquirió en 2018 por tan sólo 24.4 millones de pesos y ahora se cotiza en 648.8 millones de pesos.
Por toda respuesta a este descobije público, en su papel de justiciero a favor del bandidaje, se limitó a decir en la marranera del martes 06 de agosto que “…hay una intención de desacreditar y de calumniar al licenciado Bartlett y al Gobierno que yo represento (…) da la impresión de que el Tren Maya lo hicimos para favorecer a la familia del licenciado Bartlett… es como cuando Carmen Aristegui (…) dio a conocer que el programa Sembrando Vida lo habíamos implementado para que se cultivara cacao para la chocolatera que tienen mis hijos”…
Y con ello dio por terminada cualquier intención que pudiera tener su gobierno fallido en indagar lo que el prestigiado semanario puso al descubierto.
Pero no sólo eso, ya que conforme avanza el término de su depredadora gestión, deja pasar de largo para no tocar el tema absolutamente y deja a todo México sin explicación alguna, sobre los motivos que tuvo para que la plataforma CompraNet, de manera repentina e inexplicable, haya desaparecido y con su “caída” también se perdieran informes sobre cerca de 2 millones de contratos que el gobierno federal realizó entre 2012 y 2023.
Borrado todo vestigio para el público en general, especialistas, investigadores y demás interesados, siendo ahora poco menos que imposible conocer cómo y en qué se gastaron un total de 4.7 billones de pesos, que dejan totalmente cubiertos los vestigios de irregularidades y triquiñuelas cometidas durante el sexenio de Enrique Peña Nieto -su aliado y protegido- y lo que queda del nefasto y saqueador obradorato.
Así en su paso destructor de instituciones y organismos no gubernamentales que permitan indagar sobre el manejo inescrupuloso, los latrocinios cometidos con el dinero de los mexicanos, se anticipó a no dejar huella alguna a través de CompraNet y “en consecuencia, se ha perdido acceso a la información de muchos casos de corrupción en los que se utilizó la asignación de contratos públicos como un mecanismo de desvío de recursos”, tal como lo denuncia Mexicanos contra la Corrupción y de lo que no menciona nada en su circo de tres pistas el voraz payasito de palacio. (https://contralacorrupcion.mx/desaparecen-de-compranet-documentos-de-1-9-millones-de-contratos-y-4-7-billones-de-pesos-entregados-entre-2012-y-2023/).
Así entre solapar embestidas a las arcas nacionales, ser cómplice de latrocinios y abusos del poder, López Obrador insiste en realizar sus giras de “despedida” llevando consigo a su marioneta consentida a la que obligada o convincentemente, le hace repetir hasta la saciedad que no habrá “traiciones y vamos a seguir con el legado de AMLO”…
“Venimos aquí a Veracruz, al sur de Veracruz a decirles que no vamos a traicionar, que vamos a seguir con el legado del mejor presidente de México, de Andrés Manuel López Obrador, que no va a haber marcha atrás, que no va a haber traiciones, que vamos a seguir caminando con el pueblo de Veracruz y con el pueblo de México”, afirmó Sheinbaum en la inauguración de la carretera Acayucan-La Ventosa, apenas el pasado fin de semana.
Ante ello, no hay nada que garantice mejora en la conducción del país, tampoco en poner alto al flagelo de la corrupción y mucho menos que la tiranía populista varíe, siendo como es evidente y palpable, los redituables resultados que le brinda y seguirá brindando a los integrantes de la nueva mafia en el poder…
Vale…