El Departamento de Estado de EE.UU. advirtió, hace un año, grave situación en México por narco
* Es claro que México no es Panamá, pero…
Por: Antonio Ortigoza Vázquez / @ortigoza2010
El Informe sobre Estrategia Internacional del Control de Estupefacientes 2021 (INCSR por las siglas en inglés), del Departamento de Estado, enviado al Congreso, donde se analizaron políticas de 50 países, en relación con México, en la parte que se puede considerar medular, dice lo siguiente:
«Pese a la pandemia de Covid 19, que paralizó la economía mundial, los cárteles mexicanos incrementaron su producción y tráfico de drogas, principalmente de heroína, metanfetaminas y fentanilo, y además multiplicaron el lavado de dinero en el sistema financiero mexicano.
«En contraste, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, disminuyó los decomisos de droga y los precursores químicos para la producción; destruyó menos plantíos y confiscó menos bienes y dinero
«Éstos cárteles representan una clara amenaza (clear and present danger) para México y para la capacidad del gobierno mexicano para ejercer control efectivo sobre algunas partes de su territorio», dice el reporte.
Y añade algo inquietante en grado sumo: «De seguir así las cosas, si México no mejora sustancialmente su combate a los cárteles de la droga con datos verificables, México corre grave riesgo de ser considerado como un país que probadamente no cumple con sus compromisos internacionales de control de drogas».
Eso dijo un organismo dependiente del Departamento de Estado de Estados Unidos, en documento oficial.
A un año de distancia, fueron decenas de veces (¿o centenas?) que AMLO repitió su cantaleta de «abrazos, no balazos», por toda «estrategia» contra las drogas y la violencia criminal que sacude al país cotidianamente.
Es claro que México no es Panamá (al menos, no ese Panamá de 1988) y por más que se agraven las tensiones por la tolerancia o la connivencia del gobierno con el narcotráfico, no parece que se decida una invasión militar a nuestro país, pero sí en cambio, algunas acciones sin precedente en el trato bilateral.
Eso podría ser un «impeachment” contra un ex presidente, después de 2024, como medida necesaria para no dar vía libre para que otros mandatarios latinoamericanos hagan chunga del combate a las drogas, que no cumplan compromisos bilaterales y se escuden en proclamas político-religiosas para respaldar a los criminales.
Esa es una posibilidad muy concreta, desde el año pasado, por lo menos entre los «think-tank» de Washington, y no es poca cosa.
