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7 áreas de riesgo de los contratos del gobierno en el primer semestre de 2022: ¿cómo se han usado 722,016 millones de pesos?

7 áreas de riesgo de los contratos del gobierno en el primer semestre de 2022: ¿cómo se han usado 722,016 millones de pesos?

En Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad se revisó siete formas distintas las adquisiciones del gobierno para conocer qué y cómo compra. También señalamos las irregularidades más frecuentes: la disminución en el número de proveedores, empresas que solo tienen adjudicaciones directas, poco tiempo para participar en las licitaciones o una publicación tardía.

Por: Renata Gómez Lameiras/MCCI

Entre 2010 y 2022, el gobierno mexicano ha entregado en promedio 383 contratos cada día y ha gastado en ellos cerca de 692 mil pesos cada minuto. En lo que va de 2022, el gasto se ha acelerado, pues se han asignado más de 722 mil millones de pesos a través de 77 mil contratos (2.7 millones de pesos cada minuto en 429 contratos diarios). Para poder analizar tal cantidad de nuestro dinero gastado, hemos trabajado 7 formas de revisar las compras públicas para identificar abusos de discrecionalidad, falta de transparencia y violación a las reglas establecidas en las leyes.

Entre los hallazgos principales, se encuentran:

Para el primer semestre de este año, 78 de cada 100 contratos fueron asignados mediante adjudicación directa; una disminución de 3% con respecto al año anterior, pero dentro del promedio de los sexenios previos.

En 2022 se ha gastado de manera atípica en licitaciones públicas, pues si bien 8 de cada 10 pesos fueron asignados por este procedimiento, hemos identificado el contrato más grande que se ha dado desde que tenemos registros: más de 400 mil millones de pesos para servicios de telecomunicaciones en el SAT.

Son 111 dependencias y entidades las que han asignado más del 50% de sus contratos mediante procedimientos de excepción en 2022. Diconsa ha gastado casi el doble de lo que tiene planeado –de todo su presupuesto para 2022– solo a través de procedimientos de excepción y el IMSS ha gastado una cuarta parte de lo que se ha gastado en toda la APF en contratos de excepción.

Mientras en 2018 el gobierno entregaba contratos a 51 mil proveedores, en 2022 esta cifra ha disminuido a 24 mil, una reducción de 52%. Eso significa que el gobierno está gastando más y concentrando ese dinero en menos manos.

Hay 192 proveedores que han recibido más de 20 contratos cada año con las mismas dependencias y siempre por adjudicación directa, por lo que nunca han competido en el mercado. En conjunto han recibido más de 17 mil millones de pesos.

Identificamos 9,113 licitaciones públicas en las que la información del concurso se publicó en CompraNet después de que se asignó al ganador, es decir, en donde la transparencia fue una simulación.

Hay 140 licitaciones por más de 475 millones que se han realizado en periodos inferiores a 15 días, tal como marca la ley como mínimo, por lo que persiste el riesgo de limitaciones a la competencia efectiva.

El gasto

El gobierno federal gasta miles de millones de pesos cada año en compras públicas. La lista de todo lo que compra es muy larga, pero, más allá de los productos, servicios e infraestructura que contrate, importa que lo haga con transparencia, en condiciones de competencia y de manera eficiente.

Cada peso de nuestro dinero mal utilizado debido a una compra mal hecha, con sobreprecio o entregada a las manos equivocadas es un desperdicio de nuestro dinero.

La cantidad de nuestro dinero que el gobierno gasta contratando a personas físicas o morales es absolutamente monstruosa: entre 2010 y 2022 se han gastado 4 billones 548,832 millones de pesos, es decir, ¡más de 4 millones de millones de pesos! Para tratar de dimensionar esta enorme cantidad de recursos, eso equivale a 996 millones de pesos cada día, 41 millones de pesos cada hora o 692 mil pesos por minuto.

Igualmente, el número de contratos es abismal: 1,750,695 contratos se han firmado en el mismo periodo, alrededor de 383 cada día. Precisamente porque nadie sería capaz de saber todas las cosas buenas o malas que están sucediendo a la vez, dentro de este universo tan grande de dinero y documentos, en Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad nos hemos dado a la tarea de revisar toda esta información, procesarla y presentarla mediante 7 formas diferentes con las que podemos aproximarnos a ella.

En cada una de estas 7 formas descubriremos cómo se gastó el dinero público, los efectos de las malas prácticas en el gasto, los obstáculos que pueden limitar la competencia y las señales que nos indican cuando el dinero no se está empleando de la mejor manera. Por ejemplo, si se compran artículos fuera de los plazos legales, cuando se abusa de mecanismos poco eficientes o si se contrata a empresas que solo han sido beneficiadas porque el gobierno siempre las escoge.

Las 7 formas de revisar las compras públicas son:

  • ¿Qué tipo de procedimiento se está usando para contratar?
  • ¿Cuáles son las instituciones que usan los procedimientos menos competitivos?
  • ¿Cuáles son los bienes y servicios en los que más se usan los procedimientos excepcionales?
  • ¿Cómo ha cambiado el número total de proveedores?
  • ¿Cuáles son las empresas que solo han sido contratadas por adjudicación directa?
  • ¿Cómo pueden usarse los plazos en la ley para limitar la competencia?
  • ¿Cuáles son las justificaciones que dan las autoridades para no usar la licitación?

De manera transversal, utilizamos dos mediciones sencillas pero poderosas: ¿cuántos contratos se han firmado y por cuánto dinero? El número de contratos permite identificar si las compras se concentran en unos cuantos proveedores, mientras que el gasto total nos permite identificar a los principales beneficiarios, así como los rubros de gasto en que se concentran las prioridades del gobierno. Así, es posible saber qué dependencia está usando más dinero público, en qué y cuáles proveedores están recibiéndolo.

1. ¿Qué tipo de procedimiento se está usando para contratar?

2. ¿Cuáles son las instituciones con menos competencia?

3. ¿Cuáles son los bienes y servicios en los que más se usan los procedimientos excepcionales?

4. ¿Cómo ha cambiado el número total de proveedores?

5. ¿Cuáles son las empresas que solo han sido contratadas por adjudicación directa?

6. ¿Cómo pueden usarse los plazos en la ley para limitar la competencia?

7. ¿Cuáles son las justificaciones que dan las autoridades para no usar la licitación?

Como hemos visto, hay una gran cantidad de maneras de analizar toda la información sobre las contrataciones del gobierno. De la revisión que hemos hecho de todos los contratos realizados entre 2010 y 2022 hemos identificado que las contrataciones públicas siguen teniendo como una constante: las irregularidades. Si nos concentramos en este sexenio, de 2018 a 2022 las compras continúan con abusos de discrecionalidad, falta de transparencia e injustificaciones a las reglas establecidas en las leyes.

Para profundizar en estas irregularidades, en la siguiente sección de este análisis daremos a conocer los atropellos a la ley más frecuentes, donde más de 200 entidades y dependencias han violado sistemáticamente la ley en más de 9 mil contratos en los últimos años. De igual manera hablaremos de las implicaciones de seguir teniendo contratos con empresas sancionadas o inhabilitadas y los riesgos que tiene esto en las compras. Dentro del análisis de nuestro dinero exploraremos algunos de los casos de empresas fantasmas, que en los últimos años han recibido más de 150 millones de pesos del gobierno a pesar de que el SAT ya las ha identificado como empresas que no existen.

La vigilancia de cómo se usa nuestro dinero cuando el gobierno contrata es una tarea ciudadana que no puede detenerse nunca, ya que, como hemos visto, las irregularidades del pasado siguen tan presentes como antes.

(Fuente: https://contralacorrupcion.mx/nuestro-dinero/areas-de-riesgo-en-contratos-del-gobierno/)

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