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Silogismos| La bonancible industria de la toma de casetas de cobro

La bonancible industria de la toma de casetas de cobro

Por Antonio Ortigoza Vázquez

El negocio funciona por lo menos desde hace 15 o más años. Comenzaron como “protesta” y para reunir un dinerito para gastos. Muy pronto se dieron cuenta que “el potencial” productivo era -es- enorme.

En estos días ya funciona como una gran industria, con administradores, estrategos territoriales, capataces, gerentes de logística… todo lo inherente a un negocio bien montado.

Un fin de semana con el agregado de “puente” laboral puede producir, en tan solo cinco o seis horas de “toma”, unos 600 mil pesos. Nada mal.

Eso da para pagar a cada uno de los miembros de la chusma reclutada, entre mil o mejor, mil 500 pesos, por una “jornada laboral” de seis horas.

Claro, hay vicisitudes, problemas, inconvenientes, porque de pronto, la autoridad, siempre local, se “pone las pilas” y hace valer su personalidad como responsable de aplicar la ley.

Tal sucedió en octubre de 2020, cuando en la caseta de Amozoc, fue detenida Kenia Hernández, quien fue llevada al penal de Almoloya, por una serie larga de “toma” de casetas, y por el bloqueo de la autopista “La Hortaliza”, en la carretera Toluca-Valle de Bravo, sucedido el siete de junio del mismo año.

Kenia encabeza el colectivo “Zapata vive”. Ya había sido detenida, por primera vez, por el bloqueo y toma de casetas de Caminos y Puentes Federales (Capufe), con grupos de filiación “anarquista” que exigen cuotas a los automovilistas y conductores de tractocamiones, con millonarias pérdidas para la empresa estatal, pero también molestias y pérdidas para ciudadanos y empresas privadas.

Adriana Pineda Fernández, Fiscal para Delitos de Alto Impacto de Morelos, también hace casi dos años, atendió denuncia de ciudadanos afectados por “secuestro express”, por lo que se actuó “con el protocolo del caso” en Puente de Ixtla, donde se liberaron a tres personas y fueron detenidos 78 secuestradores, los que además tenían tomada la caseta de cobro.

Esto ocasionó que esa noche, un grupo pagado por la misma banda delincuencial se presentó ante las autoridades para exigir la liberación de los detenidos, y actuaron de forma violenta, lesionaron a varios agentes policíacos, destruyeron varios vehículos oficiales, pero la autoridad actuó en consecuencia, con la detención de 69 agresores, de los cuales, 46 del estado de Guerrero; 21 de Morelos, uno de Oaxaca y otro más de Veracruz, así como 14 menores de edad.

Pero acciones decididas como las descritas son muy escasas.

De hecho, durante muchos años, la industria de “la toma de casetas” ha estado creciendo, principalmente, por la impunidad de que gozan.

Los delincuentes actúan con la cobertura de una fantasmal “lucha social”, lo que en los hechos funciona como “patente de corso” para extorsionar automovilistas y conductores de camiones de carga.

Comenzaron hace años grupos como los estudiantes de Ayotzinapa, en protesta por los “43 desaparecidos”, los que solían primero bloquear la “Carretera del Sol” México-Acapulco, pero después del confuso incidente cuando unos policías estatales dispararon y dos estudiantes resultaron muertos, el complejo de culpa hizo efecto en autoridades locales y federales, y asumieron una actitud permisiva ante el vandalismo de los estudiantes de esa normal rural.

Todo se agravó con los muchachos de primer año, enviados a secuestrar camiones para la que era tradicional marcha por el “dos de octubre” de 1968, y cuando llegaron a secuestrar camiones en Iguala, en una sucesión de hechos aún no del todo clara, fueron secuestrados y masacrados por un grupo de hampones del lugar.

Desde entonces la autoridad entró en pánico, decidió no intervenir en bloqueos y toma de casetas y en vías de hecho, se declaró “zona libre” para la extorsión en carreteras.

El ejemplo fue tomado por otras “organizaciones sociales”, casi todas fantasma.

Pero hace pocos días, el gobierno de la 4T, al parecer dio marcha atrás en la permisividad (quizá cuando mostraron a AMLO las cuantiosísimas pérdidas) y enviaron a la Guardia Nacional al desalojo de los extorsionadores.

Los estudiantes normalistas no se rindieron fácilmente y mostraron su talante violento extremo, cuando lanzaron un tráiler de la empresa Soriana sin conductor. Hubo varios heridos, pero el mismo presidente especuló, en la “mañanera” que pudo haber muertos.

¿Dictaminará la 4T la liquidación de la industria de la “toma de casetas”? Si en realidad hay decisión firme, puede hacerse. Ya veremos.

@ortigoza2010

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